LA MATERIA MUERTA TAMBIÉN ES VIDA

Los seres vivos del jardín, nacen, se reproducen y mueren. Si sus cuerpos se descomponen, los siguientes seres vivos que se desarrollen utilizarán los recursos que estos liberan para incorporarlos a sus propios cuerpos, desarrollarse y reproducirse, antes de morir.

En el caso de un ecosistema manejado por los humanos, un agroecosistema, la materia orgánica muerta puede seguir un camino u otro según el método de manejo que se realice:

  • Si no la reincorporamos al sistema jardín, esos nutrientes que componen no se aprovecharán por los seres vivos de nuestro jardín y posiblemente por ningún otro organismo.
  • Si la reincorporamos, entonces la materia orgánica que un día formó parte de un ser vivo y ahora es un tronco muerto o una hierba arrancada o una seta en descomposición, juega un papel muy importante como fuente de nutrientes y sustrato para otras formas de vida dentro del jardín.

Así, los diferentes organismos descomponedores de la madera se activan inmediatamente desde que dejamos un tronco cortado apoyado en el suelo. Entran en juego los insectos que atacan la corteza y la madera, los hongos y las bacterias lo pudrirán poco a poco, en función de la humedad y la temperatura.

Cuando vemos setas en la superficie de los troncos colocados en el parque, estamos siendo testigos de las estrategias de reproducción y dispersión de esporas de estos microorganismos saprófitos presentes en el medio.