Foto de grupo de los participantes en la inauguración de la Universidad de Verano de Adeje 2017
Adeje volvió a inaugurar hoy, viernes 14 de julio, una nueva edición de la Universidad de Verano de Adeje, una iniciativa creada entre la corporación municipal y la Universidad de La Laguna que este año cumple 25 años. Ello ha hecho de esta fecha una conmemoración especial, calificada por el alcalde, José Miguel Rodríguez Fraga, como momento histórico.
(Acceso a la lección inaugural)
El proyecto partió, según el alcalde, de la idea de incorporar a la universidad como elemento potente para la inteligencia turística y para la mejora de la formación de la población joven. “Hoy creemos que la Universidad de Verano de Adeje ha sido uno de los proyectos vertebradores de esta realidad que conforma el sur de la isla”. El responsable político agregó que se ha mantenido a lo largo del tiempo, incluso en medio de la crisis económica, y que hoy sigue funcionando a pleno rendimiento. Rodríguez Fraga añadió que la Universidad de Verano de Adeje ha tenido capacidad de reinvención, de adaptación en el tiempo, “gracias a personas con las que hemos confluido, rectores y vicerrectores, que han entendido la necesidad de abrirse a la sociedad y salir de los campus”.
Ha sido un proceso fructífero y fecundo, añadió, una aportación del ayuntamiento y de la universidad. Uno de los logros en este camino de colaboración destacados por el alcalde ha sido la creación del campus universitario del sur y de hecho adelantó que mañana 15 de julio tendrá lugar la graduación de la segunda promoción del Grado en Turismo.
La presencia de rectores y vicerrectores de extensión universitaria en la ceremonia fue muy destacada tanto por el alcalde como por el propio rector actual. “Son personas muy cercanas a esta iniciativa, a los que agradezco su presencia”, e hizo especial referencia a los vicerrectores fallecidos Eduardo Camacho y Antonio Álvarez. “Queremos que el turismo sea un eje vertebrador de confianza, de cooperación y de paz”, concluyó el alcalde.
Homenaje a rectores
Ex-rectores homenajeados durante el acto
Tras la intervención del alcalde tuvo lugar un acto de homenaje a los rectores que impulsaron y continuaron la puesta en marcha y desarrollo de la Universidad de Verano de Adeje, así como sus vicerrectores. Recogieron la placa conmemorativa los rectores José Carlos Alberto, Marisa Tejedor, Matías López, José Gómez Soliño y Eduardo Doménech, y también los vicerrectores Cándido Román, Gracia Rodríguez y Nélida Rancel, e, in memoriam y entregado a su viuda, Antonio Álvarez. Fueron igualmente agasajados los concejales Carmen Rodríguez y Julio Delgado, y como representante de los alumnos y participante en las veinticinco ediciones, Miguel Castillo.
Por su parte, el rector del centro académico, Antonio Martinón, recalcó que esta no era una edición cualquiera, puesto que además de los 25 años de la Universidad de Verano de Adeje este año se cumple el 225 aniversario de la propia Universidad de La Laguna, caracterizada por su fuerte compromiso con las actividades de extensión universitaria, dijo, en su preocupación por conseguir que el centro académico se extienda no solo a los colectivos universitarios, sino al conjunto de la sociedad y a toda la geografía insular.
“Con el paso del tiempo hemos ido configurando una Universidad de Verano de Adeje más potente, más clara”, compuesta en esta ocasión por ocho cursos y catorce talleres. La presencia de seis rectores hace ver que esta no es la obra de una sola persona, sino que se trata de un trabajo de calado, que exige continuidad y compromiso institucional”, añadió Martinón.
“Que haya presencia universitaria en el sur es importante para la propia ciudadanía; tenemos que conseguir que la sociedad se empape de la influencia que la universidad puede ejercer”, propuso el rector, quien anunció que se ha comenzado a impartir docencia en inglés en esta vigésimo quinta edición, con el propósito de ofrecer formación académica incluso a los turistas en su visita a la isla.
Lección inaugural
Carlos Vogeler, ponente inaugural
“Adeje ha sido un símbolo de innovación y desarrollo, y también de referente turístico mundial”. Así comenzó su ponencia Carlos Vogeler, director ejecutivo de la organización Mundial del Turismo (OMT), antes de ofrecer su visión mundial acerca del turismo. “Las credenciales que presenta el turismo son muy sólidas, con 1.200 millones de llegadas a los destinos turísticos, lo que le ha convertido en el tercer exportador mundial”. Este sector contribuye con un 10% al PIB mundial y genera uno de cada once puestos de trabajo en todo el mundo.
Nuestras previsiones es que superaremos los 1.800 millones de llegadas internacionales en unos años. A pesar de las amenazas geopolíticas mundiales, el turismo no da señales de ralentización y más bien se convierte en una herramienta para el desarrollo inclusivo, ofreciendo oportunidades para mejorar las condiciones de vida de las personas e, incluso, salir del umbral de la pobreza.
En este contexto actual de volatilidad de los mercados, la industria turística sigue mostrando su enorme capacidad de resistencia. “Uno de los retos es mantener el equilibrio entre competitividad y la responsabilidad”, añadió, “para que el turismo se haga de manera ordenada y sostenible, tanto en lo económico, como en lo social y lo medioambiental”. En opinión del experto, hay que promover una plataforma de viajes segura, gestionando eficazmente los riesgos.
La sostenibilidad ha dejado de ser una opción; se ha convertido en una obligación, sostuvo Vogeler. Además de encabezar el crecimiento, el turismo propicia una mejora en la calidad de vida, la promoción de la paz en el mundo y la defensa del patrimonio. Ahora bien, añadió, es necesario aportar pruebas fehacientes de lo que funciona y de lo que no.
“Estamos en un mundo cambiante, con un turista más exigente, más preparado, que está buscando experiencias, porque los servicios los da por hecho. No podemos acogernos a una zona de confort y esperar, sino liderar ese cambio de nuevos caminos”. El Big Data ofrece excelentes oportunidades para enriquecer la experiencia del cliente, al tiempo que el acceso a cada vez más y mejor información, reconocimiento de tendencias y de estacionalidad de los turistas, se convierte en una pieza fundamental en la estrategia de oferta, expuso.
Otro de los grandes retos es la gestión ética en todas las políticas, públicas o empresariales. La OMT tiene un código ético mundial, recordó el conferenciante, para reducir los efectos negativos del turismo y potenciar sus aspectos positivos. Este texto no ha sido suficiente, y se precisa un elemento más vinculante, y pasar de un código de adhesión voluntaria a un tratado internacional, documento que se presentará en la asamblea que tendrán en China en el mes de septiembre.
“En toda gestión debe prevalecer no solo saber llegar a la meta, sino estar satisfechos de cómo hacerlo”, concluyó.
