En las mayores altitudes que la isla de Tenerife, por encima de los 2700 m en orientación norte y de los 3000 m en orientación sur, las condiciones ambientales son extremas (precipitaciones inferiores a 500 mm anuales, temperaturas que generalmente no sobrepasan los 8º C de media anual), el sustrato está formado por lavas silíceas, pedregales o campos de lapilli, y muy pocas plantas pueden sobrevivir.
Comunidad de violetas
Sin embargo, en este ambiente inhóspito, donde el paisaje se podría definir como un desierto pedregoso, se encuentra un último piso de vegetación caracterizado por la presencia de la violeta del Teide.
Aunque originalmente esta comunidad fue descrita teniendo en cuenta a Viola cheiranthifolia (violeta del Teide) como única especie característica, actualmente se sabe de la existencia de dos violetas endémicas de las altas cumbres de la isla de Tenerife, siendo la violeta de Guajara (Viola guaxarensis) una especie descrita como novedad científica en 2020.