María Isabel Nazco Hernández (La Palma, 16 de marzo de 1938) obtuvo su licenciatura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL) en 1980. Posteriormente, se doctoró en Bellas Artes con una investigación centrada en los procedimientos empleados en aleación y experimentación con metales. En 1989, alcanzó la cátedra en Procedimientos y Técnicas Pictóricas en la misma universidad, donde desempeñó varios cargos de responsabilidad, incluyendo el de decana durante varios mandatos.

A partir de 1985, decidió abandonar el trabajo con metales para dedicarse exclusivamente a la pintura. Ese mismo año, expuso en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, y en la década de los noventa renovó su enfoque pictórico con una obra destacada por sus controvertidos «Iconos de la ciudad» (1991), los cuales exploraban la representación ilusoria de objetos metálicos, ahora tratados como naturalezas muertas urbanas. En 2012, el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) le dedicó una retrospectiva, comisariada por el conservador del centro, Isidro Hernández, quien también escribió la monografía publicada en 2018 para la colección de la BAC del Gobierno de Canarias. En 2021, María Isabel Nazco Hernández fue galardonada con el Premio de Canarias de Bellas Artes.