XL Muestra de Folklore Musical Canario

La Facultad de Educación acoge los días 13 y 17 de mayo la XL Muestra de Folklore Musical Canario organizada por el Grupo Folklórico de la la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna. Esta muestra realizará un homenaje al herreño Ramón Padrón Cejas, que murió el pasado 16 de febrero, tras una vida plena de inquietudes y ejecución de proyectos vinculados a la cultura ancestral de la isla de El Hierro. Su pasión por la fotografía ofrece una importante visión de la sociedad insular de medio siglo, personas, paisajes, labores tradicionales, arquitectura y etnografĩa. Trascendieron las fotografías de posibles objetos voladores o del accidente del avión militar norteamericano con su absoluta crudeza, publicadas por Interviú.

Muy activo y comprometido en el entresijo social y cultural, fue concejal en los complicados tiempos de la transición, época de búsqueda de identidad y arraigo. Fueron momentos de recuperación y creación de celebraciones: Bajada de San Salvador, procesiones con bailarines, festivales folklóricos, pruebas deportivas, Raya para El Golfo desde La Bajada de 1977.

Inspirado y empapado en los conocimientos de personas mayores, portadoras de un legado cultural de enorme riqueza, reunió en torno al Grupo Folklórico Tejeguate (1976) a los mejores valedores de El Golfo para conservar y difundir cantos de trabajo, loas sacras y profanas, vivo, berlina, tango, santo, romances, artesanía y vivencias. Por Tejeguate han pasado cientos de folkloristas de cinco generaciones que han divulgado la cultura herreña dentro y fuera de las fronteras de El Hierro.

Incansable en su tenaz y perseverante lucha defendió con ahínco la reapertura de la Residencia de Mayores en La Frontera, para que las personas de más edad pudieran permanecer cerca de su tierra y familiares en sus años postreros.
Fruto de su dilatada labor ha recibido menciones y distinciones como la Medalla al Mérito Turístico y la Medalla de Oro de Canarias de Cultura Tradicional.

En su óbito fue despedido por cientos de herreños y, como siempre quiso, al son de pitos y tambores acompañados de varios Carneros de Tigaday que hicieron sonar, más tristes que nunca, cencerros que difundieron su eco desde Tibataje hasta más allá de Tanganasoga.