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Unas jornadas sobre evaluación por competencias despeja algunas dudas sobre la convergencia europea

viernes 11 de julio de 2008 - 00:00 GMT+0000

El rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, inauguró hoy viernes 11 de julio unas jornadas destinadas a explicar qué es la evaluación por competencias y cómo, a partir de ahora, los alumnos deberán adquirir otras capacidades más allá de lo que estrictamente fijan los programas académicos. En este entorno, el vicerrector de Ordenación Académica, José María Palazón, realizó la primera intervención para desmentir o resituar algunos de los comentarios más comunes sobre el proceso de convergencia europea.

A su juicio, pensar que el proceso de convergencia europea supone la unificación de la educación superior de todo el continente es un error. Sólo se trata de armonizar, no de homogenizar, porque el fin último es crear títulos comparables, pero no iguales.

Es cierto que la reforma educativa pasa del título de licenciado en cinco años al grado en cuatro años. El propósito no es reducir la duración de los estudios, sino reformar los planes para que la duración sea real, es decir, para que el estudiante curse los estudios en los años estipulados para ello, y no casi en el doble, como sucede actualmente en algunas titulaciones.

En opinión de Palazón, hay una sobre cualificación de los titulados que debe ser rediseñada. Al mismo tiempo, esta aminoración en años de las titulaciones de grado permitirá la inserción en el mercado laboral de forma más temprana. «El objetivo de este sistema es lograr un título universitario lo antes posible, con un diseño serio basado en el desarrollo de las competencias».

Todo ello significa, no sólo que hay que pasar contenidos del grado al posgrado, sino que pone en boga un concepto tan criticado y poco conocido como es la empleabilidad, de la que se dice, añadió el vicerrector, que pervierte y degrada la educación superior. Su opinión sin embargo es bien contraria: «La empleabilidad es un concepto más dinámico y complejo que el empleo, porque busca desarrollar en la persona la capacidad de conseguir trabajo y conservarlo».

De hecho, explicó, este proceso se inicia antes de la entrada en la universidad y se mantiene después de titulado, en el sentido de que la profesión se va construyendo a lo largo de toda la vida. En este punto, la universidad debe procurar un balance entre formación técnica y científica para trabajos concretos y otras competencias del universitario, explicó el vicerrector. «Y todo eso es la empleabilidad».

En cuanto a los másteres Palazón señaló que son una pieza clave en el diseño del aprendizaje a lo largo de la vida, y deben además ofrecer una especialidad al graduado que lo cursa. «Hay que insertar másteres donde se detecte una demanda de formación complementaria», agregó.

Sobre la tan nombrada desaparición de las clases magistrales y de los exámenes, el responsable académico aclaró que no desaparecerán como tales, pero que no constituirán desde luego las únicas opciones didácticas, como sí lo han sido hasta ahora.

Para concluir, Palazón destacó que con el nuevo sistema de enseñanza habrá más y mejores titulaciones, en el sentido de que se reestructurarán para hacerlas más atractivas. «Debemos acostumbrarnos a diseñar títulos pensando en las necesidades formativas de los alumnos, y no en las cargas docentes de los profesores».


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