El Consejo Europeo de Investigación (ERC en sus siglas inglesas) convoca anualmente unas ayudas a investigaciones que, por su relevancia, se consideren de frontera, están abiertas a todas las materias, son muy competitivas y dotan de una alta financiación -entre 1,5 y 3,5 millones de euros- para desarrollar el proyecto durante cinco años. Ayer, lunes 12 de junio, la Universidad de La Laguna celebró una jornada en la que cuatro investigadores beneficiados por esta ayuda presentaron sus trabajos y dieron consejos sobre cómo presentar una propuesta adecuada a esta convocatoria. Básicamente, coincidieron en que debe basarse en una idea clara y relevante, acompañada por una propuesta de trabajo muy bien definida.
La jornada estuvo organizada por el Vicerrectorado de Investigación y estuvo abierta a todos los investigadores de la institución académica. Como explicó el vicerrector Francisco Almeida durante la presentación, el propósito del encuentro era, precisamente, animar a la comunidad científica del centro a optar a estas ayudas puesto que, si bien lograrlas es complicado y exige poseer un currículo internacional de cierta relevancia, es plausible obtenerlas con un buen proyecto.
De hecho, actualmente la ULL acoge a dos investigadoras acreedoras de esta ayuda: Teresa Giráldez, adscrita al Centro de Investigaciones Biomédicas de Canarias (CIBICAN) con el proyecto NANOPDICS; y Carolina Mallol, que desarrolla en el Instituto Universitario de Bio-orgánica Antonio González el proyecto PALEOCHAR. Ambas participaron en la jornada, acompañadas por otros dos investigadores ERC venidos de sendos centros nacionales: José López Barneo, del Instituto de Biomedicina de Sevilla y director del proyecto “OxygenSensing”; y Javier Fernández López de Pablo, del Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social (IPHES), que dirige el proyecto “PALEODEM”.
Otra de las invitadas, que abrió la sesión, fue Esther Rodríguez, técnica en el Punto Nacional de Contacto ERC España en la Oficina Europea Ministerio de Economía y Competitividad y la Secretaría de Estado de I+D+i, unidad que asesora a los investigadores nacionales sobre estas ayudas.
Rodríguez realizó una breve presentación del programa ERC, explicando que existen tres tipos de ayudas, a los que cada candidato habrá de presentarse según el grado de experiencia del investigador principal: las Starting Grants, para investigadores que inician su carrera; las Consolidator Grants, destinadas a científicos con una carrera más avanzada; y las Advanced Grants, para grupos con una trayectoria dilatada.
Explicó que, a diferencia de las ayudas europeas enmarcadas en el programa Horizonte 2020, las cuales financian proyectos que afrontan un reto concreto detectado por la UE y exigen crear un consorcio, las ERC se basa más en la iniciativa de una sola persona, que es libre de proponer la materia sobre la que quiere investigar. De hecho, este programa está tan ligado a la figura del investigador principal que, si bien es cierto que debe tener a una institución que lo respalde para el desarrollo de los trabajos, es libre de trasladarse a otro centro, llevándose consigo lo realizado hasta la fecha y la financiación.
Otra particularidad es que todas las decisiones pasan por un consejo científico que decide qué se evalúa, qué se financia y cómo, formado por 22 científicos de todas las áreas del saber y que actualmente preside el matemático Jean Pierre Bourguignon. Los proyectos se evalúan mediante paneles diferenciados, de tal modo que es posible presentar cualquier proyecto de cualquier disciplina. Eso sí: es importante saber qué panel es el adecuado, pues ello puede determinar el éxito de la evaluación.
Las propuestas constan de una parte denominada B1 en la que se exponer en cinco páginas el resumen del proyecto y el currículo de la persona solicitante. Una segunda parte, la B2, supone una elaboración mayor del proyecto, de unas quince páginas, que detallan la metodología propuesta. En la primera evaluación, el panel solamente leerá el B1, y únicamente aquellas propuestas que pasen esta primera criba llegarán a un segundo comité de expertos que leerá todo el proyecto. Finalmente, en las ayudas Starting y Consolidator hay también una fase de entrevista, que según las investigadoras de la ULL Carolina Mallol y Teresa Giráldez, en sus casos fue fundamental para lograr la financiación.
Tras la presentación de Esther Rodríguez referida a las características de las ayudas ERC, los cuatro investigadores pasaron a presentar durante uso 30 minutos cada uno, aproximadamente, en qué consisten sus proyectos y ofrecieron sus consejos.
José López Barneo presentó el proyecto “OxygenSensing: Molecular mechanisms of acute oxygen sensing”. Su objetivo comprender mejor el mecanismo de la hipoxia, es decir, cómo detectan las células la falta de oxígeno y cómo reaccionan ante ella. No es un problema nuevo, pero sí relevante, que lleva preocupando a la comunidad científica desde hace tiempo. En este caso, el investigador cree que ha hallado el modo de comprender cómo son capaces las células de medir el oxígeno, lo cual es fundamental para poner en marcha una serie de procesos fisiológicos que atenúan la falta de este gas en el organismo. Como sucede en otros proyectos ERC, ha dividido el trabajo en cuatro sub-proyectos, cada uno de los cuales está en diferentes fases de desarrollo.
La segunda en hablar fue Teresa Giráldez, cuto proyecto se titula “NANOPDICS: Optoelectrical Dynamics of Ion channel Activation in Calcium Nanodomains”. Su proyecto se centra en las células nerviosas (neuronas) y el modo en que se conectan entre sí (sinapsis) a través de un proceso regulado por el voltaje y el calcio a través de los llamados canales iónicos. Esa interacción entre calcio y voltaje no es visible porque se produce de manera muy veloz en un área muy pequeña que ni siquiera se capta a través de microscopía. El proyecto propone una nueva serie de “sensores” capaces de medir este proceso, basado en unas 20 moléculas diseñadas por el equipo de Giráldez.
El tercer proyecto presentado fue el de Javier Fernández López de Pablo, llamado “PALEODEM: Late Glacial and Postglacial Population History and Cultural Transmission in Iberia (c. 15,000-8,000 cal BP)” y centrado en el área de la arqueología. Analizará la demografía y transmisión cultural del período comprendido entre hace 15.000 y 8.000 años, que se caracterizó por grandes transformaciones climáticas y ambientales. La novedad del proyecto es que realizará una comparación de diferentes indicadores paleodemográficos a escala tanto local, regional y macroregional. Se busca responder a preguntas como ¿qué papel ocupa la demografía en ese periodo? ¿Hasta qué punto la población estuvo afectada por cambios climáticos? ¿Qué cambios sociales se produjeron y de qué manera se transmitieron?
Finalmente, Carolina Mallol presenrtó el proyecto “PALEOCHAR: Insights into the neanderthals and their demise rom the study of microscopic and molecular charred matter in Middle Palaeolithic”. Explico que, a diferencia de los otros trabajos presentados durante la sesión, el suyo se centraba especialmente en la parte tecnológica, ya que consiste en desarrollar una nueva metodología de trabajo que combine la arqueología con la química orgánica. De este modo, se podrá estudiar mejor un tipo de restos arqueológicos que, hasta la fecha, solamente se observaba por microscopio y se catalogaba “residuo orgánico” sin entrar en más detalle. Analizando químicamente ciertos restos, principalmente lípidos hallados en las hogueras, es posible extraer mucha información acerca de la dieta de los neandertales o, incluso, las condiciones ambientales del lugar a través de los residuos vegetales.
Los participantes también ofrecieron consejos sobre cómo concurrir a estas convocatorias. Todos pusieron mucho énfasis en la necesidad de redactar un proyecto sólido, pues las cinco páginas del B1 son esenciales para pasar la primera criba. Además, es imprescindible que el proyecto gire en torno a una idea básica muy clara, casi que “caiga por su propio peso”, como explico Mallol. Por su parte, López Barneo matizó que no se trata tanto de que sea una idea “novedosa como que sea importante”.
Los cuatro ponentes ya habían presentado previamente proyectos ERC de manera infructuosa hasta lograrlo en 2015, por lo que a la vez que animaron a la audiencia a participar, también aconsejaron paciencia. Tanto Javier López como Tersa Giráldez animaron a ser “ambiciosos” y a tener seguridad en lo que se va a defender en la entrevista, pues eso es algo que se transmite y valora al comité evaluador.
La clave de los proyectos es que esté avalados por una trayectoria previa que acredite que la persona que figure como investigador principal puede ser capaz de acometer el trabajo, y que sea una propuesta en la que exista cierto riesgo –pues, al fin y al cabo, es investigación de frontera- pero que avale metodológicamente su viabilidad.