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CETOBAPH confirma que el fondo marino de la Restinga vuelve a la normalidad tras el proceso volcánico

lunes 23 de abril de 2012 - 12:45 GMT+0000

El proyecto CETOBAPH, “Cetáceos, Oceanografía y Biodiversidad de Aguas Profundas de La Palma, El Hierro y Tenerife”, en el que participa la Universidad de La Laguna, ha descubierto que los fondos oceánicos de la zona de la Restinga, en El Hierro, han vuelto a la normalidad, a excepción de la zona más cercana al cono volcánico, en un radio de 500 metros. Los resultados de la campaña fueron revelados recientemente en una rueda de prensa a bordo del buque Cornide Saavedra, con el que se realizaron las investigaciones.
 

El proyecto está liderado por Natacha Aguilar, directora de la línea de investigación de cetáceos de la Universidad de La Laguna y ha contado con la participación de investigadores de las dos universidades de canarias, el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) del CSIC y del Instituto Marino de Bergen, en Noruega. La campaña está financiada por el anterior Ministerio de Ciencia e Innovación.

CETOBAPH tenía como objetivo principal conocer mejor los ecosistemas marinos profundos que rodean al archipiélago canario, porque éste es uno de los pocos lugares del mundo con poblaciones costeras  de cetáceos de buceo profundo, como los zifios, calderones y cachalotes. Estos grandes depredadores realizan la misma función que los felinos en tierra, y se han adaptado a explotar recursos diferenciados a profundidades que pueden superar los dos kilómetros. El proyecto consiguió recopilar datos sobre nuevas especies de aguas profundas, fenómenos oceanográficos de las islas y sobre la distribución de la biomasa y la productividad marina.

La campaña comenzó en El Hierro, donde los investigadores Eugenio Fraile, del Instituto Español de Oceanografía en Tenerife, y Magdalena Santana y Melchor González, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), pudieron constatar que  las aguas de El Hierro han vuelto a la normalidad. Se demostró también que las poblaciones residentes de zifios no se han desplazado y además se detectaron en la zona otros cetáceos como rorcuales tropicales y delfines. Todos estos datos, unidos a los resultados de las pescas en la zona, sugieren que las aguas de la zona oceánica del Hierro están recuperándose favorablemente tras la erupción volcánica. 

Se realizaron además grabaciones de video en el volcán de El Hierro con una cámara de la ULL, a una profundidad de hasta 200 metros, que servirán para estudiar la reconolización de los fondos del volcán por la fauna y flora marinas.

Otros análisis

Además de las investigaciones en El Hierro, CETOBAPH realizó análisis en las aguas de La Palma y Tenerife. En la primera se estudiaron los movimientos migratorios que realiza la fauna marina de la capa denominada “de reflexión profunda”, formada por peces de pequeño tamaño que de día se ocultan en las profundidades oceánicas para huir de sus depredadores.

En Tenerife este grupo investigó, gracias a la colaboración de Verónica Benítez, del IEO, la existencia de un giro ciclónico, en sentido contrario a las agujas del reloj, entre las aguas de Tenerife y La Gomera. Este giro ciclónico podría originar un aumento de la biomasa en la zona, por lo que sería una de las razones de la abundancia de fauna marina en la zona y de una población residente de unos 300 calderones del sur.

El proyecto CETOPAPH ha constatado que las aguas profundas de Canarias presentan una alta diversidad de peces, muy superior a las de las aguas más al norte, como afirma el investigador noruego Rupert Weineroigher, que participó en la campaña. Los datos recopilados en estas investigaciones se analizarán en la ULL para describir la comunidad de peces de las islas y servirán para el estudio de varias especies poco conocidas y también de un tipo de calamar, que podría tratarse de una nueva especie a nivel mundial.

(Nota cedida).
 


Archivado en: Investigación, ULL