10 de mayo de 2022 – 00:00 GMT+0000Compartir
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Es muy posible que hayan oído hablar de los pinzones de Darwin, esos pájaros originarios de las islas Galápagos en los que este naturalista inglés del siglo XIX basó su famosa Teoría de la Evolución. Estos pinzones, siguiendo procesos evolutivos y de selección natural, adaptaron sus picos según el tipo de alimentación para así evitar competir entre ellos por un mismo recurso, generando, a partir de un ancestro común proveniente del continente, numerosas especies. Este proceso evolutivo se conoce como radiación adaptativa. Las islas oceánicas, como las Galápagos o las Canarias, son islas volcánicas que surgieron del fondo del mar, carentes de flora y fauna, y son laboratorios naturales donde podemos estudiar los procesos evolutivos responsables de la diversificación de los organismos.
En Canarias habitan unas arañas del género Dysdera, que son un ejemplo de radiación adaptativa que recuerda a la observada en los pinzones de Darwin. Estas arañas se encuentran en diferentes hábitats de nuestras islas, desde zonas costeras hasta las cumbres, en los bosques de laurisilva y los pinares, en las zonas de alta montaña y en el medio subterráneo. Son inofensivas para el ser humano y juegan un papel importante en nuestros ecosistemas. Estas arañas se han diversificado en nuestras islas; se han descrito más de 50 especies endémicas, únicas de nuestro archipiélago, a las que se siguen sumando otras (al menos hay 12 nuevas especies que están siendo descritas en la actualidad). Para que nos hagamos una idea de la importancia de este hecho, Canarias es el lugar del mundo donde existe el mayor número de especies endémicas de arañas del género Dysdera.
¿Y qué tienen de especial las arañas Dysdera? Una de esas características es su distribución teniendo en cuenta que hay más de 60 especies en nuestras islas. En algunos entornos coexisten muchas especies; todas compitiendo entre sí por su espacio, el alimento y otros recursos. La evolución ha dado como resultado que, en estos casos, las especies se diferencien en tamaño y, sobre todo, en la morfología de sus piezas bucales, con las que cazan y se alimentan. Las Dysderas se han especializado en alimentarse de cochinillas de la humedad, unos invertebrados que no son muy apetecibles para otros depredadores; entre otras razones porque acumulan metales pesados, tienen un exoesqueleto duro y se arrollan sobre sí mismos a modo de bolita que dificulta su captura. Sin embargo, estas arañas, según la especie de que se trate, muestran morfologías diferenciadas en sus piezas bucales (como en el caso de los picos de los pinzones) que les permiten cazar cochinillas con diferentes estrategias. Algunas pueden consumir una gran variedad de presas, son generalistas; otras, en cambio, se han especializado y se alimentan sobre todo de cochinillas de la humedad. En estos casos nos encontramos con distintos grados de especialización. Esta diferenciación es lo que permite que puedan coexistir diversas especies en un mismo ecosistema, ya que en gran medida no compiten entre ellas.
La autora, profesora e investigadora Viera y Clavijo en el Departamento de Biología Animal, Edafología y Geología de la Universidad de La Laguna, como miembro del grupo de investigación “Sistemática, Biogeografía y Evolución de artrópodos de Canarias” lleva estudiando desde hace más de 10 años a este interesante género de arañas, en particular los mecanismos que operan en la marcada diversificación que muestra. Como resultado de estos estudios, realizados en colaboración con grupos de las universidades de Barcelona, Aarhus (Dinamarca) y Kentucky (EEUU), se ha descubierto que el ancestro de las Dysderas que colonizó Canarias desde el continente era una especie generalista, es decir, se alimentaba de gran variedad de presas. Sin embargo, una vez en las islas algunos linajes se especializaron en alimentarse de cochinillas. En el proceso experimentaron una serie de cambios, tanto en la estructura y morfología de sus piezas bucales como en su metabolismo, lo que les permitió explotar unos recursos tróficos a los que otros depredadores no podían acceder. Se ha podido comprobar que las especies especialistas, crecen mejor y utilizan de forma más eficiente los nutrientes cuando se alimentan de cochinillas de la humedad que cuando lo hacen de otras presas; algo que no se observa en las especies generalistas. Una de las líneas de trabajo que desarrolla el grupo en estos momentos consiste en secuenciar el contenido del estómago de las arañas; a través de estos análisis es posible detectar el tipo de presas de las que se alimentan, lo que permitirá conocer mejor el nivel de especialización de estas especies de arañas canarias.
Las investigaciones realizadas a lo largo de los últimos años han contado con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación y el Ministerio de Educación y Ciencia de España, así como de la Carlsberg Foundation de Dinamarca.
AUTORA Nuria Macías Hernández
ILUSTRACIÓN CARLA GARRIDO
Archivado en: Revista HipótesisEtiquetas: Número 11, Artículo,, Biodiversidad y Medioambiente, Universidad de La Laguna
Biología Animal, Edafología y Geología
nemacias@ull.es