El interés por la utilización de la flora autóctona en jardinería no es algo nuevo ni exclusivo de nuestro archipiélago, es una tendencia global en el diseño sostenible de espacios verdes.
Las especies nativas, al estar establecidas en el lugar, presentan, en términos generales, ventajas adaptativas con respecto a las plantas foráneas y no necesitan de tantos recursos (agua, fertilizantes o pesticidas) para su desarrollo.
El archipiélago canario es reconocido en el ámbito científico por albergar una gran biodiversidad con relación a su superficie, presentando además un alto índice de endemicidad. Este hecho supone una fantástica oportunidad para utilizar el rico patrimonio vegetal en la creación o reforma de las zonas ajardinadas de las islas. Sin embargo, el potencial estético de muchas de las especies no ha sido suficientemente estudiado todavía.
El archipiélago canario es reconocido en el ámbito científico por albergar una gran biodiversidad con relación a su superficie, presentando además un alto índice de endemicidad. Este hecho supone una fantástica oportunidad para utilizar el rico patrimonio vegetal en la creación o reforma de las zonas ajardinadas de las islas. Sin embargo, el potencial estético de muchas de las especies no ha sido suficientemente estudiado todavía.
En este contexto nace el Jardín Experimental con Plantas Autóctonas de Tenerife, un espacio sostenible para el estudio de la flora canaria desde el punto de vista ornamental en la Universidad de La Laguna.
Naturaleza, estética, ciencia, educación y sostenibilidad definen este proyecto multidisciplinar levantado con pocos recursos, pero con mucha ilusión, para el disfrute de la comunidad universitaria.
El Proyecto en Síntesis
Las instalaciones del proyecto ubicado en la Sección de Ingeniería Agraria de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería, están formadas por un jardín de 1200 m², 75 metros de jardineras y un espacio de producción de plantas.
Heredero del jardín creado por el profesor Eduardo Barquín hace más de tres décadas, se trabaja con diferentes especies botánicas, observando su comportamiento bajo distintas condiciones ambientales. Gestionado desde la sostenibilidad, se reutilizan materiales de proximidad y se tiene en cuenta la idoneidad de las especies al diseñar las composiciones vegetales, realizándose un mantenimiento racional y una correcta gestión de la materia orgánica.
Los ingenieros en formación realizan prácticas y se familiarizan con las plantas, identificadas con letreros informativos. Por otra parte, el jardín proporciona el material vegetal necesario para poder plantear algunos trabajos experimentales o reproducir ejemplares para el autoabastecimiento. Para que estas acciones no impliquen problemas medioambientales se han establecido unas adecuadas pautas de gestión al seleccionar y manejar las especies a estudio.
El jardín está abierto al público en general, siendo visitado regularmente por grupos de escolares procedentes de los centros educativos de la zona.