Ricardo Acirón Royo, profesor honorario de la Universidad de La Laguna, vinculado a los estudios de Ciencias de la Información de la institución desde los inicios de la facultad fundada en 1988, falleció ayer, jueves 17 de diciembre en la Clínica Universitaria de Navarra. Se espera que mañana sábado 19 sea trasladado a Tenerife para recibir las honras fúnebres a partir de las 23 horas en la parroquia de la Exaltación de la Santa Cruz de Llano del Moro, localidad donde residía. El sepelio se celebrará el domingo en torno a las 15 horas en la Catedral de La Laguna.
Sus inicios profesionales en el ámbito académico fueron como Maestro de Enseñanza Primaria, pero en 1981 se licenció en Periodismo en la Universidad de Navarra y, cinco años más tarde, se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid.
En enero de 1988 accedió a la recién creada Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna en calidad de profesor asociado a tiempo parcial, y en agosto del 1989 obtendría la titularidad en el área de conocimiento de Periodismo del Departamento de Ciencias de la Información. En 1991 se alza con la plaza de catedrático, que ostentó hasta su jubilación el 31 de agosto de 2013.
Ese mismo año, es designado Profesor Honorario de la ULL, distinción que sustituye a los eméritos y que se concede únicamente a un reducido número de docentes que, por su prestigio y alta valoración, siguen vinculados a la institución tras su jubilación para la impartición de cursos puntuales y la tutorización de trabajos.
Como parte de sus labores docentes, dirigió 31 tesis doctorales, y fue autor de varias decenas de artículos, ensayos y conferencias. También ha sido autor de numerosos ensayos académicos sobre Periodismo, así como recopilaciones de sus columnas y entrevistas.
Al margen de su labor académica, Acirón Royo fue un reconocido periodista, de tal modo que en su figuro se aunó el rigor académico con la experiencia de un profesional en ejercicio. Llegó a ser subdirector del periódico EL Día y, posteriormente, fue miembro del consejo editorial de La Opinión de Tenerife.
Nacido en Caminreal (Teruel), su vinculación con Canarias y Tenerife en particular le valió la designación como Hijo Adoptivo tanto por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife como por el Cabildo Insular. También fue académico honorario de la Academia Canaria de la Lengua.
Para la decana de la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y de la Comunicación, Carmen Rodríguez Wangüemert, se trata de una gran pérdida, ya que Acirón era un docente “muy reconocido, admirado por sus alumnos, trabajador y tenaz”, que estuvo hasta el final de sus días dedicado a la docencia universitaria y volcado en el quehacer de la facultad.
