El transporte marítimo de mercancías es fundamental en el comercio internacional, con evidentes repercusiones en nuestra vida cotidiana. Se trata de una actividad que ya se daba en los albores de la civilización y que en nuestros días se ha adaptado a las necesidades de un mercado globalizado. Ya en la antigua Grecia se usaban barcos, de pequeño tamaño para los estándares de nuestro tiempo como eran las pentecónteras (nave impulsada por 50 remeros, de donde le viene el nombre) y los trirremes, que tuvieron utilidad tanto como naves de guerra (participaron activamente en la Guerra de Troya y la Batalla de Salamina) como para el transporte de mercancías. Actualmente el transporte comercial se apoya en grandes buques capaces de transportar miles de toneladas; se movilizan así miles de contenedores con productos de todo tipo, desde alimentos hasta maquinaria y materiales de construcción.

A nadie se le escapa que esta actividad tiene un notable impacto en nuestro día a día. Es gracias al transporte marítimo de mercancías que se asegura el abastecimiento de bienes en nuestras tiendas y supermercados. Si no fuera por este tipo de transporte, no disfrutaríamos en nuestros supermercados de frutas tropicales o de productos electrónicos en los comercios del ramo. El transporte marítimo juega también un papel decisivo en la economía global. El comercio internacional se basa en el intercambio de bienes y servicios entre países, y el transporte marítimo es un medio esencial para llevar a cabo estas operaciones. Si este tipo de transporte de mercancías se paralizara, el comercio se vería gravemente afectado y, en consecuencia, también lo haría la economía global. Esto lo hemos visto recientemente cuando el buque Ever Given, en marzo de 2021, con sus 400 metros de largo y más de 20000 contenedores, encalló en el Canal de Suez, interrumpiendo el comercio mundial. Pero el transporte marítimo contribuye también a la creación de empleo. Desde tripulantes de barcos hasta trabajadores de puertos y empresas logísticas, este sector genera miles de empleos en todo el mundo.

«Los puertos almacenan y distribuyen las mercancías que han sido descargadas de los buques para lo cual cuentan con la infraestructuras necesarias para la manipulación y procesamiento eficiente de dichas mercancías»

Los puertos son puntos de entrada y salida para los buques que transportan mercancías. Es en estos donde se cargan y descargan las mercancías y también lugares de tránsito y escala para los buques, en su camino hacia otros destinos. Los puertos almacenan y distribuyen las mercancías que han sido descargadas de los buques para lo cual cuentan con la infraestructuras necesarias para la manipulación y procesamiento eficiente de dichas mercancías. Pero no solo se trata de importaciones sino también para la exportación. En el caso de España, desde vino y aceite de oliva hasta automóviles y maquinaria industrial. Todos estos bienes salen de nuestro país a través de los puertos hacia destinos en todo el mundo.

En el contexto portuario, durante los últimos años se han ido incorporando múltiples tecnologías con el objetivo de mejorar la eficiencia y eficacia de las operaciones para manipular las mercancías. De entre ellas la Inteligencia Artificial (IA) sobresale especialmente, hasta el punto de que ha acabado convirtiéndose en uno de los motores de mejora y creación de valor más importantes. Se entiende por IA la rama de la informática que se ocupa del desarrollo de sistemas y tecnologías que permiten a las máquinas imitar o superar el comportamiento inteligente propio de los seres humanos; actividades tales como el reconocimiento de patrones, la resolución de problemas, el procesamiento del lenguaje natural y la toma de decisiones. 

En nuestra vida cotidiana, la IA se viene utilizando en tareas que normalmente requerirían esfuerzo humano, como responder preguntas, procesar grandes cantidades de datos y tomar algunas decisiones. El resultado es un ahorro importante de tiempo y esfuerzo que resulta especialmente relevante en áreas como la medicina, la economía y la logística. Desde hace años estamos viendo cómo la IA está cada vez más presente en nuestras vidas. Por poner algunos ejemplos, muchas plataformas, como Netflix, Spotify o Amazon, utilizan la IA para recomendarnos productos o contenidos, basándose en nuestras preferencias y hábitos de consumo. Muchas personas utilizan asistentes virtuales como Siri o Alexa para hacer preguntas, programar recordatorios, reproducir música o controlar dispositivos del hogar. Estos asistentes utilizan la IA para entender y responder a nuestras preguntas y solicitudes. La IA es clave en el desarrollo de vehículos autónomos, que pueden tomar decisiones y evitar obstáculos sin necesidad de intervención humana.

¿Cuál es la situación en el caso del transporte marítimo de mercancías?

¿Cuál es la situación en el caso del transporte marítimo de mercancías? Una de las principales formas en que la IA está contribuyendo a su eficiencia es mediante el uso de sistemas de predicción de la demanda. Estos sistemas utilizan algoritmos para analizar grandes cantidades de datos y predecir con precisión la demanda de mercancías en diferentes puertos. Otra forma en que la IA está mejorando el transporte marítimo es a través del uso de tecnología de visión por ordenador para la clasificación y empaquetado de mercancías en los puertos. La tecnología de visión por ordenador permite a los trabajadores portuarios escanear rápidamente y clasificar las mercancías, lo que reduce significativamente el tiempo que se tarda en cargar y descargar buques. Además, la IA también está siendo utilizada en la gestión de tráfico marítimo. Los sistemas de IA pueden analizar en tiempo real la información de tráfico marítimo y sugerir rutas más eficientes para los buques, lo que reduce el riesgo de accidentes y permite una mejor gestión del tráfico marítimo en los puertos.

Pero con ser importantes estos avances, estamos al comienzo del camino. El futuro del transporte marítimo de mercancías se verá transformado drásticamente gracias a la IA. En un futuro cercano, los buques serán capaces de navegar de forma autónoma, lo que aumentará su eficiencia y seguridad; serán capaces de optimizar sus rutas de acuerdo al clima, las condiciones del mar y el tráfico marítimo, para luego ser manipulados en puertos completamente autónomos. En fin, podemos estar seguros de que la IA permitirá un transporte marítimo de mercancías más seguro, eficiente y sostenible en el futuro.

AUTOR Christopher Expósito Izquierdo

ILUSTRACIÓN CARLA GARRIDO