Muchos son los retos que habrá que afrontar de cara a conseguir una docencia digital en Canarias, pero la mejora de las infraestructuras, el aumento de formación digital de los docentes y la superación de la resistencia al cambio de profesores y estudiantes pueden considerarse como los principales. Así lo expusieron Ana Belén Jiménez, vicerrectora de Educación de la Universidad de La Laguna, Ana Sanabria, vicedecana de la Facultad de Educación de dicha universidad, Belén San Nicolás, investigadora del Laboratorio de Educación y Nuevas Tecnologías (EDULLAB) y Sergio Fontes, miembro del área de tecnología educativa del Gobierno de Canarias, en una mesa redonda del seminario internacional sobre retos en la educación del siglo XXI desarrollado e jueves 18 en el Campus América.
Esos retos pasan por cuestiones de base, relacionadas con las infraestructuras principalmente, pero también con una cierta asunción de un nuevo paisaje educativo en el que “por ley hay que incluir la competencia digital”, según indicó Fontes. De esta manera, Belén San Nicolás expuso datos de sus trabajos sobre la perspectiva de alumnado de la ULL en los que se pone de manifiesto que la satisfacción del mismo con los contenidos digitales de sus asignaturas no llega a percibirse como óptima.
Sannicolás argumentó que hasta ahora las aulas virtuales están siendo usadas como repositorios de materiales en texto, a los cuales les falta un orden claro, relacionado con las asignaturas y esto se puede deber, en principio, a “la escasa formación en competencias digitales de los profesores”.
Por su parte, la decana de la Facultad de Educación hizo un repaso, quizá más localizado, al estado de las tecnologías en su centro, aún lastradas por determinadas circunstancias que no dejan avanzar estas propuestas de adaptabilidad a estos nuevos formatos. Estos lastres podrían agruparse, dijo, en cuestiones como “mejorar la conectividad, potenciar la seguridad de los equipos, incluir y dotar partidas presupuestarias no sólo para las aulas de informática, soporte técnico, formación de los docentes, adaptabilidad de éstos al uso de software libre, etc”, y en definitiva propiciar un “cambio metodológico del docente, pero también de los estudiantes, que muchas veces se muestran reacios”, dijo.
La vicedecana de Educación hizo un repaso por los estudios que se ofrecen en Canarias de manera virtual, y puso énfasis en que aún se está empezando a recorrer un camino con muchas posibilidades, y que la oferta hoy por hoy sigue siendo limitada.
Por su parte, Sergio Fontes describió los procesos de adaptación a las tecnologías que desde finales de los ochenta el Gobierno de Canarias ha ido poniendo en marcha, con mayor o menor éxito, y recordó que términos como Proyecto Medusa, de digitalización de las aulas, aunque estén en el imaginario colectivo desde hace muchos años es un proyecto de esete siglo. Fontes indicó que aún para los especialistas, “todo es nuevo en este campo, y además va cambiando constantemente”, aludiendo a esa resistencia al cambio que hay que ir superando, y aseguró que los retos pasan por mejorar en aulas e infraestructuras, conseguir que los estudiantes aporten sus propios equipos y que los profesores sepan moverse con esta diversidad de propuestas, formación e incluso adaptación de los espacios de formación a un nuevo diseño de aulas más relacionados con la comunicación y las redes.