El Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias de la Universidad de La Laguna celebró ayer 1 de marzo el décimo quinto aniversario de su creación. Dirigido por el catedrático Basilio Valladares desde sus inicios, el acto congregó en la Sección de Farmacia a numeroso público, muchos de ellos investigadores del propio centro y representantes del sector farmacéutico que habitualmente colaboran con este instituto. “Esto es una obra de todos”, destacó su director, orgulloso de lo conseguido hasta ahora y satisfecho con el plantel de investigadores, sobre todo jóvenes, que hacen crecer día a día esta institución.
El edificio que alberga el instituto, en el campus de Anchieta, está financiado por el Cabildo de Tenerife. “Es un inmueble sencillo pero muy bien dotado”, prosiguió Valladares en la lectura de la memoria académica de los últimos cinco años. Está compuesto por los servicios de parasitología, ecología y genética y en este último periodo se ha ampliado a dos más, virología y tecnología farmacéutica.
El Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias ha logrado en al última etapa 41 proyectos competitivos y 20 contratos, además de 199 publicaciones, 7 capítulos de libros, 29 estancias en otros centros, 20 tesis doctorales leídas y 44 estancias de otros investigadores en este centro. “Hemos aumentado el índice de impacto acumulado de nuestras publicaciones de 73 a 151 y hemos multiplicado por dos la calidad de lo publicado”, relató el responsable de este centro.
Además, y también en estos últimos cinco años, han conseguido dos premios extraordinarios de doctorado, un contrato de investigación Marie Curie y firmado convenios con varios ministerios. Son centro de control biológico de aguas, de diagnóstico de enfermedades tropicales, centro de referencia en Canarias para la detección del Ébola y de control de vectores. “Puedo decir además que en diagnóstico de la enfermedad infecciosa Queratitis por Acanthamoeba somos los mejores de España”. Basilio Valladares destacó la estrecha relación que mantienen con la industria a través del contacto fluido con diversos laboratorios.
En el ámbito de la internacionalización, este instituto universitario es bien conocido. En 2011 constituyó la Plataforma Atlántica para el Control e Investigación de Enfermedades Tropicales (PACIET) con 19 países de África y Sudamérica, y de la que hoy forman parte 25 naciones, todo ello bajo el paraguas del Campus de Excelencia Internacional. Ello ha permitido crear y mejorar instalaciones y laboratorios en estas zonas del mundo, como es el caso del laboratorio de inmunología de Cabo Verde o diversas acciones llevadas a cabo para el control de patologías infecciosas de origen tropical en Mauritania, Guinea Bissau, Gambia o Senegal, siempre con el apoyo del Cabildo insular.
En 2013 puso en marcha la Fundación Canaria para el Control de Enfermedades Tropicales (Funcet), de nuevo con el apoyo del cabildo. Al año siguiente promovió el Campus África, junto al ex rector José Gómez Soliño, y ya en 2014 se llegó a acuerdos con la Fundación Clinton para que apoyara proyectos del instituto universitario.
El centro ha recibido numerosos reconocimientos, como la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias en 2013, el Teide de Oro de Radio Club Tenerife ese mismo año, o el Premio Cajasiete al Talento, concedido a uno de sus investigadores. Ha recibido además multitud de visitas que dan muestra de su pujanza del instituto de la Universidad de La Laguna, con la presencia de varias ministras de Sanidad y embajadores de varios países africanos.
Amebas de Honor
El instituto ha creado unos premios para reconocer el apoyo de algunas personas e instituciones a la consolidación de este centro. En el día de ayer fueron premiados Carlos Feliú José, director del departamento de Microbiología y Parasitología Sanitarias de la Universitat de Barcelona e impulsor del laboratorio de zoonosis de la ULL; Ángel Gutiérrez Ravelo, quien lleva la línea de farmacoterapia antiparasitaria en la ULL y quien ha sido puente de colaboración con el Instituto de Biorgánica Antonio González; Domingo Núñez, jefe de servicio de Epidemiología y Prevención del Servicio Canario de la Salud, quien propició que el instituto se hiciera responsable del control de vectores y apoyó ante el Ministerio de Sanidad que fuera centro acreditado para control del Ébola y otras viriasis.
Otro de los premiadas fue Carmen Delia Herrera, consejera del Cabildo de Acción Exterior, por el impulso dado a la internacionalización del centro; Rodrigo Trujillo, ex vicerrector de Investigación e Internacionalización, por haber apoyado el instituto desde su mandato y vincularlo especialmente a la proyección del Campus de Excelencia Internacional; Agustín Benito Llanes, director del Instituto de Salud Carlos III y coordinador de la Red de Investigación Cooperativa en Enfermedades Tropicales (RICET), donde el instituto entró en su día como grupo emergente; y Elena Figueruelo, investigadora y administradora del instituto, por su apoyo a los grupos de investigación del centro.
Tanto el rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón, como el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, se mostraron muy orgullosos de los resultados alcanzados y de la proyección que este centro ha tenido en los últimos años. Alonso destacó que el apoyo de la corporación es constante, no solo desde el inicio, y que además se verá reforzado con la próxima convocatoria de tecnólogos e investigadores que el Cabildo pretende poner en marcha, “para dotar a las infraestructuras que hemos ido construyendo de conocimiento y de valor”.
El rector, por su parte, alabó la “decencia intelectual” de Valladares de compararse consigo mismo, y no con otros centros, en los datos ofrecidos por el director del instituto, en lo referente a lo conseguido en los primeros diez años y lo logrado en los últimos cinco. Martinón apuntó además el avance de la institución en políticas internacionales, ámbito en el que este instituto de investigación tiene mucho que aportar.
Martinón valoró el liderazgo de Basilio Valladares al frente del centro, y destacó cómo ha sabido marcar la dirección estratégica del mismo. “Es un honor para la Universidad de La Laguna que forme parte de nuestro Claustro”, concluyó.