Se está gestando un bólido

FECHA: 27/09/2019

AUTOR JUANJO MARTÍN

De la misma manera que las grandes expediciones comienzan con un paso, los grandes proyectos arrancan con un boceto, con una simple idea gráfica de lo que queremos hacer. Pero no se equivoquen, hacer un boceto no es garabatear en una servilleta, detrás de ese humilde dibujo hay un arduo trabajo.

Un boceto es por ahora el mayor tesoro de un grupo multidisciplinar de estudiantes de la Universidad de La Laguna (ULL) que quiere construir un vehículo de carreras y participar con él en una competición. Este ambicioso plan es, no solo es un reto intelectual sino también científico. Quiero decir que tendrán que construir el coche desde cero, con sus propias manos; tendrán que buscar la financiación para ello, gestionarla y redactar los proyectos que, en distintos momentos, les pide el organizador del campeonato; no es suficiente pues con presentarse con un bólido en la línea de salida.

El proyecto, del que existen las modalidades de mar y tierra, se denomina Fórmula Student. Según se puede leer en su web “La Formula Student, también conocida como Fórmula SAE, es una competición entre estudiantes de universidades de todo el mundo que promueve la excelencia en ingeniería a través de una competición donde los miembros del equipo diseñan, construyen, desarrollan y compiten un vehículo monoplaza”.

Un grupo de estudiantes de la ULL ha recogido el guante y ha iniciado el largo camino que les llevará al asfalto del Circuito de Barcelona, donde tendrán que poner a prueba un prototipo que hoy por hoy es solo un sueño y un dibujo. Pero eso no quiere decir que FSULL, que es así como se denominan, no se haya partido el lomo hasta ahora. Ya han recorrido un largo camino administrativo. Han ido tocando puertas en busca de la financiación que necesitan, han involucrado a otros estudiantes así como a profesores y profesoras de la ULL.

Adrián Martín y Romen Hernández, dos alumnos de ingeniería que están empujando para lograr este objetivo, nos explican cómo será este vehículo que aunque “no será como un coche de Fórmula 1, lo cierto es que los ingenieros que trabajan en la máxima competición salen precisamente de este tipo de competiciones. Estos vehículos pueden alcanzar los 150 kilómetros a la hora, aunque lo más importante es la aceleración, ya que el récord de aceleración lo tiene un vehículo de este tipo”.

Los estudiantes no solo deben fabricar el coche, sino también aprender a conducirlo ya que las bases especifican que debe ser un alumno/a del equipo quien conduzca el bólido. “Esto será un premio, será muy bonito construirlo y poder conducirlo”.

Pero eso ahora queda muy lejos, aún queda un largo camino que recorrer. “Ahora estamos buscando la financiación para poder participar. La competición se divide en pruebas dinámicas y estáticas, en estas últimas se evalúa el proyecto, la seguridad, la financiación, etc. y todo esto antes de apretar un tornillo”.

Como se puede ver, esta competición es como la vida misma, quien tiene más presupuesto tiene mejor coche y nuestro equipo aún no ha conseguido reunir los 65.000€ necesarios para participar. “Estamos tocando a la puerta de muchas instituciones y la respuesta está siendo buena pero este año no hemos llegado a tiempo para participar, hay universidades que asumen ellos solos todo el coste, pero no es nuestro caso”.

En esta competición, como en las “mayores”, hay grandes equipos y otros más modestos; en esto los alemanes nos toman también la delantera. “Los líderes europeos son los alemanes que trabajan en colaboración con las fábricas Audi, por ejemplo. Pero para nosotros ya sería todo un logro en este primer año entrar en la competición con nuestro coche eléctrico.”

El concurso permite tres tipos de vehículos, eléctricos, autónomos y de combustión: “Entendimos que el mundo tiende más a lo eléctrico, por eso diseñar un coche de combustión sería un paso atrás; además, profesionalmente, nos viene muy bien esta experiencia para nuestro futuro.”

Está claro que cuando estos chicos y chicas acaben sus carreras tendrán un gran bagaje de experiencia y conocimientos, adquiridos por la vía de resolver problemas autónomamente, que les lanzará al mercado laboral en condiciones inmejorables. Los futuros ingenieros e ingenieras que diseñen los coches del futuro están ahora ocupando su tiempo libre en construir un bólido que, de momento, es un dibujo pero que pronto será una veloz realidad.