La Universidad de La Laguna ha celebrado hoy, viernes 21 de abril en el Aula Magna de su Facultad de Derecho, una mesa redonda para conmemorar la firma hace 60 años de los Tratados de Roma, considerada uno de los hitos que sentaron las bases de la actual Unión Europea. El debate contó con reconocidas personalidades de la política y la academia que realizaron un balance de las instituciones comunitarias. Las intervenciones no ocultaron que existe una crisis euro escéptica y abundaron como solución, justamente, seguir apostado por el proyecto comunitario, reforzándolo y mejorándolo.
El debate estuvo moderado por el profesor de Derecho Constitucional de la ULL Santiago Pérez y en él participaron Ildefonso Socorro Quevedo, viceconsejero de Economía y Asuntos Económicos con la Unión Europea del Gobierno de Canarias; Manuel Medina Ortega, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales; José Luis Rivero Ceballos, catedrático de Economía de la ULL y presidente de la Fundación Pedro García Cabrera; Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado y catedrático de Derecho Constitucional de las Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; y Cristina Tavío Ascanio, diputada autonómica y máster en Derecho Comunitario por la Universidad Libre de Bruselas; bajo la moderación
Esta actividad ha sido organizada conjuntamente por el Centro de Documentación Europea de la ULL y el Vicerrectorado de Internacionalización. Previamente al debate, fue formalmente inaugurado por el rector, Antonio Martinón; la secretaria general de la ULL, Dulce Cairós; y la decana de la Facultad de Derecho, Elvira Afonso.
El rector valoró los 60 años de construcción europea como un momento que, tras las Segunda Guerra Mundial, dio una oportunidad a la política para construir un tiempo de prosperidad. Hizo referencia al programa Erasmus como una valiosa herramienta para inculcar los valores comunitarios en los jóvenes: “Desde la universidad se hace Europa”, afirmó. También valoró que no solamente se cumplen seis décadas de los Tratados de Roma, sino también cuatro de las primera elecciones en España tras la dictadura, que dieron paso al diálogo “imprescindible para convivir” que cimenta la actual democracia.
Regiones ultraperiféricas
El debate se abrió con intervenciones de diez minutos de cada uno de los contertulios. Comenzó el viceconsejero regional Ildefonso Socorro, que destacó la importancia de Europa para dotar de un estatus diferenciado a las regiones ultraperiféricas, logrado tras una importante lucha en las instituciones comunitarias.
Recordó que se trata de nueve regiones: seis francesas, dos portuguesas y Canarias, que si bien es la única española, supone algo más del 50% de la población total de las RUP europeas, que es de unos 4 millones de personas. Realizó un sucinto repaso de la evolución legislativa de estos territorios hasta llegar al Artículo 349 del Tratado de Lisboa, del cual se derivan normativas específicas que recogen las singularidades de la integración de estas regiones.
Socorro recordó que para Canarias ha sido muy importante formar parte de la UE, pies prácticamente todas las grandes infraestructuras del archipiélago han contado con fondos europeos para complementar los estatales y los propios. “Canarias ha sido siempre muy europeísta: cuando se voto la Constitución Europea, el porcentaje del ‘Sí’ en Canarias fue el mas alto de toda España”.
Crisis institucional
El siguiente en participar fue el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, para quien estas seis décadas han sido consideradas “una historia de éxito… mientras duró”. En su opinión, los dos últimos años se ha entrado en la peor crisis de la UE en toda su trayectoria, y no solamente en el ámbito económico, también en el institucional y en los mismos fundamentos democráticos comunitarios.
Criticó que el Consejo Europeo incumple sus propias decisiones, en referencia a que muchas de las disposiciones aprobada sen los diferentes tratados aprobados sobre diferentes materias no se han cumplido e, incluso, se obra en sentido contrario, como ha sucedido en la llamada crisis de los inmigrantes.
Par el eurodiputado existe una evidente falta de liderazgo, que ejemplificó en la actitud del presidente de la Comisión Europea, Jea-Claude Juncker, cuando presentó en febrero el Libro Blanco que debía trazar la trayectoria de Europa tras el brexit. Criticó que, lejos de mostrar decisión, se limitó a ofrecer cinco posibles escenarios, dos de los cuales son inaceptables para López Aguilar, los dos siguientes, muy poco ambiciosos y solamente el último, que apuesta por una solución de vocación federalista, le resulta atractiva.
El eurodiputado apeló a la audiencia para cortar el paso a posturas extremistas en el seno de las instituciones comunitarias. Eso solamente es posible votando, y recordó que en las últimas elecciones europeas solamente votó el 30% del censo español. “Cada vez votan más y más furiosos los eurófobos, mientras que los europeístas cada vez votan menos y con menos fuerza. Impidamos que triunfen los que quieren destruir la UE por dentro”.
60 años de estabilidad
La diputada regional Cristina Tavío fue la tercera en hablar, y lo hizo para celebrar que, pese a todo, gracias a la UE se ha vivido la etapa de mayor bienestar económico del viejo continente: “aunque yo me resisto a considerarlo viejo”, apostilló. En su balance, han sido 60 años de estabilidad y Europa se ha convertido en la segunda democracia del mundo, en la mayor contribuyente neta a ayuda desarrollo, en una potencia comercial y, pese a los episodios de terrorismo, en un área de seguridad.
Tavío reflexionó que, mientras Europa lleva tiempo considerando la situación ultraperiférica de Canarias, en España aún no existe un reconocimiento expreso. Por ello se congratuló de que justo ayer se admitiera a tramite en el Parlamento de Canarias el anteproyecto de modificación del Régimen Económico y Fiscal que, si logra ser refrendado en la cámara, serviría para que pueden modular las normas españolas para reconocer la exclusividad RUP.
La diputada regional recordó que históricamente, las relaciones con Reino unido han sido siempre muy fluidas, ya sea en épocas de intercambio comercial como en la actualidad, más relacionadas con el turismo. Por ello, abogó par hacer todo lo posible por seguir manteniendo esa regularidad en las relaciones pese a la crisis que ha supuesto el brexit.
El reto de la desigualdad
El catedrático de Economía José Luis Rivero ofreció la intervención más técnica de la mesa, centrada en los aspectos financieros, y puso el acento en el problema de la desigualdad que está empezando a resurgir en Europa tras unas décadas de aparente prosperidad. Tal es así, que “era impensable hace 25 años que un libro de economía extenso y arduo como el de Thomas Piketty se convirtiera en un best seller”.
Desde el punto de vista de la economía política, un factor que afectará la futuro es la llamada teoría del “estancamiento circular”, según la cual la tasa de crecimiento de los países europeos va a ser más baja que sea mucho mas baja que en los veinte años anteriores por tres razones: la productividad estacada, la población envejecida y poca transferencia de innovación al sector productivo.
Además, se está produciendo un escenario en el que la gama de empleos técnicos que suponían la más numerosa y mejor remunerada entre los trabajadores, va a ser progresivamente decayendo al ser sustituida por la meca-electrónica. Todo ello le lleva a reclamar “un debate profundo de la UE” a todos los niveles”, para acabar concluyendo que, en su opinión, el Libro Blanco de Juncker “ha sido decepcionante” también para él
En manos de la globalización
El catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales Manuel Medina, que también fue eurodiputado, cerró el primer turno de intervenciones aportando una serie de ideas para suscitar el debate posterior con la audiencia presente en la sala. Así, recordó como inicio las famosas palabras de Fidel Castro en las que afirmaba que “estar contra la globalización es como estar contra la ley de la gravedad”. Para Medina, un territorio frágil y muy dependiente de las importaciones como es Canarias necesita de la globalización para subsistir.
Señaló que el inicio de la Unión Europea no fueron los Tratados de Roma de 1957, ni tampoco la declaración de Schuman en 1950: fue el 28 de junio de 1914, con el asesinato del heredero del Imperio Austrohúngaro en Sarajevo, el archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, que marcó el inicio de la guerra mundial que derrumbó el sistema vigente hasta entonces. “La Europa que venía gobernando el mundo, despareció”.
En su opinión, el proyecto europeo ha sido “auténticamente heroico, casi como buscar la cuadratura del círculo”. Pero lamentó la falta de relevancia actual de Europa, reflexionando que si ahora mismo estallara la guerra, la UE como entidad no podría hacer nada.
Tras esta intervención, se abrió un turno de preguntas del público, en el que se pusieron sobre la mesa asuntos como la actitud eurófoba de estados como Polonia o Hungría; la aparente despreocupación de las instituciones europeas hacia los problemas de los jóvenes; o la conveniencia o no de reformular una unidad europea menos centrada en la economía y más en lo sociocultural, opción esta que para muchos miembros de la mesa no era “ni posible ni conveniente”, como resumió Rivero Ceballos.
