Además de los estudios sobre las contribuciones de las mujeres a los conocimientos a lo largo de la Historia, el espacio disciplinar de los Estudios de Ciencia y Género lo conforman otros programas como el del análisis crítico de la ciencia. Durante décadas se ha analizado la presencia de prejuicios de género en los contenidos de algunas teorías científicas. Estereotipos, extrapolaciones, interpretación de datos y elaboración de hipótesis que podían definirse como claramente sesgadas aparecían ahora bajo el velo del lenguaje de las ciencias biomédicas y del comportamiento fundamentalmente, estructurando las respuestas científicas a las cuestiones sobre la biología humana y su comportamiento diferenciado.
Otro programa analiza las barreras, dificultades y mecanismos de exclusión de las mujeres de la práctica científica. Desde una perspectiva sociológica el caudal de datos recogidos muestra el avance espectacular del acceso de las mujeres a la formación desde mediados del S. XX, pero también las dificultades para dar forma a carreras profesionales y especialmente el acceso a los niveles más altos. Techos de cristal, cañerías que gotean y otros mecanismos permite ilustrar fácilmente una situación de clara desigualdad en la ciencia.
Después de décadas de estudio y de publicaciones periódicas que hacen seguimiento de todos los indicadores, estos muestran el importante avance de las mujeres pero los datos también revelan, como lo hace el último informe Científicas en cifras 2017, la persistencia de esas barreras. Es significativo que desde 2009 el porcentaje de investigadoras en nuestro país se mantiene estable, situándose en un 39%, y en la categoría de mayor rango en un 21%, cifra que tampoco ha variado, lo que da cuenta de la presencia del techo de cristal. Corregir el número de mujeres que participa en el sistema de ciencia y tecnología promoviendo más vocaciones científicas especialmente en el ámbito de las ingenierías, pero también fomentando la presencia equilibrada en grupos de investigación y como investigadoras principales; corregir las barreras institucionales que dificultan sus carreras; y corregir los conocimientos promoviendo una ciencia de más calidad, son objetivos que guían las políticas y programas de financiación de la ciencia hoy en el marco de la apuesta europea por promover una innovación e investigación más responsable e igualitaria.