El anteproyecto de presupuesto de 2018 de la Universidad de La Laguna fue presentado hoy jueves 23 de noviembre ante el Claustro de la institución académica, en una sesión extraordinaria celebrada en la Facultad de Economía, Empresa y Turismo.
La gerente del centro académico, Lidia Pereira, fue la encargada de presentar este documento, que ya conoce también el Consejo de Gobierno y cuya aprobación definitiva para su puesta en vigor corresponde al Consejo Social. La gerente explicó que la aportación de la comunidad autónoma crece en más de seis millones, aunque este incremento no se traduce en una mayor capacidad de gestión ya que una parte de esa cantidad estará dedicada a compensar la reducción de precios públicos que se prevé se apruebe en el curso 18/19, entre otros asuntos. El efecto neto en la ULL asciende a millón y medio de euros, que se ha repartido en los distintos centros de gastos del centro académico. Con todo, agregó que todos los centros de gasto mantienen o incrementan su capacidad de gestión.
En cuanto a la previsión de ingresos, en el capítulo de tasas, precios públicos y otros ingresos se prevé recaudar 20 millones, un 10% menos que el curso pasado por el motivo descrito; en transferencias corrientes la previsión son 121.777.000, mientras que en ingresos patrimoniales el texto alude a 963.000 euros; en transferencias de capital, 886.250.000 euros; mientras que en activos financieros figura una previsión de 1.700.000 euros.
En cuanto al presupuesto de gasto, la Universidad de La Laguna invertirá 116.459.567 en personal, lo que indica un incremento de un 2,6% en este capítulo; 21.531.919 en gastos corrientes de bienes y servicios; 105.505 en gastos financieros; 1.122.843 en transferencias corrientes; 4.145.811 en inversiones reales; 1.200.000 en activos financieros y 760.602 euros en pasivos financieros.
Intervenciones
Al comienzo de las intervenciones, la profesora Dulce González Doreste intervino a título personal para elevar al Claustro un documento suscrito por los directores de los institutos de investigación, en donde reclaman mayor financiación para estos centros.
Ya en el turno de los grupos claustrales, el primero en tomar la palabra fue Pas en Acción, para quien, dijo, este no es el único presupuesto posible. En su opinión, no se pone remedio al desequilibrio en la ratio entre PAS y PDI, y para ello sigue existiendo una universidad de dos velocidades, en la que la gestión de contratación y sustitución de las plazas del personal de administración y servicios sufre grandes atascos. También alegaron escasa financiación para la Unidad de Igualdad de Género, y añadieron que existen servicios esenciales que se han externalizado, al tiempo que hicieron alusión a la poca transparencia de la Fundación General y de sus cuentas anuales.
El representante de EUPAS tildó de poco transparente la gestión del equipo de gobierno y criticó el cierre de algunas bibliotecas por obras, lo que causa molestias entre los usuarios y resulta, a su juicio, una medida incomprensible en pleno periodo lectivo. También hicieron referencia a la situación de precariedad del personal laboral.
AEULL, grupo claustral de estudiantes, se centró en la necesidad de ampliación de las tomas de corriente eléctricas y también se refirieron a las obras en bibliotecas para que no tengan lugar en periodos lectivos. ACE, también de alumnado, señaló la oportunidad de que el anteproyecto se presente con mayor anterioridad para su mejor estudio y solicitó que se reconsidere el descenso presupuestario en los vicerrectados de Estudiantes e Investigación.
ECSULL, por su parte, sostuvo igualmente que el texto presupuestario se había entregado con poca anticipación. Este colectivo de estudiantes se centró en las tasas de matrícula del grado en Psicología, a su juicio elevadas debido al grado de experimentalidad y los materiales utilizados.
AMEC afirmó que el documento no ha sido pensado teniendo en cuenta las necesidades de los estudiantes ni del personal de la ULL. Aventuró un colapso del modelo público español de forma inminente, aunque para ver sus consecuencias habrá que esperar unos años, dijo. Este grupo criticó el escaso incremento de las ayudas al estudiantado y se quejó por las obras en las bibliotecas. Pidieron la retirada del anteproyecto, y un nuevo modelo que recoja que ningún estudiante se quede fuera de la ULL por motivos socioeconómicos, al tiempo que un plan integral de reforma de los colegios mayores, entre otras cuestiones.
En opinión de Redull, para que la universidad sea independiente debe contar con financiación suficiente. Sin embargo, el presupuesto actual da para poco, ya que el margen de maniobra es muy escaso. Destacó como urgente la puesta en marcha de un plan para la renovación de la plantilla del profesorado, a la vez que felicitó al equipo de gobierno por conseguir más fuentes de financiación.
Por su parte, el portavoz de Programa para una Universidad Canaria se preguntó por los destinos del incremento presupuestario, y mostró su apoyo al manifiesto suscrito por los directores de institutos universitarios para el incremento de su dotación económica. Este grupo de profesorado también apuntó que la acreditación de titulaciones y la docencia virtual son dos cuestiones claves que no deben estar atendidas por personal de la Fundación General, sino de la propia universidad.
Renovación Convergente apeló en su turno de intervención a la falta de debate en el seno claustral de los asuntos más importantes de la universidad, tales como docencia, política de profesorado o plan estratégico de investigación, y no solo el presupuesto. Para este colectivo de docentes falta participación de la comunidad universitaria, que desconoce las líneas estratégicas que guían al equipo de gobierno. También criticó la gestión del plan de ordenación docente durante el curso pasado.
Por último, el representante del grupo de profesorado de Alternativa de Profesorado Universitario indicó que este presupuesto se desarrollará en un escenario de crecimiento de casi un tres por ciento, lo que debe servir para estabilizar las políticas ya iniciadas. El objetivo de una universidad pública autofinanciada tendrá que esperar décadas, declaró, por lo que se hace necesario profundizar en la racionalización del gasto corriente y lograr una universidad más sostenible, así como un acceso a la funcionarización de las plantillas. También hizo referencia a una política de becas de más amplia cobertura.
La gerente señaló en el turno de réplica que la ausencia de instrumentos de información automatizada inhibe la toma de decisiones en algunos aspectos, y que se está trabajando en lograr una rendición de cuentas y datos. Añadió que la cobertura de plazas en el sector de personal de administración y servicios conlleva cierta complejidad, pero que se están agilizando los procedimientos y se están dando pasos en firme.
En cuanto a prevención de riesgos laborales, adelantó que se va a incrementar la dotación en 100.000 euros en el próximo ejercicio. Pereira explicó que hay en la ULL 41 inmuebles, de los que en siete ya hay planes de emergencia implantados y que se está en proceso de tramitación la contratación de otros 21. En cuanto al uso de energías renovables, reconoció cierto retraso en esta material, debido a que la prioridad ha estado en la seguridad y salubridad de las instalaciones, y si bien la sostenibilidad es muy importante hasta ahora se ha priorizado las actuaciones descritas así como la accesibilidad.
La responsable también expresó que la cobertura de plazas para la Unidad de Calidad resulta de vital importancia, añadió, pero esto ahora mismo no es viable porque necesita una redimensión de la plantilla que ha de negociarse con el gobierno y con los agentes sindicales.
Pereira sostuvo que la Fundación General es un instrumento propio de la universidad y también está sometida a criterios de estabilidad presupuestaria, con un servicio de intervención interno.
El rector de la institución académica, Francisco Almeida en sustitución de Antonio Martinón, se refirió específicamente a la petición de los institutos de investigación de un mayor incremento presupuestario, para decir que esa partida debería detraerse del propio presupuesto de investigación, una cuestión compleja puesto que se trata de una partida altamente comprometida desde su inicio. De hecho señaló que buena parte de ese dinero se destina a promocionar a jóvenes investigadores y a dar cumplimiento al plan propio de investigación, por lo cual resulta difícil saber de dónde restar presupuesto para dárselo a los institutos.
Con todo, apuntó la idea de estudiar una financiación competitiva a la que concurran los institutos, dado su diferente tamaño y potencialidad de tal forma que aquellos que cuentan con mayor capacidad investigadora obtengan más recursos.
Sobre la reiterada queja de la molestia que causan las obras, indicó «con serenidad pero con contundencia» que no existe otra manera de hacerlo, puesto que la partida de dos millones para este fin se ha hecho efectiva en el mes de octubre, con lo que toca realizar diversas actuaciones de forma simultánea y en diversos campus y edificios a la vez. A esto se añade el hecho de que la universidad lleva mucho tiempo sin financiación para mejorar sus instalaciones, algunas de las cuales están en franco deterioro, por lo que urge llevar a cabo este tipo de acciones. Se intentará de todas maneras planificar las obras de la mejor manera posible y comunicar su ejecución a los públicos afectados con mayor eficacia.