El teorema de Bernoulli compara los diferenciales de energía entre dos puntos de un sistema. Una de las conclusiones que se pueden extraer de este principio es la siguiente: si la velocidad de un fluido aumenta, la presión disminuye. Los diferenciales de presión no se mantienen estables, sino que las zonas de alta presión se mueven hacia las zonas de bajas presiones, arrastrándolo todo en su paso.