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En el último año el número de viviendas vacacionales se ha triplicado suponiendo un gran problema para nuestro país. Canarias es la segunda comunidad autónoma más afectada registrando un total de 47.000 viviendas dedicadas única y exclusivamente al alquiler vacacional. Este aumento se debe a que este tipo de viviendas le generan al propietario el doble de beneficios, pues pueden ir alquilando la propiedad por cortos periodos de tiempo al precio que esté en el mercado, es decir, como el contrato de alquiler dura poco, puede aumentar y disminuir los precios cuando vea conveniente. Por el contrario, si este propietario pone la vivienda en alquiler a una familia, normalmente este contrato dura mínimo 3 años, por lo que se está comprometiendo a cobrarles la cantidad de dinero pactada durante ese periodo. Esto podría suponer una pérdida ya que si aumenta el precio de los alquileres él seguirá cobrando lo mismo debido el contrato que firmó y, por tanto, no obtendrá ese dinero extra que conseguiría si alquilara la vivienda en el momento de la subida de precios.
Esta es una breve explicación de uno de los muchos motivos que han hecho y siguen haciendo que tantos propietarios se están pasando al mercado de las viviendas vacacionales, sin embargo, no hay nadie que nos pueda explicar mejor estos motivos que uno de ellos. Por esa razón hemos entrevistado a David Morales, un hombre que posee una vivienda en el municipio de La Oliva, Fuerteventura, y actualmente la tiene en alquiler turístico. Ante la pregunta de qué le impulsó a pasarse al mercado del alquiler turístico nos respondió lo siguiente: “Llevaba tiempo pensándolo y como empecé a notar que cada vez más gente tenía malas experiencias con su inquilinos, principalmente derivadas de que no se querían ir, no me lo pensé dos veces. Mi mayor miedo era que la familia a la que le alquilara la vivienda se convirtiera en okupa y el miedo sigue existiendo pero como ahora mis inquilinos son turistas de paso, que no vienen a quedarse, ha disminuído. Además, después de llevar un año y medio en este mercado, puedo afirmar que gano el doble de beneficios de lo que ganaba antes”.
A pesar de que uno de los principales factores que animan a los arrendatarios a poner sus viviendas vacacionales es la obtención de mayores beneficios, como mencionamos antes, otro factor que ha hecho aumentar notablemente el número de estas viviendas en el último año es el incremento de personas okupa. Las okupaciones en Canarias han aumentado un 7,3% en el último año, lo que supone que, aproximadamente, son okupadas dos casas en nuestro archipiélago cada día. Al observar estos datos, los propietarios se asustan y, como consecuencia, dejan de alquilar sus viviendas por largos periodos de tiempo para que esto no les ocurra. Sin embargo, al hacer esto no están pensando en el importante problema que esto supone para las familias de la localidad, es decir, las familias que quieren un hogar para vivir y no para pasar sus vacaciones. El problema consiste en que estas familias no encuentran un piso o casa en el que vivir, pues muchas de las que hace dos años estaban disponibles para alquilar, ahora se han convertido en pisos turísticos. Además, la escasez de viviendas para uso residencial está generando que aumente el precio de éstas, haciendo imposible para muchas familias poder permitirse tener un hogar.
Lidia Espina es una madre soltera, también del municipio de La Oliva, a la que se le va a acabar el contrato de alquiler y, por tanto, está buscando una nueva vivienda en la que alojarse. Lleva cuatro meses buscando y le está resultando una tarea muy difícil ya que piden grandes sumas de dinero que no se puede permitir por apartamentos de tan solo una habitación. Hablamos con ella, al igual que con David, y durante su entrevista nos contó su historia e hizo un llamamiento para todos aquellas personas que se están planteando llevar a cabo un alquiler turístico: “Si os estáis pensando poner vuestra vivienda vacacional, por favor pensar en las personas de vuestra localidad, en todas las familias a las que les estais quitando la oportunidad de tener una vivienda en condiciones y poder construir un hogar. Sí, seguramente obtengáis más beneficios pero si los precios siguen subiendo de esta manera, poca gente estará dispuesta a pagarlos y os aseguró que vuestro miedo porque vuestra casa sea okupada se hará más probable ya que será la única alternativa que tengan muchas personas. Por lo tanto, pensarlo, vale más cobrar menos a una persona noble que sabes que te va a pagar, que seguir elevando los precios y al final poder llegar a perder vuestra propiedad”.
Tras analizar el problemas desde ambas perspectivas podemos comprobar que afecta a ambas posturas, es decir, tanto a arrendatarios como a las familias que buscan una residencia, ya que a pesar de que los arrendatarios ven más beneficios que perjuicios en él, también pueden verse afectados, por ejemplo, con el mencionado antes, problema de okupamiento. Como respuesta a que tantas familias se están quedando sin hogar el Gobierno de Canarias quiere poner en vigor una ley que establezca medidas para frenar el alquiler vacacional. En otras ciudades ya se han puesto en práctica medidas similares, por ejemplo, en Bilbao solo se puede alquilar una vivienda vacacional por edificio. Sin embargo, el alquiler turístico no solo afecta a España, sino que también a otras grandes ciudades como Nueva York, donde para frenar este fenómeno el Gobierno ha prohibido alquilar una vivienda por menos de 30 días sin que su propietario esté en ella.
En conclusión, el auge del alquiler vacacional está generando beneficios a algunos pero está haciendo que problemas como la okupación se hagan más probables, además, está dejando a innumerables familias sin hogar en el que residir o haciendo que éstas lleguen justas a final de mes para poder pagar un hogar.
Autora: Yaiza García Paz
Archivado en: Revista HipótesisEtiquetas: Número 17 Artículo,