Planta herbácea perenne por sus raíces bulbosas, que durante la época estival sufre una parada. Alcanza hasta 50 cm de alto y los tallos son densamente pelosos. Hojas basales pecioladas, acorazonadas, de borde denticulado, y color verde tomentoso por la haz y por envés blanco; las caulinares sésiles, abrazan el tallo (amplexicaule), ovado-cordadas y ápice agudo. Flores dispuestas capítulos radiados, con lígulas de color púrpura (externas) y flósculos (centro) amarillos. Sus frutos poseen vilanos para la dispersión por el viento. Para no confundirla con Pericallis echinata nos fijaremos que ésta tiene unas glándulas negras en el involucro (brácteas que tapizan el receptáculo de los capítulos). Endémica de Canarias.