Se han establecido, como pauta de referencia, tres categorías de uso en jardinería. A cada especie se le asigna un icono de color verde, amarillo o rojo, teniendo en cuenta diferentes aspectos como son el grado de protección del taxón (especie o subespecie), si lo tiene, la categoría de endemicidad o el carácter hibridógeno del género al que pertenece.