Movimientos antivacunas

FECHA: 29/07/2018

UN PASO ATRÁS PARA EL CONTROL DE LAS ENFERMEDADES INMUNOPREVENIBLES, EN PLENO SIGLO XXI.

AUTOR LUIS ORTIGOSA
ILUSTRACIÓN HIPÓTESIS 

Médico especialista en Pediatría
Presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría de Santa Cruz de Tenerife
Asesor interno del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de
Pediatría y del Grupo Técnico de vacunas del Gobierno de Canarias

 

Después de la potabilización de las aguas, las vacunas son las herramientas de salud pública que más vidas salvan. Tres millones de niños se libran de una muerte segura anualmente gracias a estar vacunados y varios millones más no sufren las graves secuelas que pueden ser causadas por las enfermedades infecciosas inmunoprevenibles.

Esta es la realidad. Pero a pesar de que la evidencia científica demuestra la seguridad y eficacia de las vacunas, en los países desarrollados, movimientos contrarios a la vacunación difunden mitos y creencias que hacen que algunas familias tengan dudas a la hora de vacunar a sus hijos. Hasta el punto que esta moda está haciendo que enfermedades que estaban controladas y en fase de erradicación, como el sarampión, estén reemergiendo. En el momento de redactar este artículo, septiembre de 2018, más de 40.000 casos de sarampión han sido comunicados en Europa por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el primer semestre de 2018. Diversos factores ayudan a explicar este grave brote de sarampión en Europa, sin precedentes en las últimas décadas: conflictos bélicos y problemas sociales que dificultan el acceso a la vacunación, como sucede en Serbia y Ucrania; la exclusión social, como es el caos de las etnias gitana, con muy bajas coberturas de vacunación (Rumanía) o la existencia de pautas de vacunación incompletas como sucede en algunos países europeos o los antes citados movimientos antivacunas que están cobrando fuerza en Francia, Alemania, Italia, Bélgica y Reino Unido. El conjunto de todos estos factores y probablemente alguno más, configuran un cóctel idóneo para la reemergencia de una enfermedad que, como el sarampión, estaba perfectamente controlada hasta el punto de que se está convirtiendo en un problema de salud pública y está retrasando el objetivo de la erradicación definitiva de esta enfermedad.

En España la situación es diferente. En los doce últimos meses sólo se han notificado 200 casos de sarampión, todos importados, por lo que la OMS ha certificado a España como país libre de sarampión. En nuestro país la vacunación es universal y gratuita y ofrece un Calendario de Vacunaciones Infantiles muy completo que contempla 13 enfermedades. La cobertura de vacunación infantil en España es superior al 95%, lo que prueba que la población es mayoritariamente favorable a las vacunas, a pesar de no ser obligatorias. Esta alta tasa de vacunación de nuestro país se debe a varias razones, entre las que cabe destacar la implicación de los profesionales de Atención Primaria (pediatras y la enfermería pediátrica), las campañas institucionales de promoción de la vacunación, el papel formativo e informativo de las sociedades científicas, la aceptación generalizada de las vacunas, la gratuidad de las vacunas y la debilidad y la escasez de movimientos antivacunas fuertes. Se estima que poco más de la mitad de ese 5% de niños que no se vacunan se debe a que sus padres voluntariamente no han querido vacunarlos, siguiendo las indicaciones de los movimientos antivacunas. Estos movimientos siembran dudas acerca de la seguridad y la efectividad de las vacunas, provocando la negativa de los padres a vacunar a sus hijos. Esta negativa genera conflictos entre el derecho; el de los padres a criar a sus hijos según sus creencias, por una parte, y el riesgo en el que ponen no sólo a sus hijos, sino a otras personas de la comunidad que, por diversas razones, no han podido ser vacunados. La vacunación debería ser un derecho fundamental de todos los niños, si bien su obligatoriedad es un tema controvertido; hay países en los que es obligatoria y otros, como España, en la que es voluntaria. La Asociación Española de Pediatría (AEP) dada la baja tasa de enfermedades inmunoprevenibles y las altas coberturas de vacunación, no es favorable a la obligatoriedad de la vacunación. Considera que la obligación por ley de vacunar podría tener efectos contraproducentes y provocar sentimientos negativos hacia las vacunas. Una resolución reciente del Parlamento Europeo propiciada por las reticencias a la vacunación arriba aludidas y la caída de las tasas vacunales en algunos países europeos, reconoce la gravedad de la situación y propone medidas enérgicas y llamadas de atención a los estados miembros para que refuercen la base jurídica que sustenta el desarrollo de los programas de vacunación.

El acceso a internet y por tanto a una ingente cantidad de información no contrastada contribuye a la difusión de los mensajes antivacunas. A través de este medio se difunden argumentos ya desmentidos por la ciencia, como la supuesta relación del autismo con la vacuna del sarampión. Por otra parte, el manejo frívolo de los riesgos de las vacunaciones, apoyándose en argumentos sin base científica, genera desconcierto y pérdida de confianza en las recomendaciones de los pediatras y de las autoridades sanitarias. La mejor estrategia para disminuir las dudas de los padres y contrarrestar sus reticencias a la vacunación, pasa por proporcionar información verídica, actualizada, comprensible y adecuada a las necesidades y requerimientos de éstos. Se precisa conocer y corregir los valores y las creencias de los reticentes a vacunar a sus hijos; creencias y valores que van desde el temor a reacciones adversas reales o imaginarias hasta concepciones culturales, religiosas o de otro tipo. A partir de ahí, se requiere disponer de las herramientas que permitan responder públicamente y con datos contrastados científicamente a quienes ponen en duda el valor de las vacunas. Asimismo, es muy importante facilitar fuentes de información fiables que contrarresten la información errónea y confusa que circula por internet, como el portal de vacunas de la AEP, la página de vacunas de la Asociación Española de Vacunología o Vaccine Safety Net red mundial de sitios web evaluados por la OMS, que proporcionan información de confianza sobre la seguridad de las vacunas.

CALENDARIO COMÚN DE VACUNACIONES 2018 PARA ESPAÑA. MINISTERIO DE SANIDAD.