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Doménech: “He cumplido el 71% de mi programa”

miércoles 28 de enero de 2015 - 15:51 GMT+0000

El rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, presentó hoy miércoles 28 de enero ante el Claustro del centro académico el que será su último informe sobre el estado de la universidad. Ante un Paraninfo con escaso aforo, el rector hizo repaso de sus ocho años de gestión. “Prometí cambio y he cumplido mi palabra. Esta universidad se ha modificado por dentro y por fuera. Hoy tenemos una ULL que se ha recreado a sí misma”. Esta manifestación se apoyó en cifras, no en vano afirmó que ha cumplido en un 71,58% su plan de gobierno.

 El rector recordó que en su plan presentó 151 acciones, de las que 138 son originales y 13 se han incorporado con posterioridad. Así, hizo repaso de lo conseguido a través de los ejes estratégicos del centro académico. En cohesión institucional se ha alcanzado más del 90% de las acciones planteadas, que tenían que ver con la cooperación institucional, acciones de comunicación y relaciones con otras instituciones.

Otro de los ejes es la planificación y gestión, desagregada en el plan de modernización de la administración universitaria, plan estratégico del personal docente e investigador y otro para el personal de administración y servicios (PAS), cuyo grado de cumplimiento llega al 60%.

Sobre el valor estratégico de la financiación, relacionada con las mejoras financieras para la universidad a través de un instrumento público y estable de financiación, nuevas vías de financiación externas y la elaboración de un plan director de infraestructuras. Todo ello no alcanza el 60% de cumplimiento.

En innovación académica, dividida en políticas de calidad docente y políticas de investigación, entre otros aspectos, se consigue el 68%. El último objetivo, la excelencia, que contemplaba un plan de internacionalización y un plan de excelencia vertebrado a través de Campus de Excelencia Internacional se consiguió cerca del 70%.

De todo ello se deriva un cumplimiento global, como ya se ha señalado, del 71,58% de las acciones del plan de gobierno. El rector reconoció que hay objetivos no logrados, la mayoría de ellos relacionados con la falta de financiación. Con todo, calificó el resultado final de un “notable más que meritorio”.

No echar a nadie, principal objetivo

Eduardo Doménech explicó que su primera motivación en este mandato y ante las adversas circunstancias económicas ha sido mantener la plantilla de profesorado y PAS, bajo el lema ‘Aquí no sobra nadie’. “Somos de las pocas, si no la única, que no ha echado a nadie a la calle”, sostuvo en su intervención. Con todo, el rector asumió como objetivo un plan de ahorro y la reorganización de la estructura administrativa. Ello llevó a medidas como los cierres de la universidad en periodos vacacionales o los procesos de fusión de centros y departamentos, que no solo han supuesto un considerable ahorro sino que han llevado aparejados medidas de eficacia y eficiencia de la institución, explicó.

Se ha efectuado la reestructuración de los centros buscando la equidad –algunos con 300 alumnos y otros con cerca de 3.000-, todo ello con la idea de mejorar la capacidad de gestión. El principal obstáculo en ese proceso, continuó, ha sido convencer a todos de que no se iba a perder la identidad académica de cada unidad. Esto se ha garantizado con la creación de las unidades departamentales y de las secciones, en este último caso para las facultades.

Un hito ligado a ello ha sido la nueva formulación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del PAS, tanto laboral como funcionario. Se han sustituido los viejos perfiles por otros que cubran las nuevas necesidades, dando la oportunidad de promoción en sus expectativas profesionales, señaló el rector. “Somos una de las tres únicas universidades españolas que ha consolidado su oferta pública de empleo. Esto ha posibilitado un marco laboral estable, se han ampliado servicios de investigación o de planificación académica y se ha creado el centro de atención a usuarios”.

También añadió que La Laguna ha sido de las pocas administraciones públicas en crear nuevos servicios tecnológicos en medio de un escenario de recortes. Una de las claves del éxito ha sido la puesta en marcha de la administración electrónica o la matrícula exclusivamente online, por ejemplo.

Doménech apuntó que su gobierno se ha desarrollado en un contexto de restricciones financieras desde 2009 a 2015, que suponen una reducción de más de 26 millones de euros para financiación básica e infraestructuras. “Hemos experimentado una reducción media del 16 % frente al 9% de la media de universidades españolas”, sostuvo. Con todo, anunció que la ULL no puede seguir funcionando en un contexto de inseguridad financiera. “Seguimos reclamando un marco de financiación estable para las universidades públicas canarias”.

Otro logro mencionado por el rector fue la puesta en marcha del Pacto Universitario por el Rendimiento y el Aprendizaje, del que ya se están llevando a cabo algunas medidas, entre las cuales figura el reglamento de evaluación y calificación que está siendo discutido en centros y departamentos. En general, este pacto pretende corregir las posibles desviaciones docentes y solucionar los problemas que presenta la mejora de la docencia.

También tuvo palabras para el plan estratégico de investigación, con vigencia 2014/20, y que sirve de hoja de ruta para las políticas de I+D+i. “Como reto estratégico, la ULL asume el pilar básico de la investigación como principal motor de innovación para el progreso de la sociedad”. Doménech defendió que se trata de un documento para toda la universidad, independientemente de quien la gestione.

Dentro de este ámbito, recordó que en este mismo mes de enero se presentó la licitación del Parque Científico Tecnológico de Tenerife en el entorno del antiguo Hogar Gomero. Relató que en este enclave se construirá un edificio para el IACTEC –que albergará un centro tecnológico vinculado al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC)-, al que se destinarán un total de 4,6 millones de euros. El segundo de los inmuebles, denominado Nanotec, cuenta con un presupuesto de 5,2 millones de euros y estará conformado por tres módulos. Uno de ellos (Nanomac) se destinará a las actividades de nanotecnología, materiales avanzados, energía y agua. El segundo, denominado Sostiene, se orientará al eje de la sostenibilidad, el medio ambiente y el cambio climático y entre ambos se dispondrá un tercer módulo de espacios comunes para sinergias.

Por otro lado, ya está adjudicada la obra de la sede del CIBICAN, financiado con un préstamos de 8 millones de euros y que devolverá el Cabildo de Tenerife. La obra se espera que esté terminada a finales de 2016.

Otro de los asuntos comentados por el rector fue el Campus de Excelencia Internacional (CEI), que supuso para las dos universidades canarias un respaldo a su internacionalización y una mayor visibilidad de sus áreas investigadoras más pujantes. Este proyecto ha sido sometido a tres evaluaciones anuales desde su implantación. “Hemos pasado de un aprobado, a un notable alto para alcanzar finalmente un sobresaliente en 2014”.

Qué queda aún

¿Y qué nos queda aún?, se preguntó el rector al final de su intervención ante el Claustro. Lo primero, seguir insistiendo en el valor de la cohesión institucional. “Sigo convencido en la necesidad de juntarnos, de ejercer la capacidad para dialogar, negociar y pactar para llegar acuerdos que beneficien a la universidad, pues si algo hemos hecho durante estos años es hablar con todo el mundo”.

¿Qué retos restan? La acreditación de los títulos oficiales. “No podemos caer en la tentación de relativizar este hito fundamental con las falsas esperanzas que nacen de las proposiciones que está ofreciendo el ministerio”, sostuvo. “Los resultados que obtiene nuestro alumnado, en cuanto rendimiento académico, no son buenos. Ni mucho menos podemos realizar atribuciones simplistas focalizando exclusivamente en el colectivo discente las causas de estas tasas de fracaso y abandono”.

La gobernanza interna ante la nueva estructura de centros y departamentos fue otro de los retos pendientes. “Toca ahora ejercer la responsabilidad de poner en marcha este nuevo modelo organizativo”. El siguiente, la financiación universitaria. En opinión del rector, la voluntad real de cambio y modernización de las universidades no han sido atendidas por los responsables gubernamentales. “Todavía estamos a la espera de tener la segunda reunión de trabajo para la elaboración del nuevo contrato –programa, o mejor sería ley de financiación, reunión que posiblemente nunca tendrá lugar”.

El rector también citó otros objetivos de futuro como la mayor apertura a la sociedad, el aumento de la competencia investigadora y transferencia científica, alcanzar una relativa internacionalización de los estudios y de los grupos de investigación, el fomento de la empleabilidad y la inserción de los titulados y la captación de alumnado, especialmente de posgrado.

Intervenciones

Tras la intervención del rector, tuvo lugar la de los grupos claustrales que conforman el órgano colegiado. El grupo de alumnos claustral procedente de Medicina, GEMULL, fue el primero en intervenir, en este caso para señalar la necesidad de seguir apoyando la investigación y las becas. Por su parte, sus homólogos de Náutica afirmaron que el alumnado es el damnificado de este mandato. Criticaron la situación de las infraestructuras de su centro y también se mostraron contrarios al proceso de fusión de centros.

Para el grupo de alumnos AEULL ha faltado gobierno. Mencionó muchos espacios para la Facultad de Educación, que podrían utilizarse en edificios anexos, al tiempo que criticó el gasto desmesurado en Bellas Artes. “Debe abandonarse el victimismo y actuar. Retomemos la agenda de nuestra universidad”.

EUPAS tildó de precipitada la presentación del informe de conclusiones de mandato del rector, cuando en su opinión se trata de un debate del estado anual de la universidad. Con todo, sostuvieron que el informe estaba falto de crítica, en opinión de este grupo, y con escasa capacidad para lograr el consenso, lo que ha revertido en su incapacidad para aprobar un nuevo estatuto y nombrar a un defensor del estudiante. EUPAS cree que el mayor problema ha sido la sanción disciplinaria impuesta al grupo AMEC, y señaló el importante papel que se le ha otorgado a la Fundación General, desconociéndose los términos en los que se produce la cesión de servicios de la universidad a esta entidad.

En opinión del grupo de alumnos IURE, existe una falta de información a los alumnos en los centros, mientras que a su vez persisten los problemas con infraestructuras.

Para el portavoz de la formación Grupo del PAS, la ULL es la única que no ha realizado despidos, que ha mantenido y ampliado las ayudas al alumnado y que ha modificado los servicios para reestructurar la plantilla, y ello se ha logrado a base de esfuerzos y sacrificios de la comunidad universitaria. Por el contrario, criticó que se ha reducido el nivel de consenso entre la comunidad universitaria.

Por su parte, Liga del Profesorado apuntó al “estrangulamiento financiero” del sistema universitario canario. También señaló que la edad media del profesorado es muy elevada y resulta necesaria la renovación de la plantilla docente. Ante el próximo decreto que permitirá la reestructuración de los grados universitarios, este grupo claustral considera que es preciso que la ULL analice su situación y decida qué le conviene. Este grupo también habló del valor de la internacionalización, que va mucho más allá del conocimiento de idiomas.

PAS en Acción criticó el informe del rector en su totalidad y la cuantificación de las acciones realizadas. Realzó la baja participación de la comunidad universitaria en los procesos plebiscitarios. “Nos hemos alejado de nuestra misión de servicio público cada vez que un estudiante ha abandonado los estudios por no poder pagarlos”. También adujeron que en la fusión de centros ha faltado mayor consenso.

Para el grupo de alumnos Libertad Estudiantil, muchos problemas proceden de la aplicación de la convergencia europea, al tiempo que alabaron el importante avance de la institución en relaciones con la sociedad.

Esta institución está inmersa en el pensamiento único y en la pobreza creativa, del viejo sur colonial, enfatizó el portavoz de AMEC, muy crítico con la gestión del rector y su equipo de gobierno. Dijo que esta universidad está alejada de la sociedad y cargó sobre el rector todos los problemas de la universidad, tanto los de infraestructuras como los problemas generados en las titulaciones de grado.

La Asociación Canaria de Estudiantes (ACE) se centró en el problema del abandono de estudiantes por no poder permitirse el pago de las tasas universitarias. Este grupo de alumnos también tuvo palabras para el estado de las infraestructuras, muy defectuosas en algunos edificios universitarios. Señaló que el informe del rector consta de muchos apartados pero poco explicitados, a la vez que solicitó al equipo de gobierno diversas iniciativas.

Tras su turno intervino Programa para una Universidad Canaria, quien también criticó la incapacidad del equipo de gobierno de aprobar unos nuevos estatutos y la falta de consenso en algunos capítulos. Señaló que el proceso de fusiones no ha mantenido la identidad de los centros, al tiempo que criticó la forma de gobierno y los enfrentamientos con el Ayuntamiento de La Laguna. “Llevamos tres años sin promoción del profesorado, con una plantilla envejecida y con catedráticos que se jubilan y son repuestos por profesorado asociado”. Las vías de financiación externas han sido mínimas y poco conocidas para este grupo claustral, que también criticó la gestión de la acreditación de las titulaciones.

Renovación Convergente cerró el debate matutino del Claustro, y lo hizo agradeciendo al rector la presentación de su informe a este órgano con una semana de antelación. “Ha sido un plan ambicioso y valiente, dinámico, que se ha ido adaptando a nuevos contextos y con un alto grado de cumplimiento”. Este grupo enfatizó el hecho de que todas las acciones se llevaran a cabo en medio de la crisis y de una severa restricción económica. Explicaron que la reforma de los estatutos y el nombramiento del defensor del estudiante no prosperaron por falta de consenso, pero este grupo apuntó que no fue responsabilidad suya, puesto que sí apoyó sendas acciones. “En estos ocho años han consolidado un nuevo modelo de universidad, dejando ahora una universidad muy diferente a la que se encontraron”. El reto está, señalaron, en seguir avanzando.

 

 


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