
Agua o fuego, la duda de Humboldt en el Teide
La ciencia es una actividad profundamente humana, precisa de una atenta observación a todo lo que nos rodea, necesita de una buena capacidad de asombro para detectar las sorpresas y claves ocultas en la naturaleza y, por supuesto, requiere de imaginación e ingenio para encontrar las posibles respuestas. Las actuales herramientas para llevar a buen puerto ese proceso de descubrimiento se han ido forjando, poco a poco, durante los últimos siglos, gracias a la insaciable curiosidad por el mundo de un puñado de inconformistas curiosos y su afán por lanzar ideas y comprobar si eran ciertas.