Por encima de la influencia constante del mar de nubes en la vertiente norte (por encima de los 1500 m) y desde los 900 m en la vertiente sur, y hasta los 2000 m (en el norte) o 2200 m (en el sur) se desarrolla un bosque abierto caracterizado por una única especie arbórea, el pino canario.

La temperatura media anual es relativamente fresca, con mínimas de 11 y máximas de 15ºC, con amplias variaciones diarias, la pluviometría no es muy elevada, con valores anuales que oscilan entre los 450 y 600 mm, algunas en forma de nieve, y la insolación es elevada.

El suelo de este bosque puede ser muy diverso, pero en general se caracterizan por ser arenosos y pobres en materia orgánica. Quizás esta pueda ser la razón por la que su cortejo florístico sea pobre en especies (fundamentalmente relegada al escobón, el codeso de monte y las jaras), aunque algunos autores achacan esta baja diversidad a la herbivoría y a la elevada recurrencia de los incendios forestales. Sin embargo, en este bosque endémico se puede considerar al fuego no intencionado como benefactor, pues favorece la germinación de la mayoría de las especies acompañantes.