Uno de los datos que mejor refleja los logros de la II República es el crecimiento del número de maestros: entre 1931 y 1936 se incrementa en unos 12.298 y se pasa de 37.599 maestros en 1931 a 50.527 en 1936. De ese total de maestros nuevos, solo en el Bienio Azañista, período entre 1931 y 1933, se nombraron 11.569 maestros y maestras. En Canarias los maestros eran 484 en 1923 y, según el Anuario Estadístico, en 1933 la cifra asciende a 1.924. Estas cifras, que no tenían precedente, fueron acompañadas también de otro objetivo político esencial: mejorar la formación de los enseñantes. La escuela interesó poco al Antiguo Régimen y la formación de los maestros no fue un tema de preocupación ni para los conservadores españoles ni para los responsables ministeriales del dictador Primo de Rivera. Por el contrario, los intelectuales republicanos habían considerado que la formación del magisterio se hiciera en las universidades, sin embargo, aún quedándose en la antesala de las aulas universitarias, Rodolfo Llopis diseñó el “plan profesional” que implicaba una elevación académica de las escuelas normales por el papel que debían desempeñar el Maestro y la Maestra en la construcción de la nueva república.
LA REPÚBLICA DE LOS MAESTROS
Para los republicanos, la instrucción primaria requería mayor atención y, en ese nivel de instrucción, el maestro era un primer factor: “[…] Toda reforma se frustraría sin un Maestro que la encarnara en su espíritu. Urgía crear escuelas, pero urgía más crear Maestros; urgía dotar a la Escuela de medios para que se cumpliera la función social que le está encomendada, pero urgía más capacitar al Maestro para convertirlo en sacerdote de esta función; urgía elevar la jerarquía de la Escuela, pero urgía igualmente dar al Maestro de la nueva sociedad democrática la jerarquía que merece y merecerá, haciéndole merecedor de ella.”
Este plan estableció la formación de los maestros en tres periodos:
- Cultura general, que se cubriría en los institutos de segunda enseñanza
- Otro tipo de formación profesional, para desarrollar en las escuelas normales
- Práctica docente, que se realizaría en las escuelas primarias centrales