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Sol y playa, pero sobre todo Sol

martes 29 de mayo de 2018 – 00:00 GMT+0000
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CANARIAS ES LÍDER MUNDIAL EN OBSERVACIÓN SOLAR, DESDE LAS CUMBRES DE LAS ISLAS SE HAN RESUELTO ALGUNOS ENIGMAS DE NUESTRA ESTRELLA PERO, LO QUE ES MÁS IMPORTANTE EN CIENCIA, SE HAN PLANTEADO MUCHAS MÁS INCÓGNITAS QUE AHORA LOS ASTROFÍSICOS QUIEREN RESOLVER CON LA INSTALACIÓN DE UN NUEVO TELESCOPIO GIGANTE.

Sin duda es la estrella de nuestra vida. Nos marca el rumbo, la hora, los ciclos biológicos, es el director general del clima en la Tierra, fundamental para la generación de la vida, motor del turismo, etc. El Sol. Aunque parece una pregunta trampa, la estrella más cercana a nuestro planeta se encuentra a “tan solo” unos 150 millones de kilómetros; esta distancia, que nos parece tan grande en términos terrestres, supone apenas 8 minutos luz. A tiro de piedra si la comparamos con su vecina más cercana, Próxima Centauri, situada a 4,24 años luz. Y esto solo es la manzana más próxima de nuestro barrio, ya que las estrellas más lejanas detectadas hasta el momento se encuentran a 13.000 millones de años luz de distancia.

Sin lugar a dudas, es un astro muy importante para nosotros, pero también una auténtica oportunidad científica. Tener una estrella tan cerca abre un universo de posibilidades para los astrofísicos. Pero, ¿por qué debemos estudiar el Sol? el profesor de Astrofísica de la Universidad de la Laguna e investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, Manuel Collados lo tiene claro, “ El estudio del Sol es importante por tres razones fundamentales. La primera es porque es nuestra estrella de referencia para poder entender el resto de estrellas y, por ende, el resto del universo. No todas las estrellas son iguales. En segundo lugar, el Sol puede ser considerado como un laboratorio de física básica. En él se dan condiciones físicas que no podemos repetir en laboratorio. Y finalmente, y en tercer lugar, no hay que olvidar que el Sol es la fuente de la vida en la Tierra y determina las condiciones físicas que imperan en nuestro planeta”.

El constante avance tecnológico y electrónico de la humanidad nos hace más rápidos, eficientes e incluso globales, pero también más vulnerables a la actividad solar. “Es fundamental conocer cómo influye el Sol en nuestro entorno espacial más inmediato y cómo puede afectarnos en nuestra vida. El Sol emite de manera natural radiación altamente energética que es filtrada por nuestra atmósfera. Igualmente, está bombardeándonos de manera continua con partículas cargadas muy energéticas que son atrapadas por el campo magnético terrestre y no llegan a la superficie. Estas son las responsables de, por ejemplo, las auroras que se producen cerca de los polos. De tanto en tanto, se producen en el Sol fulguraciones y emisiones de masa coronal en las que la radiación y partículas energéticas son mucho mayores que en circunstancias normales. Estos fenómenos pueden afectar
en algunos casos a los satélites, tan importantes en una sociedad tan tecnológica como la nuestra, a las comunicaciones, a los astronautas cuando están en el espacio exterior, etc. Es fundamental monitorizar de manera continua el estado de actividad del Sol para poder saber cuándo se producen esos fenómenos y poder tomar las medidas adecuadas para que su influencia sea mínima”.

Así se llama la tormenta solar más potente que se ha registrado hasta el momento. Debe su nombre al científico que la observó, Richard Carrington. En 1859 se produjo en el Sol una gran explosión y eyección de masa coronal. Tal fue la potencia de esa tormenta que se pudieron observar auroras boreales en América del Sur. En Europa hay registros de observaciones en el Sur de la Península Ibérica. El 28 de agosto, durante el pico de actividad, se produjeron caídas de la red de telégrafos en parte de Europa y Estados Unidos. ¿Qué pasaría si sucediera hoy?

Canarias, la meca del Sol

Cuando dicen que Canarias es un archipiélago de sol y playa podemos darle en parte la razón, incluso en el ámbito científico. Canarias es veterana en cuanto al estudio de nuestra estrella. Antes incluso de que se creara oficialmente el Instituto Universitario de Astrofísica (1973) se instalaba en la zona de Izaña el primer telescopio solar, corría el año 1969. En estos momentos en las cumbres de Tenerife y La Palma podemos encontrar un arsenal de telescopios que observan el Sol para escudriñarlo y conocerlo mejor. Para Manuel Collados, aún nos queda mucho por conocer, “A mi modo de ver, el mayor problema que tiene actualmente la física solar es entender los procesos de interacción entre el plasma que constituye el Sol y el campo magnético generado a su vez por ese plasma. Las corrientes eléctricas que aparecen en el plasma generan campos magnéticos y estos campos magnéticos a su vez influyen en las propiedades de estas corrientes a través de las fuerzas magnéticas sobre las partículas cargadas. De esta manera, se puede decir que plasma y campo magnético están en un delicado equilibrio en el que se están intercambiando constantemente energía. Hay veces que el plasma es capaz de concentrar su energía para amplificar el campo magnético (y convertir así parte de su energía en energía magnética) y hay otras situaciones en las que el campo magnético le devuelve esa energía al plasma y lo calienta (energía térmica) y lo acelera (energía cinética). El primero de estos procesos está relativamente bien entendido con la teoría actual. El segundo proceso, sin embargo, responsable de fenómenos como las fulguraciones o las emisiones de masa coronal o de calentar la cromosfera y la corona, todavía no es entendido bien. Hay diversos mecanismos propuestos entre la comunidad científica para poder liberar esa energía magnética y transferírsela al plasma, pero no hay todavía unanimidad sobre cuál es el proceso dominante y en qué situaciones”.

Y lo mejor está por llegar

Pronto los astrofísicos tendrán una nueva arma para interrogar al Sol, y estará en Canarias. Será el Telescopio Solar Europeo (EST, por sus siglas en inglés) el mayor observatorio solar construido hasta la fecha y en la que participarán instituciones de investigación de 17 países de la UE. Una de las personas que mejor conoce este proyecto es Manuel Collados, que ha visto nacer la criatura y cuenta los días que faltan para que se comience a construir.

“Su finalidad principal es poder profundizar en la interacción plasma-campo magnético para poder entender mejor los mecanismos mediante los cuales se intercambian energía. EST está sobre todo enfocado a aquellos procesos que convierten energía magnética en energía térmica y cinética del plasma. Estamos convencidos de que estos procesos ocurren a escalas más pequeñas de lo que permiten resolver los telescopios solares actuales. De ahí que necesitemos aumentar el diámetro del telescopio para poder ver y estudiar con mayor precisión todos estos fenómenos. Con EST esperamos poder medir las propiedades del campo magnético con mayor exactitud que actualmente, así como dónde y bajo qué condiciones deposita su energía en el plasma”.

Aunque no es un astro ni muy grande ni muy pequeño, ni muy viejo ni joven, ni demasiado brillante, ni muy caliente ni frío, es sin duda, la estrella de nuestra vida.

REDACCIÓN JUANJO MARTÍN
IMAGEN Y VÍDEO NASA


Archivado en: Revista Hipótesis
Etiquetas: Número 0, Reportaje, Ciencia y Tecnología, Juanjo Martín, Instituto de Astrofísica de Canarias

Juanjo Martín