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Los xenotrasplantes han supuesto un nuevo método para salvar vidas, que pese a las dificultades que ha sobrepasado y que aún siguen siendo estudiadas para superarlas es de las mejores opciones frente a la crisis de órganos.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad actualmente, es la escasez de órganos donantes para trasplantes, ya que según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, son realizados alrededor de 114.000 trasplantes al año en todo el mundo, siendo esta cifra menor al 10% de las necesidades requeridas mundialmente. Por esta razón se han buscado otras alternativas a los trasplantes, dando con una de las respuestas más útiles y polémicas a este problema, siendo los xenotrasplantes.
Los xenotrasplantes son trasplantes entre especies filogenéticamente diferentes, es decir, entre animales que no pertenecen a la misma especie. El descubrimiento de este nuevo tipo de aplicamiento ha abierto varias dudas en la comunidad científica, como cuáles serían las especies candidatas que pueden darnos un acceso ilimitado a órganos donantes y que comparta similitud con nuestros órganos, y a su vez, de la que tengamos una total disponibilidad, siendo el candidato más apto para esta causa el cerdo. Sin embargo, pese a ser la opción más acertada anatómicamente, inmunológicamente hablando, las especies con menos riesgo de rechazo son los primates no humanos (PNH), ya que hemos compartido nuestro árbol evolutivo a lo largo del tiempo y nuestros órganos comparten varias similitudes, pero el mayor problema a la hora de aplicar estos es su tamaño, ya que no son proporcionales al tamaño del corazón humano, dando esta diferencia entre las 3 especies:
Cerdos
Humanos
PNH
Ancho
8-10 cm
8-9 cm
Largo
12-15 cm
12-14 cm
10-12 cm
Groso
6-8 cm
Sin embargo, al usar los órganos de cerdo como un trasplante en un cuerpo humano o en un PNH, el cuerpo genera una respuesta inmune de rechazo y este proceso es aplicado de manera inmediata al cuerpo, siendo esto denominado como rechazo hiperagudo. Este proceso es definido como la eliminación del injerto a través de los anticuerpos, ya que este es reconocido como un objeto invasor, y es destruido entre la primera hora, que es lo más usual, hasta las 24 horas siendo el máximo tiempo posible. Tambien hay mas riesgos a la hora de emplear este método, como la generación de xenozoonosis en el paciente receptor, siendo esta condición es definida como el contagio de una enfermedad de origen animal, como la gripe aviar, que también puede ser transmitida por cerdos, a un ser humano a través del trasplante. A pesar de que existe este riesgo, hay muchas formas de evitarlo y una de estas es la utilización de técnicas genéticas como el CRISPR/Cas9 o el TALEN, utilizando esta tecnología para modificar genéticamente a los animales donadores y evitando casi en su totalidad la aparición de estos virus en el huésped, y hoy en día se han registrado casos de más de 40 tipos de cerdos que ya han sido modificados genéticamente para que ellos y su descendencia no sean infectados por estas enfermedades.
Este método puede parecer bastante novedoso, es una idea que ha existido desde hace más de 300 años aproximadamente, ya que el primer registro de un xenotrasplante exitoso es el de Jean Baptiste Denis, al transfundir sangre de un cordero a un joven para poder controlar su fiebre, lográndolo con éxito. Otro caso, pero mucho más reciente, es el de David Bennett, que a sus 57 años, fue la primera persona en recibir un trasplante de un cerdo modificado genéticamente el 7 de enero de 2022, ya que su estado era extremadamente débil y fue su última opción antes de fallecer, logrando vivir 2 meses más con este órgano. Sin embargo, Bennett falleció el 8 de marzo del mismo año ya que su estado de salud se deterioró aún más y pasó a ser terminal, dejando ya sin ninguna otra opción más que esperar lo inevitable. Pero su sacrificio no fue en vano, ya que su tratamiento fue evaluado y estudiado el desarrollo del cuerpo en todo ese tiempo para ver cómo reaccionaba con el órgano, ayudando a resolver las dificultades de este método y a su vez, “dando un paso más para mejorar la crisis de órganos a la que se enfrenta el mundo”, como dijo el cirujano Bartley Griffith, el cirujano responsable del tratamiento de Bennett.
A pesar de estos ejemplos y avances que han sido exitosos, en España no se tiene en la mira llegar a incorporar este método en nuestros hospitales, tanto por dudas sobre la eficacia de esta aplicación como por el criterio de inclusión en los pacientes y la ética detrás de este procedimiento, como declara la presidenta de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Dominguez-Gil. Con respecto a lo que se cuestiona éticamente, se habla sobre unos criterios que debe cumplir el paciente para poder llegar a ser planteado la opción de un xenotrasplante frente a un trasplante humano a humano. Sin embargo, la Dra. Dominguez no ha negado la efectividad de este proceso, ya que como dijo “entender que un paciente que está en una situación clínica muy deteriorada, para el que no se espera recibir un órgano a tiempo, pueda ser planteable”, que deja la incógnita de ¿Por qué esto no puede ser planteado más a lo general? dejando a gente con condiciones no deseables durante más tiempo del que puede llegar a ser necesario.
Enfocándonos un poco más en Canarias, sabemos que la ONT abarca a toda la nación, por ello es esperable que la opinión de Canarias se comparta con la de la presidenta, sin embargo, ¿esto es buena idea? Desde un estudio del ISTAC, hemos visto que la cantidad de trasplantes en las islas ha aumentado a un total de 227 trasplantes en 2023, siendo un 30,46% más frente al año anterior y esto debería comenzar a ser prevenido o a ser mejorado, pero eso depende solo de los altos mandos al fin y al cabo.
Autor: David A. Pinto Jaramillo
Archivado en: Revista HipótesisEtiquetas: Número 17, Artículo,