La Universidad de La Laguna ha inaugurado hoy viernes 10 de febrero su Cátedra de Enfermería, una iniciativa institucional en la que cuenta como aliado y promotor al Colegio Oficial de Enfermería. El propósito de esta iniciativa es contar con un foro profesional donde se divulgue el área de conocimiento, se conozca mejor la realidad de este ámbito profesional y se propongan en general mejoras para el sistema. La Cátedra de Enfermería ha abierto con la presencia de un ponente de lujo, Rafael Bengoa, quien fuera consejero de Sanidad del gobierno vasco y asesor de Barack Obama para la reforma sanitaria. El ponente, que relató los retos urgentes a los que se enfrenta la sanidad, abogó por un cambio de modelo de tal forma que se establezca un sistema sanitario más integrado y eficaz.
La conferencia tuvo lugar en el salón de actos de Enfermería, atestado de estudiantes deseosos de escuchar a Bengoa. Y ese es otro de los objetivos de la cátedra universitaria: acercar al alumnado a la realidad de la profesión, tal y como destacaron el presidente del colegio profesional, José Ángel Rodríguez, como el propio vicerrector de Relaciones con la Sociedad, Fran García, quien además señaló que esta actividad nace con mucha fuerza y empuje, como se ha podido ver en la expectación que ha suscitado. El vicerrector apostó además por el modelo público-privado en al colaboración con las instituciones, siempre teniendo muy presente el valor de la equidad, dijo.
Conferencia
Bengoa fue muy contundente al inicio de su exposición: para seguir disfrutando de un sistema de salud universal, hay que introducir muchos cambios. Si bien en el ámbito sanitario los profesionales ya son conscientes de esta necesidad, “en el político todavía no han movido ficha; parece que esperan a que la cosa se ponga peor”.
Profesor en Harvard y Montreal, Bengoa señaló que nunca ha habido tantos retos en salud juntos, y por eso resulta tan complicada la gestión sanitaria, explicó. “En España el envejecimiento de la población se agudiza, y si hoy tenemos medio millón de enfermos seniles, dentro de trece años tendremos un millón. ¿Estamos preparados para eso?”, se cuestionó. También añadió que en los indicadores de obesidad nuestro país ocupa uno de los puestos más destacados, con las consecuencias que ello conlleva en cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
El que fuera asesor en la Organización Mundial de la Salud durante más de quince años, expuso que la tercera causa de muerte en Estados Unidos viene determinada por los propios errores médicos, lo cual es indicativo de la fragilidad del sistema sanitario y de la falta de seguridad de los pacientes.
Señaló que uno de los principales problemas en salud en España se deriva de la atomización del sistema: “ofrecemos una fragmentación asistencial y una medicina de rescate”. De hecho, el experto aseveró que la medicina de hoy se sigue haciendo con el chasis del siglo pasado. Un ejemplo de esta situación se encuentra en la realidad de los enfermos mentales, que mueren de promedio 15 o 18 años antes que el resto pero que no fallecen por su enfermedad mental, sino por otras cuestiones de salud que han sido descuidadas.
Es necesario, por tanto, un sistema más proactivo, que evite la llegada masiva a urgencias, que resulta la parte más cara del sistema, y unos pacientes menos pasivos y más empoderados. Es imprescindible, igualmente, un modelo más preventivo y un sistema médico más humanizado, recalcó.
Con todo, se ha avanzado mucho. Hoy el historial clínico es electrónico, al igual que las recetas, se ha hecho estratificación demográfica de los pacientes, hay nuevos roles profesionales; “en fin, solo falta el cambio”, dijo. Bengoa añadió que existe en el País Vasco, su comunidad de procedencia, un 5% de pacientes pluripatológicos que consumen el 50% de los recursos sanitarios. “Está claro que no estamos sabiendo atenderlos y con los sistemas de información que manejamos hoy esto sí sería posible”.
Con un sistema sanitario integrado, ejemplo del cual ya existe en algunas comunidades autónomas como la suya, se procura un mejor servicio de enfermería en casa y se reducen las urgencias, las complicaciones médicas y las hospitalizaciones. “Una organización fragmentada no puede dar un buen servicio a un enfermo crónico”, resaltó el ponente.
Puesto que ha estudiado los sistemas sanitarios de muchos países, Bengoa señala que no existe un modelo que se pueda decir que es el mejor, porque cada uno procede de una historia distinta, pero en general “los expertos aceptan que los sistemas europeos son los más equitativos y seguros, aun con sus problemas. En cambio, el modelo anterior a Obama en Estados Unidos llevaba a la bancarrota a las familias, (el 63% de las bancarrotas de las familias estadounidenses se debían a su gasto por motivos de salud) y es lo que ha conseguido evitar el Obamacare, y es lo que Trump quiere revertir ahora”.
Sobre el copago, consideró que ha sido pensado para que la gente no use el sistema sanitario, se autolimite, y que sirve para financiar el sistema. Sin embargo, no cree que sea un buen modelo, pues “no sirve para financiar el sistema porque cuesta mucho la propia financiación del copago y porque al que les has puesto el copago, probablemente use menos la medicación, no tome lo que le han prescrito, y va a tener más problemas de salud y de casos en urgencias”. Es decir, al final, más gasto.
Defensor de la sanidad pública y universal, cree que en España hay un equilibrio sano entre cobertura pública y privada. “Ése no es el auténtico debate, sino el modelo de agudos o crónicos”. Insiste en que es necesaria cierta complementariedad, pero que hay que centrarse en el cambio de modelo.
En cuanto a las listas de espera, señala que indican las inequidades del sistema, y que por eso hay que reforzar la sanidad pública, que considera “infrafinanciada, y actualmente por debajo de la media europea debido a los recortes”. Pero la situación no sólo se arregla con más dinero, más personal y más camas: hace falta otro modelo asistencial en que los enfermos sean tratados desde casa para que no aparezcan por el hospital o en urgencias.