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Una lengua y cinco maneras de estudiarla

 

jueves 20 de febrero de 2025 – 10:52 GMT+0000
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De izquierda a derecha, María José Serrano, Antonio Cano y Josefa Dorta, en el edificio departamental de Filología del Campus de Guajara.

De izquierda a derecha, María José Serrano, Antonio Cano y Josefa Dorta, en el edificio departamental de Filología del Campus de Guajara..

Antes de nacer y de que nuestros órganos estén completamente desarrollados, ya somos capaces de identificar la voz de nuestra madre. De entre el bullicio de sonidos que capta el feto, amortiguados por el líquido amniótico, la voz de mamá suena nítidamente clara. Así de importante es la lengua materna, esa que aprendemos desde la infancia oyendo hablar a nuestros seres más cercanos. En el mundo, un gran porcentaje de esos bebés lo primero que oyen es el español.

Según el último informe de “El español en el mundo” del Instituto Cervantes, 452.807.955 personas tienen el español como lengua materna. Si a ellas se le suman las hablantes que la tienen como segundo idioma o con una competencia limitada, el grupo de hispanohablantes llega a los 600 millones, un 7,5% de la población mundial. Observando estas cifras, nos encontramos también datos curiosos, como que España no es el lugar donde más se habla español, un galardón que posee ahora Estados Unidos, donde, aunque les cueste reconocerlo en dicho país, hablan la lengua de Cervantes más de 62 millones de personas.

La lengua materna es un patrimonio inmaterial que favorece la diversidad cultural en el mundo, ya que constituye el principal medio de transmisión de conocimientos y preservación de las culturas. Todas son importantes, desde las más habladas, como el español o inglés, hasta aquellas en peligro de extinción como el bretón, hablado por apenas 200.000 personas en el noroeste de Francia. Al igual que sucede con la fauna y flora, las lenguas también tienen una lista de idiomas extintos, voces que nunca se volverán a oír, como el caso del eslovincio de Polonia, del que nadie pronuncia una palabra desde 1999.

Para luchar contra la extinción de las lenguas maternas y su consiguiente ruptura de las trasmisión cultural, la UNESCO decidió celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna cada 21 de febrero. Una proclamación que este año cumple 25 años y que hemos querido celebrar mostrando qué investigadores e investigadoras trabajan en la Universidad de La Laguna con el español como materia prima, desde la fonética, sintaxis y el léxico-semántico.

Josefa Dorta.

Josefa Dorta.

Cada voz es única

A nuestro alrededor vemos sintetizadores, equipos informáticos, pantallas, amplificadores, micrófonos… parece que estamos en un laboratorio de electrónica pero no, nos encontramos en la primera planta de la Sección de Filología, en el Laboratorio de Fonética. Esta instalación asociada al Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI) está en marcha desde 1991 y al frente de ella está encuentra Josefa Dorta Luis, catedrática del Departamento de Filología Española de la Universidad de La Laguna.

De la misma manera que los fetos son capaces de distinguir la voz de su madre entre otras, este laboratorio puede detectar la huella única que tiene cada voz humana. Su carácter único e intransferible, como las huellas digitales, abre un abanico de aplicaciones muy prometedoras. Si la voz es única, propia de cada persona como la firma, se puede utilizar para identificar en accesos o para verificar la identidad. Pero al igual que las rúbricas, la voz ¿se puede falsificar? La profesora es tajante en este sentido: cada voz es única. “En nuestro laboratorio comparamos las voces y comprobamos que se puede imitar la articulación, la entonación, todo eso se puede copiar, pero la parte de fonación no se puede imitar”. Las cuerdas vocales dejan una traza única que, gracias a los software de análisis, se pueden identificar. Esta característica única de la voz se ha utilizado para localizar a delincuentes y detectar grabaciones realizadas bajo coacción. “Cuando estás nervioso, tu fonación es diferente y eso se puede observar en los análisis”.

Pero el estudio de la voz también sirve para diagnosticar enfermedades. Gracias a esta característica única de nuestra voz y de la estrecha relación que existe entre las cuerdas vocales y nuestro cerebro, se puede utilizar la voz para diagnosticar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. “Cuando analizamos la voz de una persona con Alzheimer, observamos que  los dos fonemas formantes, sobre todo el segundo, el que tiene que ver con el timbre de voz, aparece muy deformado con caídas y bajadas en la gráfica”. Esta es una característica similar a la que aparece cuando las personas están nerviosas, pues ya nadie discute que la voz está íntimamente relacionada con el estado de ánimo. “Todo el mundo acepta que, por ejemplo, una disfonía también se produce por causas emocionales”.

En un mundo inundado por asistentes virtuales sostenidos por una cada vez mejor Inteligencia Artificial, no nos resistimos a preguntarle por si una voz creada por IA podría imitar a la perfección una voz humana. “La inteligencia artificial, a pesar del avance, no es algo que veamos que puede afectar al ámbito que nos ocupa, es decir, al de la parcela forense. Los imitadores de voz siempre han existido”. Sean imitaciones humanas o mecánicas, existe una característica fisiológica que aun la IA no ha podido imitar: las cuerdas vocales.

María José Serrano.

María José Serrano.

Diversidad y variabilidad del lenguaje

Hay un dicho en español que resalta la idea de la diversidad y variabilidad como una característica enriquecedora de nuestra vida: “En la variedad está el gusto”. En el ámbito académico, la variación se refiere a los cambios o diferencias que pueden darse en una lengua a lo largo del tiempo, en distintos lugares o entre diferentes grupos de hablantes. Aunque suene igual, no es lo mismo decir “ayer comí lentejas” que “ayer he comido lentejas” o “esta tarde iré al cine” no es lo mismo que decir “voy al cine». ¿Por qué elegimos una u otra opción?

María José Serrano Montesinos es catedrática del área de Lingüística de la Universidad de La Laguna. En el grupo de investigación Comunicación. Sociedad y Lenguaje (COSOLEN) analizan la variación morfosintáctica añadiendo una perspectiva cognitiva. Aunque las anteriores expresiones parezca que expresan lo mismo, la investigación dice lo contrario. “Cuando elegimos una fórmula u otra no es porque nos parezcan iguales, sino porque la hemos elegido. Estamos eligiendo sus significados, que son diferentes aunque parezca que son iguales”. La investigadora desvela que ahí está la clave, que parecen que son idénticas pero no lo son y que, además, el hablante elige utilizar una u otra.

Una de las tareas de su grupo es escuchar y grabar cómo se habla en las conversaciones, entrevistas, artículos de prensa, programas de radio y televisión, podcast o redes sociales. “Tenemos corpus de redes sociales, no solo de las típicas como Facebook o Instagram, también de otras plataformas como Tripadvisor. Buceamos en busca de casos de variación morfosintáctica y la analizamos en función de su significado”. En este trabajo han descubierto casos curiosos como ciertos infinitivos que son típicos de una red social como X:  “Despertarte, abrir la ventana, preparar el café y disfrutar de la vista de casa”. A la catedrática y a su grupo le interesa no tanto el uso o mal uso del lenguaje, van más allá. Quieren saber porqué el usuario de esta red social eligió, en este caso, el infinitivo para expresarse. “Este tipo de construcción es una nueva variante que se ha creado a partir de un recurso que ofrece la gramática, el infinitivo. Estas variantes salen de donde nacieron o se quedan donde permanecen, por ejemplo, esto puede llegar a que lo veamos en la tele o en nuestras conversaciones”.

Nuestra manera de expresarnos denota cómo pensamos, incluso qué vivencias hemos tenido. El estudio de la variación que realiza Serrano y su equipo incluye una conexión cognitiva que pretende dar respuesta a nuestras elecciones lingüísticas a la hora de expresarnos, que incluso son muy locales. “En Galicia alguien podría decir: ‘esta mañana me levanté’, mientras que en Castellón dirían: ‘Esta mañana me he levantado’. En Oviedo, en cambio, es común escuchar: ‘Nunca tuve hijos’, ya que allí prefieren usar el pretérito indefinido en lugar del perfecto compuesto”.

Marcial Morera

Marcial Morera

Estudiar cómo hablamos los canarios

Un dialecto es una variedad de una lengua que se habla en una determinada región. Se diferencia de la lengua estándar en aspectos como el vocabulario, la pronunciación y la gramática, pero sigue siendo comprensible con otras variedades de la misma lengua. Es el caso del canario. No hace tanto que los y las periodistas de radio y televisión isleños tenían que disimular su acento cuando hacían crónicas nacionales. Se creía, y hasta nos habían convencido, que hablar canario era hablar mal. Gracias a un gran trabajo de divulgación académica y el impulso de la Academia Canaria de la Lengua en 1999, nuestra habla ya no solo no es rechazada sino que se habla con orgullo en cualquier foro nacional e internacional.

Nuestro dialecto es la fuente de estudio del catedrático del Área de Lengua Española Marcial Morera Pérez. Ha dedicado buena parte de su carrera investigadora al estudio de la dialectología canaria y fundamentalmente en relación con el léxico de las islas. Su última obra estudia la talasonimia de los pescadores de las islas, o dicho de otra manera, la ingeniosa toponimia de los mares de las islas. “En este libro estudio el sistema de marcas que emplean los pescadores canarios para localizar los pesqueros”. Unas marcas que eran recogidas en libretas que pasaban de padres a hijos y que eran secretas, pues de su conocimiento dependía una buena pesca y por lo tanto el sustento de una familia. Ahora, el GPS ha sustituido estas marcas que, sin embargo, son patrimonio lexicográfico de Canarias.

Evidentemente, los y las canarias hablamos exactamente la misma lengua que el resto de habitantes de España, pero lo hacemos de forma distinta. Una cosa es el sistema lingüístico, que es común para todas las personas, y otra los distintos sistemas fónico, gramatical y léxico que se habla en cada territorio. “Básicamente es el mismo y lo que es distinto es la realización, es decir, cómo se usa, cómo se materializa, cómo se actualiza”. Este patrimonio inmaterial que son las palabras, en el caso del léxico de las islas está “en bancarrota”.

A pesar de los esfuerzos de la academia, de investigadores como Morera y de medios de comunicación, gran parte del léxico canario está en peligro de extinción, básicamente por falta de uso. Si ya no cultivamos, ni pescamos, si no comerciamos como antes, si no miramos al cielo o a la naturaleza, si ya no hacemos estas cosas, dejaremos de utilizar las cientos de palabras que nuestros antepasados utilizaban. Y los filólogos bien saben que las palabras que no se hablan, mueren. “El vocabulario tradicional, sobre todo el más periférico, el más doméstico con palabras como gofio, mojo, etcétera, se mantiene. Pero el periférico, el nombre de colores de cabra, partes del arado, camellos… no se usa, y por tanto desaparece”. Palabras como majalulo, chanclo o abracar ya no suenan, nadie las pronuncia, por eso morirán.

Antonio Cano.

Antonio Cano.

Cuando el español no es lengua materna

¿Cuál es la mejor manera de enseñar el idioma español? ¿El español con 1.000 palabras? ¿Mejor empezar por los verbos? A pesar de lo que afirme el marketing, la investigación dice que no existen fórmulas mágicas. Antonio Cano Ginés es profesor titular del Departamento de Filología Española y responsable del grupo de investigación Análisis de la Instrucción Gramatical ELE (AIGELE). Junto con sus colegas, estudia el proceso de enseñanza y aprendizaje del español como lengua extranjera, abordando la expresión y la comprensión escrita y la expresión y comprensión oral. Todo lo que ayuda a que una persona no nativa alcance, al menos, un nivel que la filología denomina umbral, el necesario para la comunicarse más o menos fluidamente en una lengua extranjera.

Cano Ginés se lamenta de que tradicionalmente se le haya dado mucha importancia a la enseñanza de la gramática y el léxico, pero se deje relegada la parte pragmática, que se basa en cómo y dónde utilizar el lenguaje. “No es lo mismo hablar con tu hermano que con tu padre, el médico o el juez. Debemos enseñar la importancia del contexto y de adecuar tu discurso, eso es lo más complicado para una persona que se acerca al español como segunda lengua”. Aprender un idioma dándole importancia solo a la oralidad también es un error; lo ideal, afirma, es trabajar las cuatro destrezas lingüísticas: expresión y comprensión oral y expresión y comprensión escrita.

¿Es el español un lenguaje difícil de aprender? El investigador reconoce que todo depende de tu lengua materna, pues no es lo mismo aprender el español desde una lengua latina, como el italiano, que desde una asiática como el chino. La pesadilla de todos los aspirantes a aprender nuestro idioma son los verbos. “Tenemos un sistema verbal bastante irregular que cuesta mucho trabajo  aprender. El uso de los pasados y las preposiciones, que siempre es un tema muy complicado en todas las lenguas y, en español, también”. Sin olvidar las palabras de género masculino que acaban en A y el manejo del indicativo y subjuntivo.

En estos momentos el equipo de Cano Ginés está desarrollando un metaanálisis del discurso académico con el objetivo de dar pautas y consejos al alumnado y al profesorado a la hora de redactar textos académicos. “Estamos analizando miles de tesis doctorales para saber qué conectores se utilizan, qué tiempos verbales, pronombres, etc.” Un gran corpus para conocer cómo se comunica la ciencia en la academia.

Guardianes del tesoro

Canoa. Este es el primer americanismo del que se tiene conocimiento. Lo anotó en 1492 Cristóbal Colón en el diario de su primer viaje y la denominó como “una almadía”. Así, sin saberlo, inauguró la lexicografía americana. Luego vendrían hamaca, huracán, colibrí y una larga lista de términos que ahora se comparten en las dos orillas del Atlántico.

Recoger ese patrimonio lingüístico es lo que se ha propuesto Alejandro Fajardo Aguirre, profesor titular del Departamento de Filología Española de la Universidad de La Laguna y responsable del grupo de investigación LexHis, dedicado a la Lexicografía e Historia. Desde principios de esta década el investigador, junto con su compañera Dolores Corbella Díaz, impulsan un gran proyecto internacional sin precedentes, la creación del Tesoro Lexicográfico del Español en América (TELEAM), que “aspira a convertirse en un depósito de la memoria colectiva, en un archivo de carácter etnolingüístico y cultural”.

Crear un diccionario de diccionarios no es tarea fácil. Por un lado, están los diccionarios muy antiguos que primero hay que localizar y luego digitalizar. Pero los diccionarios modernos no vienen exentos de problemas, pues están protegidos por derechos de autor. Entre los ajados textos del descubrimiento de América y los modernos PDF, la investigación está construyendo un tesoro lexicográfico que involucra a decenas de instituciones americanas y españolas.

Remover tanta información siempre destapa alguna sorpresa en forma de textos inéditos o glosarios ocultos. “Eso es lo bonito, las sorpresas que nos vamos encontrando, lo que llamamos los glosarios ocultos o escondidos, que encuentras donde no te lo esperabas porque estaba dentro de otra obra, con un diccionario que ha puesto el autor o una novelita poco conocida y el autor le ha añadido al final unas páginas con un glosario.  Eso aporta datos muy interesantes. Estamos descubriendo muchos que eran desconocidos”. Anotaciones a pie de página, glosarios o listas alfabetizadas, esas son las fuentes más comunes, ya que los diccionarios tal y como los conocemos hoy en día no aparecen hasta el siglo XIX.

Con este tipo de trabajos, no solo se hace una recopilación lexicográfica, también se puede conocer el origen de las palabras y el viaje por el mundo que hace el objeto nombrado. “La primera vez que aparece la palabra aguacate en un texto es en 1627. Si quieres saber la historia del aguacate, pues en el TELEAM tienes todo lo que se ha dicho sobre él desde la primera persona que lo vio y se le ocurrió ponerlo en  el diccionario, hasta quien que recoge su uso, rituales, cultivo, etc».

NOTA: Este reportaje es una iniciativa enmarcada en el Calendario de Conmemoraciones InvestigaULL, proyecto de divulgación científica promovido por la Universidad de La Laguna.

Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (Cienci@ULL)


Archivado en: Reportajes
Etiquetas: Día Internacional de la Lengua Materna, Arte y Humanidades, Josefa Dorta Luis, María José Serrano Montesinos, Marcial Morera Pérez, Antonio Cano Ginés, febrero, 2025

Josefa Dorta Luis
Catedrática de la Universidad de La Laguna en el Área de Lingüística General

Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna (2007) y Catedrática de Lingüística general de la misma universidad. Responsable científica del Laboratorio de Fonética, SEGAI de la ULL que dirige desde su inauguración. Ha impartido docencia en varias universidades (de Copenhague, de San Antonio de Texas –UTSA-, la Central de Barcelona, Technická Univerzita V Liberci de la República Checa; de Salamanca, Alfonso X el Sabio, etc.) y ha participado en el Programa Sócrates-Erasmus entre la ULL y la Universidad de Nialsgade, Copenhague (desde 1999), entre la ULL y la Universidad de Turín, Italia (desde 2006) y entre la Technická Univerzita V Liberci y la ULL (desde 2013).

Filología Española

jdorta@ull.edu.es

María José Serrano Montesinos
Catedrática de la Universidad de La Laguna en el Área de Lingüística General

Mi labor investigadora se ha centrado en el análisis de la variación morfosintáctica en español, cuyo estudio he ido desarrollando a partir de la incorporación de distintos enfoques hermenéuticos. Mi tesis doctoral (1994) es una de las primeras investigaciones sobre variación sintáctica en el ámbito hispano. Con ella obtengo el Premio Extraordinario de Doctorado. He desarrollado una intensa actividad investigadora que queda plasmada en la publicación de nueve libros y más de un centenar de artículos científicos sobre distintas formas y estructuras variables de la lengua española. Mi interés por los fenómenos variacionistas sintácticos y sociales de la gramática española se refleja en el conjunto de mis publicaciones, indexadas en repertorios de relevancia.

Filología Española

mjserran@ull.es

Marcial Morera Pérez
Catedrático de la Universidad de La Laguna en el Área de Lengua Española

Filología Española

mmorera@ull.es

Antonio Cano Ginés
Profesor Titular de la Universidad de La Laguna en el Área de Lengua Española

Filología Española

acangi@ull.es