El Servicio de Técnicas Agroalimentarias (STA) forma parte del catálogo del Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI) de la Universidad de La Laguna desde 2014. En él se aglutina la tecnología y conocimientos necesarios para realizar análisis cualitativos y cuantitativos de diferentes parámetros en muestras agroalimentarias.
A finales de 2013 se había terminado el nuevo edificio que alberga actualmente una gran parte de estas infraestructuras científico-tecnológicas, ubicado en el Campus de Anchieta. Inicialmente, se procedió a trasladar al recién construido inmueble los servicios adscritos al SEGAI que estaban desperdigados en diferentes ubicaciones de la institución académica.
Pero este nuevo espacio también supuso una oportunidad para abrir servicios hasta ahora inexistentes. Uno de ellos fue, precisamente, el STA, promovido por iniciativa de su actual coordinador, el catedrático del Departamento de Química Miguel Ángel Rodríguez Delgado, que en su carrera investigadora se ha dedicado especialmente a la seguridad alimentaria y que hizo una apuesta por mejorar la información que se genera en el análisis de plaguicidas en muestras de interés agroalimentario.
Su propósito era seguir las mismas pautas existentes en otras comunidades autónomas en lo que respecta a l detección de tóxicos de productos procedentes del entorno inmediato para favorecer la ingesta segura, algo especialmente relevante para el sector agrícola regional.
Las primeras conversaciones sobre la conveniencia de incorporar al nuevo SEGAI un laboratorio capaz de realizar esos análisis con la calidad deseable comenzaron con el mandato como vicerrector de Investigación Lorenzo Moreno, aunque realmente no cristalizaron hasta la llegada de su sucesora en el cargo, Catalina Ruiz.
El siguiente desafío que hubo que afrontar fue el del espacio asignado, pues inicialmente el STA iba a contar con un único laboratorio en el edificio que, a juicio de Rodríguez Delgado, era insuficiente para albergar el instrumental necesario y, además, no cumpliría en un futuro las reglamentaciones exigidas para los laboratorios de ensayo. Finalmente, se logró la distribución actual, en dos espacios de considerables dimensiones con una separación muy adecuada entre las zonas de recepción y tratamiento de muestras y la que incorpora la instrumentación existente.
Análisis inequívocos
La función principal de STA es analizar muestras procedentes de diferentes agentes del sector agroalimentario, ya sean instituciones públicas o privadas, que se centran especialmente en la vid para la elaboración del vino, el plátano, el tomate y otros cultivos comerciales frecuentes en Canarias. Estos análisis permiten la determinación de contaminantes, fundamentalmente plaguicidas, aunque con servicios en paralelos como es el caso del Servicio de Análisis Lipídico, y haciendo uso de parte de la instrumentación del STA, se podrían determinar lípidos y ácidos grasos, entre otros compuestos.
Para ello, el servicio está desglosado en dos unidades bien diferenciadas: por una parte, el laboratorio donde se preparan y tratan las muestras agroalimentarias para su posterior análisis cromatográfico, donde se utiliza instrumentación básica como balanzas, pHmetros, rotavapores, estufa o centrífuga, entre otros.
Por otra parte, el segundo espacio del servicio es el laboratorio analítico en sí, que cuenta con varios modelos de cromatógrafos acoplados a espectrómetros de masas, tanto para el análisis de compuestos volátiles (cromatógrafos de gases) como compuestos no volátiles (cromatógrafos de líquidos), e instrumental adicional como un densitómetro, una cámara con sensor CCD y un lector multitécnicas. A este instrumental hay que añadir dos bases de datos que permiten la detección de unos 2.100 plaguicidas diferentes, de entre los cuales es posible no sólo verificar su presencia, sino determinar la cantidad (análisis cuantitativo) de 199 diferentes.
Esta instrumentación con detección de espectrometría de masas, tanto en cromatografía líquida como en cromatografía de gases, permite el análisis cualitativo y cuantitativo de sustancias tanto volátiles como no volátiles. Pero, lo que es más importante, la alta especificidad de estos sistemas de detección permite, además, identificar inequívocamente a cada una de las sustancias presentes en las muestras.
Rodríguez Delgado enfatiza ese aspecto “inequívoco”. Normalmente, los análisis se preparan para buscar específicamente una sustancia determinada, de tal modo que el resultado solamente mostrará si aparece o no aquello que se está buscando en concreto. El STA dispone de un instrumental de alta precisión, el equipo de UPLC-QTOF, que es capaz de detectar la presencia de una sustancia y, además, identificar cuál es incluso a niveles muy bajos en las muestras. Como ejemplo, el responsable del servicio explica que es el instrumental utilizado para detectar sustancias dopantes en deportistas.
Se trata de un equipo de altísimo coste que, en estos momentos, es el único de sus características existente en Canarias. Sirva como anécdota mencionar que fue uno de los instrumentos mostrados a Sus Majestades los Reyes de España durante la visita que realizaron al SEGAI el pasado 25 de abril, durante la cual se les informó del papel que va a desempeñar este laboratorio como soporte al sector primario mediante análisis de plaguicidas de los productos agroalimentarios.
Este equipo ha sido una de las últimas adquisiciones para el STA, mediante un proyecto de infraestructura científica liderado por el investigador del Departamento de Biología Animal, Edafología y Geología Mario Díaz, en el cual han colaborado diferentes grupos de investigación de la ULL, entre ellos el grupo al que pertenece el propio responsable del STA.
De hecho, esta es la manera mediante la cual se ha conseguido ir dotando el servicio: los grupos de investigación que concurren a convocatorias de diversa índole adquieren instrumental con los fondos recibidos, y éste se centraliza en este servicio. De este modo, el instrumental no solamente servirá a los proyectos para los que fue inicialmente adquirido, sino que se ofrecerán a otros investigadores y entidades externas a la ULL, tal y como sucede con toda la oferta tecnológica del SEGAI.
Ampliación y certificación
Además de los fondos obtenidos mediante convocatorias de proyectos, entidades como el Cabildo Insular de Tenerife contribuyen a la financiación de algunos servicios del SEGAI, entre ellos el STA. De hecho, gracias a los fondos aportados por la corporación insular, en breve se incorporará más personal al laboratorio, concretamente dos técnicos (un doctor y un graduado) contratados durante tres años. Se unirán al coordinador y a los dos becarios actuales para dotar de una mayor estabilidad al servicio y poder afrontar así más trabajo y, sobre todo, uno de sus desafíos inmediatos: lograr la acreditación como laboratorio de ensayo según la norma UNE-EN ISO/IEC 17025.
Esta acreditación establece los requisitos que deben cumplir los laboratorios de ensayo y calibración para demostrar que son técnicamente competentes y que sus resultados son veraces. Ocurre que en determinadas instancias solamente se admiten como válidos los análisis realizados por laboratorios que cuenten con esta normativa de calidad.
Por ejemplo, en las exportaciones de productos agroalimentarios se exigen analíticas acreditadas bajo esta normativa, y muchos productores canarios se ven obligados a realizarlas en laboratorios externos, principalmente en Almería, dado que en Canarias solamente existe una entidad acreditada, el ITC de Las Palmas de Gran Canaria, que no es suficiente para cubrir toda la demanda necesaria. Realizar estas pruebas en otra comunidad autónoma supone un sobrecoste para los productores locales, por lo que lograr la acreditación no solamente sería beneficioso para el propio prestigio del STA, sino para el sector primario canario.
Además de una serie de requerimientos técnicos y procedimentales, uno de los requisitos para obtener la ISO 17025 es que la entidad solicitante cuente con personal estable, de ahí la importancia de contar con los técnicos que serán contratados próximamente que, al menos por un trienio, dotarán de una plantilla permanente en el STA.
Por ello, se espera que durante el próximo año el servicio ya esté en condiciones de recibir a los auditores de la Entinad Nacional de Acreditación (ENAC) para iniciar el procedimiento. Prueba de la rigurosidad de esta acreditación es que, una vez conseguida, deberá ser renovada cada año, por lo que la implementación y el mantenimiento de unos estándares de calidad deberán ser continuos. En caso de lograse, el STA sería el segundo laboratorio del SEGAI que contará con esta acreditación, la cual ya ostenta el Laboratorio de Física Médica y Radioactividad Ambiental.
Investigación
Hasta ahora, el STA ha cumplido su cometido como servicio de apoyo a la investigación realizando los análisis contratados por investigadores de la ULL, otros centros científico públicos, instituciones y empresas del sector agroalimentario. Pero desde hace pocos meses, comenzará a trabajar como entidad asociada en un proyecto europeo de investigación, el primero en el que participa.
Se trata del PREVEMAC 2, acrónimo bajo el que se conoce el proyecto titulado “Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria de la Macaronesia: Investigación de los beneficios y riesgos por la ingesta de productos vegetales para la salud de los consumidores y desarrollo de estrategias de minimización”. Está cofinanciado mediante recursos FEDER y articulado a través del Programa de Cooperación Territorial MAC 2014-2020, orientado al desarrollo de la región macaronésica.
Su principal objetivo es estudiar la incidencia en los humanos de la presencia de residuos de plaguicidas, micotoxinas y metales pesados en frutas, hortalizas, cereales y vinos consumidos en el ámbito geográfico de la Macaronesia. Actúa como jefe de fila la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias S.A.U. (GMR Canarias), y además participan varios centros de investigación y universidades de Canarias, Madeira, Azores y Cabo Verde, que realizarán una serie de tareas específicas.
En el caso de la Universidad de La Laguna, los miembros del grupo de investigación AQAIMPA, coordinado por el propio Miguel Ángel Rodríguez Delgado, se encargarán de realizar las analíticas de plaguicidas presentes en cereales y vinos de los archipiélagos canario y caboverdiano, para lo cual utilizarán el instrumental del STA. Otro grupo de la institución académica, en este caso del Área de Toxicología, coordinado por Arturo Hardisson de la Torre, realizará la parte del proyecto correspondiente al análisis de metales pesados en cereales, productos muy importantes en Canarias dado el alto consumo de gofio.
Con la participación en este proyecto y su previsible acreditación, el Servicio de Técnicas Agroalimentarias de la ULL ha dado un salto cualitativo en su trayectoria, tras sus tres primeros años de existencia, durante los cuales ha afrontado su configuración y puesta en marcha desde cero, para iniciar ahora un periodo de estabilización y desarrollo.
Gabinete de Comunicación