El cedro canario es una subespecie endémica de Canarias, de crecimiento rápido, que puede alcanzar los 20 m de alto, o incluso más. Sus hojas se disponen en verticilos trímeros (grupos de 3 en cada nudo), son de forma navicular (abarquillada), perennes, verdes o verde-grisáceas. Las flores estrobiliformes se disponen en las axilas de las hojas. Existen ejemplares machos y ejemplares hembras. Estos últimos generan un falso fruto (no son frutos verdaderos, pues son Gimnospermas) llamado gálbula (carnosa), que recuerdan a una baya, de color verde a naranja – rojizo al madurar.