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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el plátano es uno de los frutos más producidos, comercializados y consumidos a escala mundial. Aunque el plátano procede del sudeste asiático, existen evidencias que corroboran su llegada a Canarias en el siglo XV, procedente de África, de la mano de expediciones portuguesas. Rápidamente, el cultivo comenzó a crecer en las islas debido a las favorecedoras características climáticas de la región. Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX cuando comenzó a desarrollarse la producción a gran escala. El interés de los viajeros ingleses que llegaban a las islas permitió fomentar la exportación del fruto al Reino Unido y otras partes de Europa a través de compañías británicas. De hecho, la relevancia de esta relación comercial fue tan importante, que a orillas del Támesis llegó a existir una zona denominada “Muelle Canario». Desde entonces las exportaciones del plátano se han mantenido en el mercado europeo con ciertos altibajos, aunque en la actualidad el mayor porcentaje del producto se comercializa en la Península Ibérica.
Canarias es la principal región productora de plátano de España (y de Europa), duplicando a la segunda en el ranking (Murcia), con una producción media anual de 375.000 toneladas de fruta y más de 8600 hectáreas cultivadas, según los últimos datos recogidos. De hecho, la industria platanera es uno de los principales sectores económicos de las islas, generando unos 15000 puestos de trabajo directos e indirectos, aglutinando así el 50% del empleo asociado a este sector en las regiones Ultraperiféricas de la Unión Europea.
El clima subtropical y suave de Canarias, permite que el plátano alcance el grado de madurez adecuado para su consumo de forma más lenta que el fruto producido en otras regiones. Esto le proporciona un sabor más dulce y un aroma característico que hacen del plátano de Canarias uno de los de mayor calidad a nivel internacional. Por este motivo, desde el año 2013 el plátano canario es el único a nivel mundial reconocido con el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP), distinción que avala la singularidad, origen y calidad del producto cultivado en la región.
Sin embargo, el sector platanero de Canarias se enfrenta a diversas problemáticas que dificultan el desarrollo del cultivo y limitan la competitividad del producto a nivel internacional. Una de estas limitaciones es la reducida extensión de terreno de la región que impide el desarrollo de grandes producciones y, por tanto, el abaratamiento del producto. De la misma forma, la localización geográfica de las islas conlleva un coste adicional en las exportaciones y, por lo tanto, un incremento considerable en el precio final, impidiendo que los productores canarios puedan competir con otros productores americanos y asiáticos. Esta situación se ha visto recrudecida en los últimos años debido a las restricciones asociadas a la pandemia del Covid-19 y las consecuencias que ha tenido la erupción del volcán Tajogaite en la isla de La Palma, la tercera isla con mayor producción platanera de la comunidad. Por otro lado, en este último año 2023, el incremento de las temperaturas ha dado lugar a una superproducción, abaratando precios, lo que ha derivado en la necesidad de retirar del mercado grandes cantidades de producto (22 millones de kilos). Esto supone importantes pérdidas para los agricultores y el desecho de una gran cantidad de alimentos, en contra de las líneas de actuación establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en la Agenda 2030. Todo ello, lleva a la necesidad de buscar alternativas a un sector fundamental en la economía de las Islas.
Una de las líneas de trabajo en este sentido es la revalorización de subproductos de la industria platanera. De esta manera, materiales como la hoja, el pseudo-tallo o la piel del fruto podrían ser evaluados como posibles productos de interés a nivel nutricional o farmacéutico debido a la presencia de compuestos bioactivos, como los antioxidantes, beneficiosos para la salud. Hasta la fecha, la revalorización de estos productos se había centrado fundamentalmente en el sector agrícola (como abono o fertilizantes) y textil (producción de fibras), pero la exploración de su uso en el ámbito nutricional o farmacéutico aún se encuentra en un estadio inicial.
En este sentido, el Grupo de Investigación AQAIMPA, de la Universidad de La Laguna, está desarrollando actualmente un proyecto en el que se lleva a cabo la evaluación de posibles compuestos bioactivos de interés en los distintos subproductos de la industria platanera de Canarias con el fin de llevar a cabo su revalorización y utilización en los sectores anteriormente mencionados. Esta estrategia está en línea con los principios de la Economía Circular, evitando la generación de residuos y permitiendo ampliar las líneas de producción y, por tanto, el rango de mercado, para el sector platanero. Además de ello, el proyecto también plantea la evaluación de la seguridad de los nuevos productos mediante el análisis de posibles contaminantes (i.e. plaguicidas, migrantes de plásticos) que puedan existir en los mismos y poner en riesgo a los consumidores.
Este estudio se plantea desde la óptica de la química verde, llevándose a cabo mediante el uso de procedimientos analíticos en línea con los principios de esta, lo que permite el desarrollo de un flujo de trabajo sostenible y plantea una propuesta alternativa, respetuosa con el medioambiente. Esto permitiría solventar las limitaciones actuales a las que se enfrentan los agricultores, así como, impulsar el sector platanero de Canarias, ampliando su mercado con propuestas alternativas, seguras y de interés para los consumidores.
Autores: Bárbara Socas-Rodríguez, Antonio V. Herrera-Herrera
Archivado en: Revista HipótesisEtiquetas: Número 17 Artículo, Hipótesis, Universidad de La Laguna
Química
bsocasro@ull.edu.es
Doctora por la Universidad de La Laguna con la tesis Development of analytical methodologies for the determination of compounds with oestrogenic activity 2017. Dirigida por Dr. Miguel Ángel Rodríguez Delgado, Dr. Javier Hernández Borges.
Doctor por la Universidad de La Laguna con la tesis Avances en el desarrollo de estrategias analíticas para la determinación de residuos de antibióticos en muestras de interés agroalimentario y medioambiental 2013. Dirigida por Dr. Javier Hernández Borges, Dr. Miguel Ángel Rodríguez Delgado.
avherrer@ull.edu.es