Cuando una cosa dura veinte años es que algo pasa. La sociedad española, los españoles, somos propensos a tachar lo ajeno y empezar a construir de nuevo, creyendo que se puede hacer mejor y sin reparar si lo hecho hasta ahora vale la pena mantenerlo. Por eso, los veinte años de trayectoria ininterrumpida del Premio Internacional Julio Cortázar de Relato Breve, convocado anualmente por la Universidad de La Laguna, son para el periodista Juan Cruz un hecho más que loable.
“Que sea Cortázar el que represente esa continuidad me produce un enorme regocijo”, dijo ayer 13 de diciembre el periodista que actuó como conferenciante invitado en el acto celebrado por el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad para conmemorar el vigésimo aniversario de esta convocatoria, a lo que se ha sumado la edición especial de un libro que recoge los veinte relatos ganadores en estos años.
Juan Cruz se extendió prolijamente en explicar el contexto en el que conoció la obra de Cortázar, al propio autor y, sobre todo, la primera vez que leyó su famosa ‘Rayuela’. “Una de las cosas que más lamento es no haber estudiado más”, explicó el periodista y también escritor. “Empecé a ejercer muy pronto la profesión que tanto me gustaba y fui abandonando los estudios”. Su pasión por el periodismo la compaginaba con su amor por la literatura. “En el colegio mayor leíamos intensamente, mucho más concentrados de lo que se hace ahora. Gracias a la lectura he sido más feliz y he entendido mejor a los otros. Gracias a la lectura también he entendido mejor a los que no les gusto”, confesó en el trascurso de su conferencia, celebrada en el Espacio Cultural La Capilla.
El periodista del grupo Prisa relató que cuando estaba estudiando apareció la primera edición de ‘Rayuela’. “Estaba en el Colegio Mayor San Fernando, y este libro me causó un impacto extraordinario, me hizo creer en un montón de mundos, y yo quería vivir dentro de ellos. Es una enorme habitación con vistas”, dijo.
Por lo tanto, que la Universidad de La Laguna tuviera la ocurrencia de convocar un certamen de cuentos basándose en Cortázar es, para el escritor, un enorme acierto. “’Rayuela’ es un libro para abrir puertas, y lo leí con ganas de hacerme escritor, por lo que le soy muy deudor”. Cruz contó también que Cortázar ha ocupado un lugar en su vida como editor, cuando pasó a dirigir Alfaguara, y se encontró que siendo la editorial la titular de los derechos del autor no se encontraba ningún libro del escritor hispanoamericano publicado en las librerías. “Es que a Cortázar habría que traducirlo”, le espetó el entonces gerente de la editorial, un comentario que lo dejó alucinado y que le llevó sin lugar a dudas a publicar la primera colección de cuentos, que tuvo un enorme éxito. “Es el escritor por el que más ternura he sentido, después de Scott Fitzgerald, y el que más literatura me ha enseñado”.
Educar para dirigir la propia vida
Tras la intervención de Juan Cruz, el vicerrector de Relaciones con la Sociedad, Francisco García, hizo una retrospectiva de este premio en su vigésimo aniversario. Catorce autores y seis autoras han sido los ganadores de esta convocatoria internacional, que ha reunido a escritores no solo españoles sino procedentes de Cuba, Argentina o Chile. Todos ellos siguen vinculados al mundo de la literatura, han sido acreedores de otros galardones, algunos están vinculados a la traducción, y otros han publicado novelas
Todos los ganadores se han mostrado encantados de participar en el volumen conmemorativo de los veinte años de cuentos que, por cierto, así se titula la obra editada por el vicerrectorado convocante. Al acto acudieron rectores y vicerrectores anteriores que han sostenido y promocionado este premio, a los que Francisco García agradeció su labor. “Estamos cumpliendo nuestro objetivo, señalado por nuestro Doctor Honoris Causa Federico Mayor Zaragoza, de educar para dirigir la propia vida”.
Premio atlántico
El premio Canarias de Literatura y en su día vicerrector de extensión Universitaria, Juan Manuel García Ramos, afirmó que este es un premio es atlántico, conocido en toda Iberoamérica, “con una enorme proyección internacional y mucho prestigio”, agregó. “Este acto dignifica a la universidad”, añadió, al tiempo que sostuvo que es habitual la edición de obras pero no su reedición, por lo que el volumen presentado le pareció una excelente idea.
Acto seguido intervino Aída González, la premiada de este año, que acaba de terminar el grado en Periodismo por la Universidad de La Laguna. “A los alumnos nos impone presentarnos a esos certámenes, nos sentimos jóvenes e inexpertos, y de hecho esta es la primera vez que lo intento, después de haberlo pensado muchas veces”.
Agradecimiento a los autores
Por su parte, el rector de la institución académica, Antonio Martinón, alegó que un certamen de estas características se mantiene, más allá de los esfuerzos que realice la propia institución, porque existen centenares de personas que envían sus textos, “gente a la que le gusta escribir, es su vocación y siente la necesidad de hacerlo”, añadió.
Martinón sugirió que sería bueno para la institución académica que se convocara otro certamen dedicado a la cultura científica, a la divulgación, y que, en todo caso, es momento de superar la confrontación entre un tipo de saber y otro. “La universidad debe tener una concepción global de la cultura”.