Un volumen recién editado por Iberoamericana Vervuert, y coordinado por los profesores Antonio Cano y Carlos Brito del departamento de Filología Española de la Universidad de La Laguna, recopila las investigaciones de un gran número especialistas en literatura hispanoamericana sobre el periodo de producción literaria de más de tres siglos producido tras la llegada a América de Cristóbal Colón y hasta aproximadamente la redacción de la Historia del Nuevo Mundo de Juan Bautista Muñoz en 1793. El libro fue presentado hoy [jueves 19] en el Campus América en una mesa redonda dirigida por el profesor Antonio Cano que tuvo lugar en el salón de actos de Filología.
Este volumen, titulado Oro y plomo en las Indias: los tornaviajes de la escritura virreinal (Vervuert, 2017) según explicó el profesor Carlos Brito, hace un somero repaso por esta producción literaria desde aspectos poco estudiados como, entre otros, la presencia de las mujeres en la colonización de América, la presencia del “indio americano a través de la realización dramática”, o el trasiego de objetos de un continente a otro, o incluso la repoblación de Luisiana, que ha sido objeto ya en este Campus América de una interesante exposición.
En esta mesa participaron, además, Aurelio González, viceconsejero de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Juan Manuel García Ramos, catedrático de Filología Española de la Universidad de La Laguna, miembro de la Academia Canaria de la Lengua y diputado del Parlamento de Canarias, Paloma Jiménez del Campo, profesora del departamento de Filología Española IV, Literatura Hispanoamericana de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Brito Díaz: profesor del departamento de Filología Española de la Universidad de La Laguna y el propio Antonio Cano.
Tres siglos de producción literaria dan para mucho. En estos trescientos años un sinfín de autores proponen un corpus literario a caballo entre la historia, la etnografía, los diarios, los relatos conventuales, los relatos científicos, la investigación y la literatura propiamente dicha. “Una materia de estudio en la que aún hay mucha documentación por descubrir, personajes y textos todavía escondidos y que pueden ser un campo de estudio magnífico para los nuevos investigadores”, explicó Jiménez, quien además indicó que “las circunstancias que se dan con la llegada al Nuevo Mundo aportan desconocimiento y generan un abanico de propuestas que recorren géneros, estilos y contenidos de diferente índole”.
A ese respecto, Juan Manuel García Ramos afirmó que “América ha sido el continente de la confusión”, y que lo que ocurrió en esos trescientos años de literatura de crónicas fue que sus autores “iban con las respuestas preparadas, sacadas de la biblia, de los amadises y de Marco Polo, a unas preguntas que aún no se habían hecho”, lo que dio lugar a que, aún hoy, “no se comprenda a América”, afirmó el catedrático.
García Ramos apuntó, además, que la literatura de crónicas sigue vigente como modelo a través de la literatura contemporánea, desde Huidobro hasta García Márquez, porque aún hoy se siguen planteando preguntas para entender al continente.