Boletín de Innovación

Innovación docente vs. Zona de confort

Los tiempos cambian. Hace una década era impensable que las nuevas tecnologías fueran a estar tan presentes en nuestro día a día. Tanto es así que las nuevas generaciones ya vienen con algún aparato electrónico debajo del brazo. Los llamados millenials y la famosa Generación Z exigen cada vez más un cambio en la docencia tradicional. 

Pero llevarlo a cabo no siempre es tan sencillo como parece. Para aplicar transformaciones notables se necesita invertir más tiempo y más medios de los que no siempre se dispone, por lo que en muchas ocasiones no se dan no por falta de voluntad, sino de sistemas de organización y recursos. Es decir, se debe dar una combinación de ciertos factores y de ahí parte, en ocasiones, la dificultad. 

Además, a ella se le suma uno de los problemas más comunes a los que se enfrenta el profesorado hoy en día: la falta de interés de gran parte del alumnado por las asignaturas. Esto se debe, entre otras cosas, a la diversidad de ritmos e intereses existente entre los estudiantes, ya que lo que puede ser práctico para algunos resulta aburrido para otros y a esto se suma la vertiginosa velocidad de consumo de información, que exige gratificación inmediata, situación aún más complicada para los docentes.

Es por eso que los equipos educativos que se enfrentan a ello y ponen todos sus esfuerzos en cambiarlo adquieren un valor cada vez mayor. Uno de los caminos para lograrlo es la innovación docente, con la que se proponen nuevos enfoques y métodos de enseñanza con el fin de adaptarse a las nuevas realidades mediante el uso de todas las herramientas que los avances tecnológicos han puesto a nuestra disposición.

Con ella se logra un proceso mucho más interactivo. Sin embargo, el alumnado acostumbrado a una enseñanza neutral y dirigida puede mostrarse reticente, inicialmente, a estas metodologías que lo obligan a salir de su zona de confort. Pero las evidencias demuestran que vale la pena animar a salir de ella y a explorar el abanico de posibilidades que permiten estas nuevas perspectivas.

No se trata de destruir la metodología tradicional sino combinarla con las nuevas posibilidades que se presentan y que la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) pone al alcance de la mano. Acercar la educación al alumnado y volver a despertar el interés dormido es posible si se aprovechan los beneficios de estas TIC y las redes sociales, entre otros muchos recursos que ya se utilizan en -prácticamente- todos los ámbitos sociales y que no pueden quedar olvidados en la enseñanza.

La innovación docente se posiciona, por tanto, como uno de los modelos más efectivos para derribar la zona de confort e impulsar el aprendizaje significativo de todo el estudiantado, especialmente la de quienes están menos motivados. Además, este proceso permite tanto al profesorado como al alumnado ser protagonistas de los nuevos métodos educativos y así experimentar las múltiples ventajas que conllevan. 

Como cualquier concepto, la innovación docente puede ser definida de distintas formas según el autor del que se trate, pero todas ellas tienen un aspecto en común: el carácter transformador de lo establecido con el fin de avivar nuevas ideas, razonamientos y actitudes. Con ella se logra, por tanto, el espíritu crítico, tanto a nivel individual como, sobre todo, colectivo. 

Para las universidades, las mayores organizaciones educativas, impulsar la innovación es un proceso que requiere de apoyo institucional e implicación docente. Este último aspecto es muy relevante, pues la mayoría de iniciativas innovadoras parten de la mente de algún profesor que detecta falta de interés o motivación entre el alumnado y pone a trabajar su mente en la búsqueda o creación de soluciones en forma de proyectos de innovación. 

Se incorpora así una metodología disruptiva en cuanto al uso de nuevas técnicas de aprendizaje que se presentan en diversas formas, como la gamificación, el cambio de roles docente-estudiante, nuevas plataformas para las clases, etc. Además, no se aplica en una sola sesión, sino que precisa de un proceso más complejo, que requiere esfuerzo, dedicación y compromiso por parte de la comunidad educativa.

En la Universidad de La Laguna, la innovación docente viene de la mano de proyectos puestos en marcha con el objetivo, tanto por parte de los docentes como de la institución, de mejorar la calidad de la enseñanza y ajustarla en la mayor medida posible a lo que el alumnado requiere: más opciones para aprender. 

¿Flipped learning? ¿Flipped qué?

Se imparte clase en el aula y se resuelven los ejercicios en casa. Es lo que se ha hecho desde hace muchas generaciones y lo que, hasta un cierto punto, ha funcionado. Pero, ¿y si fuera al revés? Esta posibilidad existe y se hace realidad gracias al ‘aprendizaje invertido (flipped learning en inglés).  

Este proyecto, también denominado ‘aula invertida’, responde a una fuerte demanda de renovación de los métodos, y consiste en que el alumnado recibe los contenidos teóricos a través de plataformas digitales y no mediante las tradicionales clases magistrales. 

Posteriormente, se aplica lo aprendido mediante actividades en el aula física, con la puesta en común y el debate sobre la información adquirida, la resolución de problemas y dudas de manera conjunta o la realización de exposiciones orales.

El aprendizaje invertido es una metodología de enseñanza activa, donde el alumnado tiene la posibilidad de ser más participativo, reforzando incluso el espíritu de trabajo en equipo en el aula, a la vez que se obtiene un aprendizaje más personalizado. Además, asumen una responsabilidad que antes no tenían y acuden a las clases con una mayor preparación. 

Mientras el estudiantado adquiere un papel mucho más activo, el equipo docente se encarga de ofrecer el material previo a la clase práctica y los recursos para la autoevaluación, adquiriendo además, la función de moderador y dinamizador en el aula. Asimismo, el profesorado aprovecha las posibilidades que ofrecen las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) para presentar la información de manera más atractiva con vídeos, mapas interactivos, técnicas de gamificación, etc. y todo ello con contenido de la web 2.0 o de elaboración propia

La aproximación de la enseñanza al mundo de internet juega un papel importante en la captación de atención del alumnado. Cabe destacar que las nuevas generaciones son consideradas como nativos digitales, por lo que favorecer el aprendizaje a través de las herramientas de internet es un punto de ventaja para conseguir aumentar la motivación de las personas más jóvenes. 

La experiencia con este método ha dejado entrever que el alumnado mejora sus calificaciones con la sensación de haber realizado el mismo esfuerzo que en una metodología tradicional. Este aspecto positivo, acompañado de tantos otros, incrementan el interés del estudiantado por las asignaturas.

La Universidad de La Laguna ha comenzado a aplicar este procedimiento en dos grados muy diferentes entre sí, lo que demuestra que es posible desarrollarlo en cualquier tipo de enseñanza o rama de conocimiento.

En el año 2017, Manuel Hernández y Enrique Quintero, profesores de Medicina, decidieron aplicar este método de enseñanza en la materia ‘Patología del aparato digestivo’. La idea surgió tras comprobar que las clases tradicionales tenían poca aceptación por parte del alumnado, una percepción obtenida a partir de la baja asistencia a la asignatura. 

El poco interés del estudiantado por la docencia habitual, junto a la preocupación del profesorado por la motivación, el bienestar y el rendimiento del alumnado, favorecieron la puesta en marcha de este proyecto. 

Para dinamizar el contenido, los docentes han editado un total de 47 píldoras visuales, de 30 minutos de duración. Todas ellas abarcan el temario de la asignatura, que es consultado en estos vídeos. Una vez adquiridos los conocimientos, el estudiantado responde a las actividades planteadas por el docente en la plataforma, otorgándoles la responsabilidad de su propio aprendizaje y facilitando su autoevaluación

Este primer paso se complementa con las clases presenciales, convertidas en talleres donde se tratan problemas más específicos que el alumnado resuelve conjuntamente, pudiendo solicitar la ayuda del profesor. Además, mediante técnicas de gamificación, los docentes tienen la posibilidad de identificar y premiar a los estudiantes más participativos.

Opinión del alumnado del grado de Medicina sobre este método:

En estos talleres, el estudiantado adquiere el rol docente, puesto que son ellos mismos quienes comunican al resto el conocimiento adquirido a través de la peer instruction. Mientras tanto, el profesorado dispone de una plataforma para realizar la evaluación inmediata del conocimiento adquirido por el alumnado, a la vez que puede incluir material adicional para reforzar los conceptos impartidos. 

Desde el comienzo de la aplicación de esta dinámica, Manuel Hernández y Enrique Quintero han desarrollado un plan de mejora basado en cambios y métodos docentes totalmente diferentes, lo que les ha permitido continuar innovando. Asimismo, este espíritu innovador se ha contagiado a otros docentes de la propia asignatura, que ahora ven esta metodología como algo natural y positivo.

Manuel Hernández, como uno de los docentes propulsores de este método, destaca que “este cambio requiere sacrificio y esfuerzo, pero tiene la recompensa en que el alumnado mejora su rendimiento académico y formación”. Asimismo señala que la situación en la que nos encontramos actualmente ha propiciado el buen uso de las nuevas tecnologías, donde muchos docentes han impartido sus clases a través de otras plataformas y herramientas, algo que de no ser por esta extraordinaria circunstancia, se hubiera retrasado.  

Carolina Real Torres, profesora del Departamento de Filología Clásica, Árabe, Francesa y Románica, ha aplicado este modelo de aprendizaje durante los dos últimos cursos en las asignaturas ‘Vigencia de lo clásico en la sociedad de la información’ y ‘Aprendizaje y enseñanza de la lengua y literatura (latín y griego)’, ambas pertenecientes al Grado en Estudios Clásicos. 

También lo ha impartido en el Máster Interuniversitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, en la materia ‘Innovación docente e investigación educativa en la enseñanza de la lengua y la literatura (castellana, latín y griego)’. 

Para ello, utiliza vídeos y material multimedia, que en este caso procede de recursos educativos abiertos disponibles en la red o del blog personal de la docente. Luego, el material es comentado y revisado en clase, donde se pone en práctica lo aprendido con actividades colaborativas. Una de ellas es la webquest, mediante la cual el alumnado busca y amplía la información necesaria en Internet para resolver una duda o problema, o simplemente ampliar el conocimiento adquirido en casa. 

Otro de los ejercicios desarrollados en esta fase es la creación de Material Didáctico Digital (MDD), es decir, recursos educativos creados a partir de herramientas digitales. Los murales digitales, los mapas mentales y los ejercicios interactivos también son empleados en este contexto para aplicar los conceptos y comprobar el nivel de comprensión de los mismos. Como último paso, la profesora tiene la posibilidad de recomendar actividades de ampliación o refuerzo.

Los resultados obtenidos son muy positivos en este caso, pues el estudiantado se ha involucrado de lleno en el proceso de aprendizaje, siendo ellos mismos quienes han diseñado algunos de los materiales destinados a su propia formación. Además, se ha propiciado el uso de las redes sociales para la difusión de los contenidos.

Asimismo, el alumnado ha podido valorar esta experiencia con un sistema de rúbricas de evaluación, con la que se ha comprobado el éxito de esta, ya que se han logrado los objetivos plasmados en el plan de estudios. 

Carolina Real, como impulsora del aprendizaje invertido en su departamento, aclara que el profesorado que quiera aplicarlo debe estar dispuesto a: planificar bien el tiempo en el aula y elegir actividades prácticas; aplicar este método de forma progresiva -empezar por un tema e incluir contenidos a lo largo de los cursos-; disponer del tiempo extra que se necesita invertir en este proceso; apostar por los recursos educativos abiertos y por todas las herramientas que ofrece Internet y las TIC; crear contenidos interactivos e incluir actividades de evaluación y retroalimentación.

VENTAJAS:

1.El alumnado gestiona su tiempo, de forma que puede acceder a la información sin restricciones horarias ni imposiciones.

2.Se fomenta el razonamiento crítico y el desarrollo de competencias.

3.El rendimiento académico aumenta y las tasas de abandono disminuyen.

4.Se presenta un estímulo permanente, reforzando la comunicación y la interacción entre los estudiantes y el profesorado.

5.Se mejora la relación entre iguales (estudiante-estudiante) y con el docente (estudiante-profesor).

6.Esta metodología permite emplear una enseñanza más personalizada.

7.Se acerca la docencia a la realidad más cotidiana de los alumnos (uso de las TIC y de las RRSS), convirtiéndola en una experiencia adaptada a sus necesidades.

8.Se atiende a la diversidad de los estudiantes, quienes disponen del tiempo que precisan para comprender los conceptos antes de llevarlos a la práctica.

LIMITACIONES Y SOLUCIONES: 

1.Los alumnos sin acceso a Internet o a dispositivos electrónicos ven dificultado su aprendizaje.
La red wifi de la ULL y los ordenadores disponibles en las bibliotecas o salas de estudio son una alternativa para estos estudiantes.

2.Su aplicación en aulas en forma de anfiteatro y masificadas complica su implementación, aunque no lo hace imposible.
Posibilidad de plantear la reorganización de las clases con grupos de alumnos más reducidos.

3.Hay docentes que no tienen el conocimiento necesario en cuanto al uso de las TIC.
Esta se puede convertir en una oportunidad para formar al profesorado en este aspecto.

4.Los estudiantes acostumbrados al aprendizaje pasivo no son receptivos.
La nueva realidad académica y laboral exige cambiar los modelos de enseñanza.

Manuel Hernández Guerra de Aguilar es  profesor asociado del Departamento de Medicina Interna, Dermatología y Psiquiatría. 

Gastroenterólogo con inquietudes en investigación y docencia, con ejecución de distintos proyectos en ambas ramas.

Enrique Quintero, es catedrático de Medicina de la ULL desde 1997 y presidente de la Asociación Española de Gastroenterología (2012-2016). 

Imparte docencia de Gastroenterología y Hepatología en el segundo ciclo del Grado de Medicina. 

Carolina Real Torres es doctora en Filología Latina y Profesora Titular del Área de Latín del Departamento de Filología Clásica, Francesa, Árabe y Románica en la Facultad de Humanidades (Sección Filología).

En su blog personal aglutina una gran variedad de material didáctico de todo tipo que utiliza como soporte y apoyo para trasladar los contenidos de sus asignaturas.