El cantautor Andrés Suárez regresa de nuevo al Paraninfo de la Universidad de La Laguna. El gallego ha sabido conquistar con sus letras al público tinerfeño: en apenas un mes colgó el cartel de entradas agotadas para su concierto del 26 de febrero. El reclamo de sus fans hizo que el Paraninfo habilitara una nueva fecha, mañana, miércoles 24 de febrero, donde a partir de las 21:15 horas sus incondicionales podrán escuchar su último disco, “Mi pequeña historia”.
Las entradas anticipadas están a la venta al precio de 15 euros y en taquilla, a 18 euros. Las personas interesadas pueden adquirirlas en el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad (C/Viana, 50. La Laguna) en horario de 9 a 15 horas; en la cafetería del Edificio Central de la Universidad de La Laguna de 8 a 19 horas, en la plataforma www.tomaticket.es/paraninfo, y en la taquilla, el mismo día de la actuación, desde las 20 horas. Los asistentes disponen de estacionamiento gratuito en el aparcamiento del Edificio Central de la Universidad de La Laguna.
La historia de Andrés Suárez tiene las dosis de romanticismo que requiere cualquier artista que vaya por el mundo narrando sus vivencias. De muy crío se curtió en los bares de Ferrol con más de un grupo. Dio el salto a Santiago, donde amplió el círculo de escenarios en los que seguir rodándose y grabó su primer disco, “De ida”, que le permitió salir de gira para, cinco años después, fijar su residencia en Madrid.
Fue así como llegó al café Libertad 8 y cayeron sus siguientes discos: “Maneras de romper una ola” (2008), “Piedras y charcos” (EP, 2010), “Cuando vuelva la marea” (2011) y, finalmente, “Moraima” (2013).
El álbum “Mi pequeña historia” suena sobre todo a banda porque el artista y el productor, Alfonso Pérez, pusieron a todos los músicos a interpretar a la vez, mirándose unos a otros como si de un concierto se tratara. En un estudio, pero concierto al fin y al cabo. Con la colaboración de Peter Walsh (Peter Gabriel, Miguel Bosé) como coproductor y técnico y con su banda de siempre, a este ferrolano de 1983 le ha salido un disco luminoso y optimista, roquero a menudo, casi ‘garajero’ en algunos momentos, pero con toda la lírica y el sentimiento que apasiona a su creciente comunidad de seguidores.