La Universidad de La Laguna entregó ayer, miércoles 12 de julio, un diploma de agradecimiento al grupo de profesionales que colaboran en la docencia de la asignatura de Psicología Jurídica en la institución académica. Este acto, que se celebró por segundo año consecutivo, contó con la presencia del vicerrector de Relaciones con la Sociedad, Francisco García Rodríguez; el director de Secretariado de Responsabilidad Social Universitaria, Francisco Javier Amador Morera; y el vicedecano de la Sección de Psicología, Bernardo Hernández Ruiz.
El vicerrector resaltó que, al aportar su experiencia profesional, estas personas contribuían a mejorar la calidad de la formación de los estudiantes y a promover la responsabilidad social de la ULL.
Los profesionales que participaron en el acto desempeñan su labor auxiliando a la justicia tanto en el ámbito civil y penal como en los juzgados de menores. También se contó con personal encargado de la ejecución de medidas judiciales de menores, de penas de prisión o de medio abierto de adultos, y de equipos psicosociales que intervienen en el sistema de protección de menores.
Las prácticas en las que participaron incluyen, además de la asignatura de Psicología Jurídica del Grado de Psicología, varias asignaturas del Grado de Derecho y la asignatura de Intervención con adolescentes en riesgo del Máster de Intervención Familiar.
Grupo sobre Psicología y Derecho
Esta experiencia se ha venido llevando a cabo en el marco de sucesivos proyectos de innovación educativa del Grupo Consolidado Psicología y Derecho (PSICDER) constituido por Ana M. Martín y Cristina Ruiz, de la Sección de Psicología; Aurelio Santana, de la Facultad de Derecho; y Jorge Martín, de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería. En sus proyectos, este grupo vincula investigación, docencia y práctica profesional de dos disciplinas: la Psicología y el Derecho.
PSICDER surgió ante las dificultades encontradas a la hora de formar al alumnado en contenidos teóricos y prácticos vinculados escenarios de conducta propios de la administración de justicia. La imagen del sistema legal que aparece en los medios de comunicación corresponde a tradiciones jurídicas completamente distintas a la española, pero el acceso físico a los escenarios jurídicos resulta complicado, no sólo por cuestiones de seguridad sino también prácticas: desplazamientos, tiempo, incompatibilidad de horarios. Todo ello llevó a la búsqueda de materiales audiovisuales y metodologías didácticas que permitieran al alumnado conocer de primera mano estos contextos de aprendizaje.
Como resultado se ha ido elaborado material audiovisual que incluye, hasta ahora, cuatro videos relacionados con el juicio con jurado, así como dos videos que reproducen una visita a un centro de internamiento para menores y otro para adultos.
Paralelamente, se ha ido desarrollado y consolidando un sistema de prácticas de aula y actividades complementarias, estructurados en torno a la visita de profesionales procedentes de distintos ámbitos de la administración de justicia que permite al alumnado vincular los contenidos de las clases que recibe en la universidad con la realidad a la que se refieren. Asimismo, le proporciona la oportunidad de conocer de primera mano en qué consiste técnicamente el trabajo cotidiano del profesional en un ámbito concreto, ayudándole a decidir si orientar su formación de posgrado en ese sentido. También promueve una práctica profesional futura basada en la evidencia y la transferencia de conocimiento científico cuyo fin último es el bienestar social.
El Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad ha apoyado estos proyectos desde su inicio, facilitando el diálogo con los centros y reconociendo formalmente la colaboración de los profesionales con el diploma entregado ayer.
A través del Vicerrectorado de Docencia, los materiales y procedimientos didácticos desarrollados por PSCIDER pueden utilizarse en cualquier asignatura de ambos grados y de cualquier otra titulación que desee acercar los escenarios de la administración de justicia al alumnado. El proyecto actualmente en marcha prevé que los centros de internamiento pueden beneficiarse también de los materiales audiovisuales elaborados, utilizándolos para mostrar a los familiares de los jóvenes privados de libertad el espacio físico donde transcurre su vida cotidiana, de otro modo inaccesible para las personas en libertad.
