La Universidad de La Laguna es anfitriona estos días del vigésimo primer encuentro nacional de las asociaciones de antiguos alumnos y amigos de las universidades españolas, definidas por uno de sus representantes como ‘los embajadores’ de los centros de educación superior del país. Durante dos días, esta cita servirá para revisar el papel de estas entidades, ahondar en su relación con los consejos sociales y establecer nuevas líneas de actuación. Durante la sesión de apertura, se reivindicó el papel de los antiguos alumnos como las personas que conectan a la universidad con los agentes sociales.
Carmen Pitti, presidenta de Alumni ULL, abrió el turno de intervenciones del acto inaugural para mostrarse orgullosa de acoger esta celebración nacional, que coincide además con el 225 aniversario de la institución. No es la primera vez que el encuentro nacional de los amigos y antiguos alumnos de las universidades tiene lugar en esta casa de estudios, ya que en 2001 y 2011 la ULL fue igualmente anfitriona de esta cita.
Se trata de la vigésimo primera edición de esta cita nacional, que tendrá lugar entre el Aula Magna de Física y Matemáticas y el Hotel Nivaria. Antonio José Redondo, presidente de Alumni España, destacó precisamente las tres ediciones de esta cita nacional en la ULL, lo que da muestras, apuntó, de la firme convicción que este centro docente tiene acerca de la pertinencia de contar con una asociación de esta índole. Redondo dijo que los modelos asociativos en esta materia son muy diferentes en el territorio español, pero que lo importante es la convergencia en una misma asociación. “Somos los auténticos embajadores de la universidad”, declaró el responsable, que también alegó la necesidad de ir de la mano de los consejos sociales porque ambos tienen una tarea en común.
Raimundo Baroja, presidente del Consejo Social de la ULL, abundó en esta misma idea, con el objeto de promover nuevos modelos de interacción entre estas dos entidades, volcadas en estrechar la relación del centro académico con los agentes sociales.
José Alberto Díaz, alcalde de La Laguna, recalcó que la universidad ha ayudado a conformar la canariedad y su ciudadanía, y que de todos es sabido que en las universidades no solo se obtiene una formación reglada, sino que se crean relaciones personales para toda la vida.
Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife, recordó los 40 años de democracia, en los que las universidades cumplieron un papel importante en la extensión de los valores cívicos y políticos. Ser universitario es una obligación, añadió, porque se contrae un compromiso con el servicio público.
Para el rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón, los consejos sociales y Alumni son dos de los instrumentos más poderosos que tienen las universidades para avanzar en la identificación con la sociedad. “Nosotros no miramos para otro lado frente a los problemas de los canarios, entre ellos el altísimo nivel de desempleo”, agregó. “Tenemos un compromiso firme con la empleabilidad”, y desgranó algunas de las acciones que se están llevando a cabo en este ámbito.
“Esperamos mucho de Alumni”, prosiguió el rector, para trabajar por esa identificación. Y, también refiriéndose a los cuarenta años de democracia, el rector añadió que la universidad pública es la principal arma para cumplir con uno de los preceptos de la Constitución, la igualdad. “Una vez que aquí se entra, solo se valora lo que cada estudiante es y logra, sin importar procedencia, situación económica o religión”.
Alumni versus consejos sociales
Raimundo Baroja, presidente del Consejo Social de la Universidad de La Laguna, apuntó que si bien formalmente los consejos sociales son representantes fidedignos de la sociedad en la universidad, la realidad no es así, puesto que el engranaje universitario es complejo, intervienen muchos factores, y se hace por tanto imprescindibles mecanismos de ajuste.
Tristán Pimienta, presidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), defendió fehacientemente el papel de supervisión y control que el consejo social tiene sobre todos los servicios de la universidad, al tiempo que declaró que la autonomía universitaria, tan proclamada por los miembros de la comunidad universitaria, no es una libertad irrestricta y que debe estar sometida a mayores controles. Apuntó que aunque la ULPGC no tiene Alumni y están en ello, les hubiera hecho falta para algunas de sus acciones contar con ese apoyo. En su opinión, Alumni debería traer la realidad de la vida y del mercado a las aulas universitarias.
Ladislao Azcona, presidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo y miembro de la Conferencia de Consejos Sociales, apuntó que a más intervención de estos órganos en la universidad, más transparencia de los datos y cuentas económicas de las instituciones de educación superior. “Las universidades son un oasis, no hay ni un solo caso de corrupción interna. Están bien ordenadas y los consejos sociales deben tener esa función de control”, afirmó el ponente, para quien a estos órganos se les va a exigir cada vez más ese control sobre la eficiencia de las cuentas públicas de las universidades.
Ernesto Pedrosa, presidente del Consejo Social de la Universidad de Vigo, afirmó que los Alumni no son solo mecenazgo o influencia, sino el más valioso instrumento de conexión con la sociedad, y que se trata pues de una causa compartida. Han creado un observatorio de egresados, localizando a todos y cada uno de los titulados de esa universidad, estudiando sus trayectorias académicas y su especialización profesional. Se trata de conocer de primera mano quiénes son sus antiguos alumnos y dónde están, para poder interactuar con ellos.
Finalmente, Prudencio Escamilla, presidente del Consejo Social de la Universidad de Cádiz, señaló que presiden órganos desconocidos por la sociedad, que hay que visibilizar más su labor. “Tenemos una misión compleja y debemos acercarnos más a la sociedad”.
En el transcurso de la sesión, Alumni España, junto con Banco Santander, entregó un premio a la asociación de antiguos alumnos de la Escuela de Ingeniería, Minería e Industria de Almadén, Sevilla, una de las más antiguas de España.