Este árbol tiene una alta valencia ecológica llegando a verse desde prácticamente la costa en el norte de la isla, hasta la alta montaña. Puede llegar a alcanzar los 15 m de altura. Su tronco principal es pardo-grisáceo y puede verse ramificado desde la base por acción del ser humano. Sus hojas son de pequeño tamaño, lineales y verde oscuras. Sus flores son de pequeño tamaño y coloración blanquecina. Se diferencia del tejo por sus hojas, que son más suaves al tacto, menos duras y más desordenadas que en el caso del tejo. Necesita la luz solar para germinar, siendo primocolonizadora de ambientes abiertos dentro del bosque y en sus bordes, y también para vivir, desapareciendo cuando el bosque se cierra.