El cerrajón de monte es endémico de Canarias. Esta planta subarbustiva no ramifica, lo que permite diferenciarla de otras cerrajas endémicas. Puede llegar a alcanzar hasta 2 m de alto cuando está en flor. Es perenne, de base leñosa y con hojas dispuestas en roseta basal. Las hojas pueden llegar a medir más de medio metro de largo y son pinnatífidas. Sus flores son amarillas y en forma de lengüeta, y reunidas capítulos. Éstos se agrupan a su vez en sinflorescencias a modo de paraguas, de hasta 20 capítulos, elevados sobre las hojas por un largo tallo floral. Sus frutos están provistas de pelos largos (vilanos) para su dispersión por el viento (anemocoria). Esta planta realiza parada en la época estival.