La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de La Laguna cuenta desde hoy, jueves 7 de febrero, con un nuevo equipo de gestión compuesto por José Antonio Álvarez González en calidad de decano; María Victoria Pérez Monteverde como vicedecana de Títulos de Grado y Posgrado; Francisco Javier Ramos Real como vicedecano de Investigación, Relaciones Externas y Alumnado; Diana Martín Azami como vicedecana de Equipamiento, Innovación y Nuevas Tecnologías; y José Enrique Rodríguez Hernández como secretario.
El nuevo decano ha sido designado directamente por el rector para asegurar la continuidad administrativa de la facultad tras haberse celebrado unas elecciones para renovar el equipo del centro a la que no se presentó ningún candidato. Álvarez González recalca, por tanto, que su trayectoria será de transición, en principio durante un año, para mantener la estabilidad institucional hasta que se celebren nuevos comicios el año que viene.
Aún así, el decano señaló que, si bien al principio dudó aceptar la oferta del rectorado, una vez logró reunir a las personas que conforman su equipo se ha sentido más “arropado y seguro”, al ser todas ellas muy “preparadas y competentes”.
Durante este periodo, Álvarez indica que pretenden evaluar cómo se ha desarrollado la implantación del nuevo título de grado en Economía, ahora que dicha titulación ha llegado al cuarto y último curso de su primera promoción, con el fin de comprobar si hay algún elemento que deba corregirse.
Entre otros elementos, se revisarán las infraestructuras, dado que el edificio del centro se diseñó para los planes de estudios anteriores, que tenían grupos más numerosos, mientras que los nuevos precisan espacios más reducidos.
Otro de los objetivos que se ha marcado el nuevo equipo es lograr una mayor conexión con la sociedad por un doble motivo: en primer lugar, porque las nuevas titulaciones exigen prácticas obligatorias del alumnado y es necesario ampliar relaciones con empresas e instituciones externas. Y, en segundo término, porque dada la actual crisis económica, la facultad podría reivindicar su papel como centro investigador y tener más peso en el debate público acerca de esta situación, sus causas, consecuencias y posibles soluciones.