Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades.

Estimados miembros del Claustro de la Universidad de La Laguna,

Queridos compañeros y estudiantes,

Señoras y Señores invitados a este solemne acto académico,

Este discurso no puede empezar de otra manera que, agradeciendo de manera sincera a nuestra querida institución, la Universidad de La Laguna, por otorgar al Prof. Nicholas Peppas el Doctorado Honoris Causa. Este merecido reconocimiento fue aprobado por el Consejo de Gobierno y el Claustro Universitario de nuestra universidad, propuesto por el Departamento de Ingeniería Química y Tecnología Farmacéutica y la Facultad de Farmacia de la Universidad de La Laguna, apoyado por la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología y la Facultad de Ciencias de nuestra universidad, y avalado por el Dpto. de Farmacia Galénica y Tecnología Alimentaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y el área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica del Dpto. de Farmacología, Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Mi más sincero agradecimiento para todos ellos. Sin lugar a dudas, la incorporación del Prof. Peppas a la Universidad de La Laguna contribuirá a llevar la imagen de nuestra universidad por todo el mundo ya que es un magnífico embajador internacional de la ciencia.
Me siento muy honrado de ser el padrino del Prof. Peppas y de realizar el Laudatio para su investidura como Doctor Honoris Causa por nuestra institución. Desde luego, hoy es un día que recordaré toda la vida, como profesor e investigador de la Universidad de La Laguna y, sobre todo a nivel personal como discípulo suyo desde hace ya más de 15 años, tiempo en el cual no he dejado de recibir sus consejos, su colaboración y su ayuda. Mi relación con el Prof. Peppas comenzó allá por el año 2009, durante mi doctorado. Fui investigador visitante en el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Texas en Austin durante seis meses bajo su supervisión. Este periodo de mi doctorado marcó un punto de inflexión en mi forma de pensar, trabajar y, en definitiva, de hacer ciencia. Por aquellos años estaba acostumbrado, como el resto de mis compañeros, a seguir las directrices de mis directores de tesis “a pies juntillas”, sin ninguna posibilidad de proponer soluciones a los problemas que iban surgiendo en día a día y con ninguna independencia para decidir sobre el rumbo de mi investigación. Sin embargo, el Prof. Peppas me instó a proponerle un nuevo proyecto de investigación sobre el fascinante campo del reconocimiento molecular. Y no fue mal. Resultó en la publicación de dos artículos, en la obtención de una patente americana y en el establecimiento de una relación científica que dura hasta el día de hoy.
El Prof. Peppas es ingeniero químico por la Universidad Politécnica Nacional de Atenas (1971), y doctor en ciencias por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) (1973), bajo la dirección del Prof. Edward Merril, donde también realizó su postdoctorado. Durante las últimas 4 décadas ha establecido los fundamentos y el diseño racional de los sistemas biomédicos y ha desarrollado modelos de difusión de fármacos y proteínas desde los sistemas de liberación controlada y en tejidos biológicos. Sus inventos incluyen cartílago, cuerdas vocales, órganos artificiales, biomateriales no trombogénicos, y sistemas de administración de insulina para la diabetes, calcitonina para la osteoporosis, o interferón-beta para la esclerosis múltiple, entre otros. El trabajo del Prof. Peppas, pionero en bionanomateriales, administración y liberación de fármacos, física de polímeros y bionanotecnología, sigue un enfoque totalmente multidisciplinar, combinando la biología molecular y celular modernas con los principios de la ingeniería, para diseñar la próxima generación de los sistemas de liberación de agentes terapéuticos en el tratamiento de enfermedades, así como sistemas y dispositivos médicos fundamentales en el tratamiento de los pacientes, con un enfoque multinacional, diverso, inclusivo y convergente que es capaz de resolver los nuevos problemas médicos en muchos países del mundo. Sus contribuciones han resultado en más de veinte productos médicos y farmacéuticos con un mercado multibillonario. Se estima que 800 millones de pacientes se han beneficiado de los productos que han surgido de su investigación básica y traslacional.
Prueba de todo ello, es su ingente producción científica, con más de 2000 artículos publicados, resultando en un índice h de 217 y obteniendo más de 226.000 citas, coautor o coeditor de 41 libros, titular de 55 patentes, conferenciante en congresos y conferencias por 34 países con más de 1600 ponencias, y galardonado con más de 200 premios internacionales, entre los que destacan the National Academy of Engineering Founders Award, the National Academy of Medicine Adam Yarmolinsky Medal, the Pharmaceutical Global Leader Award o the Biomaterials Global Impact Awards. Cabe destacar que es el único investigador que ha recibido los premios más sobresalientes de la Academia de Medicina y de la Academia de Ingeniería de Estados Unidos, de las que ha sido elegido miembro, como también de la Academia Americana de Ciencias y Artes, la Academia de Inventores, las Academias de Ingeniería de China y Canadá, la Academia Nacional de Francia, la Real Academia Nacional de Farmacia de España, la Academia de Atenas, la Academia Nacional de Ingeniería de la India, la Academia de Ciencias y Tecnología de Corea, la Real Sociedad de Química de Inglaterra, la Academia de Ciencias Mejicana y la Academia de Medicina, Ingeniería y Ciencias de Texas, entre otras.
La contribución del Prof. Peppas a las áreas de los biomateriales y la nanomedicina ha tenido un carácter fundamental, sentando, en la década de 1970, las bases del diseño racional de los sistemas de liberación de fármacos para así abandonar la formulación puramente empírica que se realizaba hasta la fecha. En este sentido, el Dr. Peppas fue el primero en establecer las teorías y ecuaciones que gobiernan la liberación de fármacos, péptidos y proteínas desde sus formas de dosificación, como, por ejemplo, la Ecuación de Korsmeyer-Peppas que describe de manera sencilla la liberación controlada de fármacos, o las teorías de Peppas-Reinhardt, Brannon-Peppas y Sahlin-Peppas, las cuales son el marco teórico para el análisis del transporte de fármacos a través de biomateriales poliméricos reticulados, hidrogeles iónicos y formas hinchables, respectivamente. Su grupo ha sentado los fundamentos de los fenómenos de transporte y de flujo de numerosos problemas médicos.
Además, el Prof. Peppas ha destacado por su impacto traslacional y aplicado. Ya en los años 70, desarrolló sistemas muco/bio-adhesivos capaces de aumentar la biodisponibilidad de proteínas y péptidos en la sangre. Fue el primero en sintetizar hidrogeles basados en alcohol polivinílico, los cuales fueron utilizados con éxito para el reemplazo de cartílago articular y de cuerdas vocales. Fue pionero en el uso de hidrogeles para la administración epidérmica de fármacos, y desarrolló, junto con los profesores Conte y Colombo, la tecnología Geomatríx® para la liberación a velocidad controlada de fármacos por la vía oral durante 24 horas. A finales de los 70 comenzó a trabajar con lentes de contacto e intraoculares, siendo uno de los primeros en desarrollar lentes de contacto duras y permeables al oxígeno. A partir de los años 80 empezó a trabajar con polímeros inteligentes sensibles al pH o a la temperatura para la liberación de fármacos, siendo uno de los primeros en utilizar estos sistemas para la liberación controlada de enzimas. En las últimas décadas, desde los años 90, ha impulsado el desarrollo de sistemas sensibles a estímulos fisiológicos y patológicos, como, por ejemplo, plataformas sensibles a los niveles de glucosa en sangre, o sistemas sensibles a la temperatura que liberan antipiréticos. Sus investigaciones sobre sistemas de administración oral de péptidos, tales como la insulina y la calcitonina, o proteínas, como el interferón alfa y beta, han facilitado avances en el tratamiento de la diabetes, la osteoporosis, el cáncer o la esclerosis múltiple, y han sido inspiradoras para figuras tan relevantes en nanomedicina y farmacia como la Prof. María José Alonso, Catedrática de Farmacia y Tecnología Farmacéutica en la Universidad de Santiago de Compostela, y a la que quiero agradecer de corazón su presencia.
Aparte de su tremenda contribución al avance de la ciencia, es necesario destacar aquí su pasión por ayudar, formar y tutelar a jóvenes investigadores a lo largo de su carrera. Entre su familia científica, que abarca a más de 1500 investigadores, y a cuyos miembros se les denomina cariñosamente “peppamers”, se encuentran destacados líderes en el campo de la biomedicina que, sin duda, contribuirán a mejorar la vida de muchas personas. Ha sido profesor de más de 5600 estudiantes, de los cuales 125 han realizado su tesis doctoral con él, y es colaborador de más de 1000 científicos por todo el mundo, situándose las universidades europeas en una posición privilegiada en sus preferencias de colaboración. Cabe destacar que ha sido profesor visitante en 14 universidades de 11 países, estando entre ellas la Universidad de Santiago de Compostela y la Complutense de Madrid, donde estuvo en 2001 con el Prof. Juan José Torrado, a quien agradezco su presencia aquí. Su relación con España ha sido muy especial, habiendo estado en nuestro país más de 20 veces, siendo la Universidad de La Laguna una de sus últimas visitas. Fue en mayo de 2019. Impartió cuatro conferencias en la Facultad de Farmacia dentro del simposio industrial “Advanced Systems for a Better Future”. Visitó las instalaciones del Servicio General de Apoyo a la Investigación de la institución y fue recibido por diferentes autoridades, como la Vicerrectora de Internalización, el Vicerrector de Investigación, la decana de la Facultad de Farmacia y el director del SEGAI.
Así pues, considerados y expuestos todos estos hechos, dignísimas autoridades y claustrales, solicito con toda consideración y encarecidamente ruego que se otorgue y confiera al Excelentísimo Profesor Doctor Nicholas A. Peppas el supremo grado de doctor honoris causa por la Facultad de Farmacia de la Universidad de La Laguna, el cual se añadirá a los 14 doctorados Honoris Causa que ya posee por todo el mundo en reconocimiento a una de las trayectorias más relevantes en ingeniería química y biomédica, farmacia y medicina de la historia.
 

Edgar Pérez Herrero