Invisibles: mujeres y conocimiento

HACIENDO VISIBLE EL CONOCIMIENTO DE LAS MUJERES

La recuperación historiográfica de las contribuciones de las mujeres a los conocimientos constituye desde hace décadas un ámbito disciplinar con amplia producción. Tras la pregunta ¿por qué tan pocas? surge la necesidad de revisitar las fuentes, y el canon. Una historiografía positivista que listaba a los grandes genios y sus descubrimientos deja paso a las reconstrucciones contextualizadas, que atienden a las diferentes prácticas epistémicas, todas relevantes en el proceso de construcción del conocimiento: la observación detenida, las prácticas de laboratorio, la ilustración, el cálculo paciente y el desarrollo teórico creativo, y estas llevan también nombre de mujer.

Reconstrucciones que atienden también a las ideas sobre la incapacidad intelectual de las mujeres provenientes no sólo de prejuicios establecidos desde el mito y la biología en el mundo antiguo, sino de teorías médicas y biológicas que se utilizan hasta fechas recientes para reforzar esos prejuicios y estereotipos y dotarles de “base científica”. Que atienden también a las condiciones de vida de las mujeres en sociedad, relegadas al espacio de lo privado, con prohibiciones explícitas para acceder a la educación reglada igualitaria, a las sociedades científicas o las universidades hasta bien entrado el S. XIX.

Sus contribuciones como hijas, esposas o hermanas de algún afamado autor quedan diluidas en las obras de éstos. En algunos casos sus nombres han sido masculinizados, en otros casos ellas firman bajo seudónimo masculino, o viven como hombres. Sus contribuciones han quedado invisibilizadas.

Las mujeres siempre han elaborado conocimientos, han escudriñado los cielos a simple vista, con astrolabios, con telescopios y modernos sistemas de detección de señales lejanas. Siempre se han dedicado a la medicina y han elaborado todo tipo de remedios y prácticas para conservar o mejorar la salud, hasta las actuales técnicas más sofisticadas de edición genética. Han calculado pacientemente y desarrollado teoría matemática y computación, han contribuido a los desarrollos de la física y la química, y se han dedicado especialmente a las ciencias médicas y biológicas, sus nombres están relacionados con el desarrollo de los más importantes avances en este ámbito, han cambiado las bases tradicionales de la primatología y han reinterpretado el estudio de la evolución humana. Las pioneras de las ciencias sociales son destacadas por sus ideas de progreso y de transformación social, y las mujeres siempre han filosofado. Han imaginado nuevos mundos y han escrito profusamente.

Sus nombres y contribuciones al conocimiento deben incluirse en los textos educativos, deben convertirse en referentes para la población más joven y estimularles en el estudio y la investigación en todos los campos del conocimiento. Nuestro recorrido en Invisibles: Mujeres y Conocimiento sólo muestra una pequeña parte de esos nombres, una selección de cada etapa histórica y hasta el presente, con el objetivo de hacerlas visibles y estimular la curiosidad por la búsqueda de más conocimientos acerca de ellas y de todas las invisibilizadas.

Para hacer visibles a las mujeres en la historia de la ciencia es necesaria una doble tarea: repensar la propia historia de la ciencia y los modelos utilizados para su reconstrucción, y ser conscientes de los obstáculos impuestos a las mujeres al ser definidas como inferiores, estereotipos que actúan como verdaderos mecanismos de cancelación de la autoría y la autoridad científica de las mujeres.