La proclamación de la II República en España permitirá profundizar en la renovación pedagógica iniciada en años anteriores. Esta renovación irá acompañada de un nuevo discurso político, más afin a los principois e ideas republicanas como se puede apreciar en otro de los elementos fundamentales de la escuela: los libros escolares. En efecto uno de los libros escolares que cumplen con esta idea republicana es precisamente Concentraciones de Xandri Pich y autodenominado “ensayo de adaptación de un método científico de enseñanza”, publicado en 1932 y continuación de obras de inspiración metodológica de O. Decroly.
LOS LIBROS ESCOLARES REPUBLICANOS
Otra de las obras de uso en la escuela republicana fue la segunda edición de Cien lecciones prácticas de Ángel Llorca destinada a los maestros y maestras de la época. En 1932 fue reeditada con una misma metodología pero con diferencias ideológicas claras.
En pleno periodo republicano se siguieron publicando obras de uso frecuente en la escuela española anterior a la proclamación de la república. Una de estas obras es Cosas y hechos de Martí Alpera.
La Enciclopedia cíclico-pedagógica de Dalmau Carles, publicada en 1936, incluye acontecimientos importantes del periodo republicano. En la misma no se aprecia renovación pedagógica alguna y se observan contenidos de dudosa identificación republicana. Ello significa que la República no pudo hacer una renovación profunda del libro escolar porque, entre otras cosas, no contó con el tiempo necesario para ello.
Obra escolar republicana por excelencia fue El niño republicano de Joaquín Seró, obra reeditada en repetidas ocasiones en apenas tres años. El libro ponía de manifiesto que desde la proclamación de la República no se había producido un cambio en la bibliografía escolar.
El golpe de Estado contra el régimen democrático existente y el inicio de la Guerra Civil marca un cambio en las ediciones de los libros escolares. Este es el caso, entre otros, de la Cartilla escolar antifascista publicada por el Ministerio de Instrucción Pública del Frente Popular. Se trata de publicaciones “de trincheras” destinadas a los combatientes iletrados republicanos a quienes, hasta en los momentos más difíciles de la Guerra Civil, se les brindó la oportunidad de aprender a leer y a escribir. El contenido de estas cartillas se puso al servicio de la defensa ideológica y militar de la república.
Otro tanto ocurrirá con la Cartilla aritmética antifascista, publicada en 1937, que seguirá utilizando los mismos parámetros ideológicos conceptuales y también metodológicos que la anterior.
Otra de las obras de trincheras fue El reloj o Las aventuras de Petika, publicada en 1936 por el Ministerio de Instrucción Pública del Frente Popular. Se trata de un cuento traducido directamente del ruso y que hace referencias a la Revolución de Octubre e incluye textos de Lenin.