Siempre ha destacado por la defensa de sus ideas feministas con un compromiso democrático y político, incluso durante la Dictadura franquista, cuando este posicionamiento era considerado peligroso y podía tener graves consecuencias sobre la vida de una persona. De hecho, su postura militante provocó que se le cerraran las puertas de los medios, por lo que decidió continuar su lucha y trabajo a través de la Universidad, donde comenzó como docente en el curso 1973-1974 y alcanzó los máximos reconocimientos.