FECHA: 20/12/2019
AUTORA VERÓNICA PAVÉS ILUSTRACIÓN CARLA GARRIDO PUERTA
Canarias es un reservorio de información científica única. Las Islas cuentan con la sede de tres centros de investigación punteros, dos universidades públicas – más que otras comunidades similares – y cuatro hospitales públicos. Todos ellos produciendo a la vez terabytes de información científica. Y, sin embargo, la sociedad desconoce que la investigación en las Islas ha propiciado la prohibición del sonar en el espacio marítimo o que estudia la cura del VIH. Los motivos son diversos y los medios de comunicación, por su constatado papel educativo, es uno de ellos. Esta situación de desinformación se alimenta directamente de la escasa apuesta de los medios de comunicación de las Islas por la ciencia durante décadas.
Tras revisar el espacio medio que tres de los periódicos regionales (El Día, Diario de Avisos y Canarias 7) han proporcionado a este tipo de información en los últimos 12 años (de 2007 a 2018), se comprueba que el porcentaje apenas alcanza el 1%. Una cifra que dista en hasta un punto porcentual de la media que se manejaba en las cabeceras nacionales allá por el año 2012 (2%).
La falta de una línea editorial que apueste por este tipo de informaciones así como de especialización por parte de los profesionales, junto a la necesidad de priorizar otro tipo de noticias y de ahorrar en gastos, ha obligado a la ciencia a subsistir en un tercer plano en la prensa escrita de las islas. Lo que la ha dejado relegada, tanto en cantidad como en calidad, por detrás de las noticias deportivas, políticas y sociales.
Así queda constatado en el estudio titulado “Comunicar ciencia en un medio sin sección específica”, recientemente presentada en el Congreso de Comunicación Social de la Ciencia 2019. En dicho informe, se ha realizado una revisión bibliográfica de más de 35.000 páginas en los tres medios y durante el periodo arriba indicado.
El estudio concluye que en el Archipiélago existe una escasez de periodistas científicos y que los pocos que ejercen su labor en prensa escrita, carecen de un puesto de alta responsabilidad lo suficientemente importante o del apoyo de la dirección para poder impulsar y mantener una sección de ciencia que ofrezca información periódica sobre esta temática.Al cajón de sastre social
La situación de adormecimiento a la que ha estado sometida la información científica en la prensa de las islas, dista mucho del interés real de la ciudadanía ante este tipo de temáticas. Según el último informe de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (Fecyt), la ciencia interesa al 16,3% de los españoles. Sin embargo, las noticias sobre ciencia y tecnología son las más infrarrepresentadas en los medios de comunicación y no concuerda con el interés que declara la ciudadanía hacia ellos.
El escaso interés de la prensa escrita en esta temática es constatable en la falta de una sección específica de ciencia mantenida en el tiempo. En la mayoría de los casos (el 57%) de la información dedicada a ciencia aparece en las secciones de ‘Sociedad’ de estos periódicos que funcionan como un cajón de sastre donde la ciencia se mezcla indiscriminadamente con noticias de corte social, educativo o sanitario, y se dispone en pequeños espacios dentro de la página (columnas o breves).
Pero la verdadera problemática es el comportamiento errático en la publicación de las noticias sobre investigación, pues en el restante 43% de las ocasiones, la información científica aparece en secciones dedicadas a información local, del Archipiélago en general o en cultura. Esto genera un escenario de inestabilidad de contenidos de cara al lector que, consecuentemente, causa la pérdida de aquellos que estén interesados en la temática porque se encuentran con una nube de información inconexa. La falta de interés también se percibe en los redactores. En Canarias los periodistas especializados en esta temática se pueden contar con los dedos de las manos, lo que queda constatado también en este informe. La mayoría de las informaciones de ciencia (65,3%) no estaban firmadas por un redactor, lo que denota la falta de especialización e interés por la temática, que también ha lastrado la comunicación científica en las Islas.
Se requiere jefes con interés
El único ejemplo que se halló durante la revisión bibliográfica constata el hecho de que solo un trabajador de categoría superior (redactor jefe o subdirector) con interés por la temática tiene capacidad para impulsar la comunicación científica de calidad. Así se pudo comprobar entre 2013 a 2016, cuando Diario de Avisos impulsó una sección de ciencia que aumentó considerablemente la relevancia que se le proporcionó a esta temática.
Durante cuatro años, este medio de comunicación publicó una vez por semana cuatro páginas dedicadas a información científica bajo la marca ‘Principia’. El tiempo en el que esa sección se mantuvo activa coincide con la llegada al periódico de la periodista científica, Verónica Martín Jiménez, que ocupó la subdirección del medio. Tras su salida de la subdirección y del medio, la sección acabó por desaparecer.
El ‘caso Principia’ es la excepción que constata la realidad de periodismo científico en la prensa escrita de las Islas: el espacio dedicado a esta información tan solo aumentará cuando confluya un aumento del número de periodistas especializados y una verdadera apuesta de la dirección de medio por este tipo de contenidos. Con esta forma de actuación generalizada, que ha obviado la relevancia de la información científica, la prensa de las Islas no ha sabido dar respuesta al interés real de la ciudadanía en esta temática.
La escasa educación científica de la sociedad ha impedido que se generalice una posición crítica ante los recortes presupuestarios y las injusticias sociales que han imperado durante años en el ámbito científico. Se constata así, por ejemplo, en la tímida alusión a la investigación en los programas políticos o en la propia inversión en I+D+i que se ha venido realizando en Canarias que no alcanza el 0,50% del PIB.