Trazar vías de comunicación eficaces, aumentar las partidas presupuestarias relacionadas con los programas de movilidad, renovar y homogeneizar la acreditación de profesores, conseguir procesos sencillos de homologación de títulos, y sobre todo aumentar la confianza y crear redes de trabajo son algunas de las conclusiones a las que se llegó en el primer panel de expertos de las conferencias centrales de Campus América, que estas dos semanas celebra la Universidad de La Laguna. Se trata de ideas y evidencias que han sido propuestas para conseguir que los estudios universitarios se conviertan en una plataforma de las relaciones internacionales entre los continentes.
Campus América fue inaugurado en la mañana de hoy miércoles 11 en el Teatro Leal de La Laguna, y a este acto institucional siguió el primer panel de expertos de las conferencias centrales programadas bajo el título El papel de las universidades en el desarrollo futuro de las relaciones entre Europa y América. En esta cita coincidieron sobre el escenario del recinto lagunero Paulo Speller, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (EOI); Enrique Collel, director del gabinete de la Secretaría General de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de España; Richard Clouet, vicerrector de Internacionalización de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC); y Ana Isabel Jiménez, vicerrectora de Docencia de la Universidad de La Laguna, además de Ciro Gutiérrez, director general de Universidades del Gobierno de Canarias que actuó como moderador del debate.
El secretario general de la EOI, Paulo Speller, aseguró que la educación superior nunca puede quedar fuera de las políticas de internacionalización de la institución que representa, y que éstas se vinculan directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Speller, afirmó que una de las principales preocupaciones de la EOI radica en pensar cómo se puede alcanzar un Espacio Eurolatinoamericano de Educación Superior, que integre el ya alcanzado Espacio Europeo de Educación Superior en un ámbito mayor que afecte a todas las universidades de los países europeos y americanos.
Al respecto, y de manera más concreta, Speller abogó por seguir desarrollando programas que motiven la movilidad de estudiantes, profesores, investigadores, personal de administración y servicio, etc. entre países de Europa y América, y resaltó la importancia de algunos programas como el Pablo Neruda, Paolo Freire, los Laboratorios Iberoamericanos de Investigación, etc. con los que se han conseguido cifras muy interesantes de movilidades y estancias de investigación.
Por su parte, el representante del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes destacó ocho ejes sobre los que dicha institución ha puesto el interés para, desde el ámbito de la educación superior, se fomente la internacionalización y el trazado de redes con otras universidades americanas. Estos ocho ejes son: la política presupuestaria del Ministerio, en la que se ha tenido especial atención a las becas de intercambio y movilidad o con institutos de investigación; la atención al EEES y su posible ampliación al ámbito americano; la posibilidad de captar talento formado en el extranjero como valor añadido a las universidades nacionales; reducción de las horquillas en las tasas de los máster no habilitantes, para fomentar y ampliar la matriculación; volver a recuperar las tasas de reposición de docentes e investigadores; poner en marcha un proceso unificado de evaluación de transferencia del conocimiento; la fijación de los criterios de acreditación del profesorado, hacerlos más razonables para propiciar que los estudiantes en movilidad puedan acceder a plazas; y por último y no menos importante, la racionalización en la homologación de títulos expedidos en universidades de fuera del EEES.
El vicerrector de Internacionalización de la ULPGC, Richard Clouet, destacó la ampliación de los programas Erasmus a todos los países del mundo. Además y resaltó la labor de dos proyectos de su universidad, el Empleab, que han desarrollado para mejorar la empleabilidad de los graduados universitarios y el programa Poncho a través del cual se potencia la internacionalización de universidades de América Latina, con especial atención en las de las zonas periféricas en una red en la que participan Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú.
Clouet, además, reforzó la idea de la necesidad de que las universidades cooperen y trabajen de manera conjunta, con la finalidad de establecer redes y relaciones basadas en la confianza, factor fundamental que, a partir de las academias, luego permeará en la sociedad en general.
Por último, la vicerrectora de Docencia de la Universidad de La Laguna, Ana Isabel Jiménez, explicó los procesos de acreditación, certificación y verificación implantados tras la entrada del EEES, y cómo estos han servido para homogeneizar procesos y establecer confianza entre los países en los que se aplican, mejorando así los estudios universitarios, las tasas de rendimiento académicas y estableciendo verdaderos estándares transnacionales relacionados con los estudios superiores. Son ejemplos que podrían servir para la configuración de ese Espacio Eurolatinoamericano de Educación superior del que hablaba al inicio Paulo Speller.