Cristian Martín Abreu
Covadonga Rodríguez González
Ana Galindo Giménez
Universidad de La Laguna
El medio marino presenta numerosos ecosistemas entre los que destacan los intermareales y los pastos marinos (sebadales); en ambos casos estos ecosistemas se caracterizan por albergar una gran variedad de individuos y, particularmente… de colores.
El color de los organismos marinos viene determinado por diversos factores. Uno de ellos es la luz, clave tanto para la regulación de la temperatura (a mayor incidencia lumínica, mayor temperatura) como para la fotosíntesis. Otro factor determinante del color es la alimentación, en el que juegan un papel relevante los carotenoides, pigmentos naturales responsables de la tonalidad rojiza de los organismos que los contienen. Los animales marinos no son capaces de sintetizar carotenoides, por lo que los obtienen de la ingesta de organismos fotosintéticos, hongos y bacterias heterótrofas. También influyen en el color las relaciones entre especies, en especial la simbiosis, que es la que se establece entre individuos de distintas especies en la que ambos obtienen beneficios. Uno de los casos más conocidos de simbiosis marina es la que se da entre las zooxantelas y los corales. Las zooxantelas son algas, en muchos casos dinoflagelados, y por tanto requieren de una buena luz para realizar la fotosíntesis. En la relación entre algas y corales se cree que el coral protege a las zooxantelas mientras que estas aportan nutrientes y su color característico a los corales. De acuerdo con este modelo, cuando las zooxantelas abandonan el coral, este pierde el color, proceso que se denomina “blanqueamiento del coral” o “bleaching”, y provoca la muerte del coral. Entre las causas que se han encontrado para explicar el abandono de las zooxantelas está el descenso de la salinidad (exceso de agua dulce), el aumento de la temperatura o las enfermedades causadas por agentes patógenos.
El color en las especies marinas cumple diversas funciones, como la de servir de camuflaje y medio de defensa y también en el cortejo y la reproducción. En el caso del camuflaje se habla de la “coloración críptica”, como la que permite al animal generar patrones y manchas en su cuerpo que se asemejan al entorno en el que se encuentra de tal manera que pasan desapercibidos para los depredadores. Pero cuando el color sirve como señal de advertencia o de defensa, se habla de “coloración aposemática”; es el caso del animal que genera patrones de color llamativo que advierten al resto de su toxicidad.
En el caso del cortejo y la reproducción, la coloración sirve para llamar la atención y es marcadamente diferente según se trate del macho o de la hembra (dimorfismo sexual). De estos colores son responsables en gran medida los pigmentos, especialmente los carotenoides. Los colores y la intensidad de los mismos pueden influir en la preferencia de las hembras por machos ya que, al obtenerse estos a través de la dieta, su cantidad sería un indicador de la salud general del individuo. Otros pigmentos importantes, junto a los carotenoides, son las melaninas; pigmentos grisáceos que, a diferencia de los carotenoides, no se obtienen en la dieta, sino que son sintetizados por el organismo. Las melaninas son producidas por los machos como una respuesta conductual frente a otros competidores, en las que se vuelve más oscuro como medio de imponerse en época de apareamiento o para marcar territorio.
El color está presente también, como un elemento central, en el fenómeno de la bioluminiscencia, especialmente en el caso de las esponjas. Si bien hasta hace poco se atribuía la generación de luz a bacterias bioluminiscentes que se encontraban alrededor de las esponjas, recientemente se ha detectado la existencia de una enzima, la luciferasa, que es responsable de la oxidación del pigmento luciferina en una reacción que genera luz. Luz cuyo color depende de la composición de la luciferina.
Otro ejemplo del papel del color lo encontramos en el caso del pulpo de anillos azules (género Hapalochlaena). Hasta ahora se desconocía el mecanismo responsable del color e iridiscencia de sus anillos. Sin embargo, recientemente se han encontrado evidencias que apuntan a que la iridiscencia se produce por la relajación y contracción de los músculos que se encuentran alrededor de los anillos, de tal manera que cuando el animal se siente amenazado muestra esta coloración aposemática para advertir a los depredadores.
El medio marino es diverso, no sólo en tamaños y formas, sino también en colores, que juegan un papel vital. Conocer las funciones del color en las relaciones entre los organismos marinos, y entre estos y su entorno, es un desafío complejo, pero necesario.